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19/04/2017

Ceremonia de graduación y apertura 2017



Queridos egresados, nuevos estudiantes, auspiciantes, profesores, padres, parejas, hijos, amigos:

Una vez más, quiero darles la bienvenida a este querido ritual de todos los años en el que nos reunimos para despedir a la camada que se va y para darle la bienvenida a la que llega. Ni para nosotros ni para ustedes todos los años son iguales. Los que hoy se van recordarán cuando estuvieron sentados del otro lado, tímidos, llenos de expectativas. Así que les pedimos que les cuenten a los que llegan lo menos posible, así siguen con las expectativas bien altas.

Durante los últimos años, mucho de lo que se habla en torno al periodismo tiene que ver con los cambios tecnológicos y sus efectos en la profesión que los convocó a todos ustedes a hacer esta maestría. Y lo que quiero contarles no va a ser la excepción. Pero es desde mi experiencia personal y ojalá pueda aportar algo. 

El viernes 24 de marzo pasado acompañé a mi hijo adolescente a su primera marcha en Plaza de Mayo. Él quiso ir y yo no quise que fuera solo, pero conociendo la adolescencia como quien ya la vivió, puse mucho cuidado en ser discreta. Así que, en realidad, yo iba caminando sola, lo cual me dio tiempo de observar, escuchar, mirar con la mirada del periodista o del viajero. Tengo ciertas ambiciones –o ínfulas- de fotógrafa amateur y ahí tenía conmigo, como tenemos todos hoy, mi teléfono celular, que no es muy bueno pero que me sirvió para sacar un par de fotos, para registrar caseramente algunas de las cosas interesantes que iba viendo y escuchando por ahí.

Unas horas más tarde, cuando salimos de la plaza, recuperé la conexión a internet, que durante la marcha había sido muy intermitente y tenue. Ahí vi un tuit de Fernando Iglesias, que me sorprendió (TUIT 1). “Hola kumpa –decía-. Yo te vi marchar por el golpe en nombre de los Derechos Humanos”. Me sorprendió la foto del helicóptero de cartón, que yo había visto, pero más me sorprendió la repercusión que estaba teniendo. Muchos retutits, muchos favs, como decimos en la jerga tuitera cuando la gente circula o dice que le gusta algún tuit. A partir de ahí, muchos otros tuits reprodujeron la imagen, que pasó rápidamente a Facebook, Instagram y que al día siguiente adquirió vida propia y se convirtió en noticia. Fue tema de una nota de La Nación primero (Fig. 2), promocionada también en tuiter con la misma foto (Fig. 3).  Al rato, fue tema de TN (Fig 4), pero ya no sólo como dato de la marcha sino como fuente de preocupación del gobierno. Y de ahí pasó a medios del interior y del conurbano, que hablaron del helicóptero con la misma imagen (Fig. 5 y 6). Durante los días siguientes fue exhibida una y otra vez en televisión, y más tarde se pasó del registro a la opinión ciudadana general (Fig. 7). Y, como el helicóptero resultó ser obra de un colectivo artístico, también fue objeto de interpretaciones expertas (Fig. 8). Instalado por el tuit de Fernando Iglesias como uno de los hechos centrales de la marcha del 24 de marzo, el helicóptero de cartón, casi a través de una sola imagen viralizada, se convirtió en noticia y circuló por medios, redes sociales, columnas de opinión, etc.

Lo que más me sorprendió fue que esa foto la había sacado yo.  Y había logrado tuitearla desde la Plaza con un texto que decía algo así como “Hoy en “gente que no aprendió nada”. Yo había sacado y tuiteado también otras fotos que mostraban otras caras de la misma marcha, como ésta, por ejemplo (Fig. 9). Pero casi no tuvo repercusión, mientras que la otra, la del helicóptero, fue noticia. Lo primero que pensé de todo esto fue: “Mal tiempo para los fotógrafos periodísticos”. Pero sobre todo, pensé que los tiempos habían cambiado en serio porque hoy, en muchas ocasiones importantes, en muchos eventos plagados de periodistas y fotógrafos, quien finalmente registra e instala los hechos no es un periodista. El registro de la realidad viene muchas veces de otros lugares, lo producen personas comunes y circulan con lógica propia y con dirección contraria a la tradicional, llegando a los diarios al final –y no al principio- del recorrido. 

Pensé también que la saga del helicóptero tenía mucho para decir sobre el rol del periodismo hoy. El helicóptero, para mí, tomó una dimensión desmesurada. Si yo hubiera ido a la marcha como periodista, esa imagen habría sido –como fue en la serie de tuits que yo posteé- una faceta, quizás incluso menor, de un evento muy variado, muy heterogéneo, con muchas aristas diferentes que cubrir. Esa imagen, por lo tanto, habría sido puesta en contexto, sacada de la circulación fragmentaria de las redes sociales y devuelta a un esquema de interpretación más amplio, matizado y complejo. Pero la lógica del tuit, del retuit y del “Me gusta” le dio una popularidad y una relevancia algo irreflexivas. Hayden White, un conocido historiador de Stanford, decía de la historia algo que bien puede aplicarse a parte del periodismo de hoy. White decía que, en la mayoría de los casos, los historiadores no descubren hechos nuevos. En esto, sostenía White provocativamente, el quehacer del historiador o del periodista ahora se parece más bien al psicoanálisis, cuya labor centrar no es la de encontrar eventos desconocidos sino la de darles sentido a hechos que ya se conocen. 

Los que hoy se van y los que hoy entran aprendieron y aprenderán también a investigar, descubrir y registrar. Pero creo que esta anécdota quizás sirva para recordarles algo en lo que también insistimos en esta maestría desde su fundación pero que ahora cobra nueva relevancia profesional. El periodista de hoy y de mañana va a tener que profundizar en saberes más teóricos, va a tener que contar con herramientas de interpretación históricas, políticas, politológicas, artísticas. O va a tener que saber a dónde ir a buscarlas. Va a tener que poder, en fin, darnos una versión más elaborada de aquello que ahora muchas veces registran y descubren otros. Y va a tener también que saber sacar sus propias fotos.

Esperamos haberlos preparado para esta profesión cambiante, que ustedes en parte van a modificar y ver modificarse. A los que empiezan este camino hoy, les deseamos suerte y les pedimos dedicación y curiosidad. Los vamos a acompañar en este maravillosa aventura hacia una profesión en estado de incertidumbre.

Queremos agradecer, por último, a los sponsors de este año: Banco Galicia, Techint, Quilmes, Nidera, Dow, Massalin Particulares y Explorador Capital Management. Ellos hacen posible un sistema de becas generoso que nos permite contar con un alumnado de excelencia y también de conformación federal. Muchas gracias por apoyarnos una vez más a los que ya nos apoyaban y por confiar en nosotros a los que se sumaron a nuestro programa este año.

A todos ustedes, suerte y muchas gracias!

Karina Galperín
Directora académica de la Maestría en Periodismo.

Nota La Nación: Nuevos alumnos y egresados del Máster en Periodismo de LA NACION y UTDT