Di Tella en los medios
Webretail
11/11/13

Los precios suben, el consumo no despega

Sin mucho optimismo para las ventas de fin de año, se prevé un 2014 en el que, con problemas como el déficit de inversiones, seguirá fuerte la presión inflacionaria.

Entre guirnaldas rojas y verdes y figuras que representan al buen Papá Noel, por las cajas de pago de los comercios que ofrecen productos de consumo masivo pasaron, en diciembre de 2012, casi 19% más de pesos que en el mes anterior. Pero, inflación mediante, los compradores no se llevaron tanto más: si la comparación se hace en volumen de mercadería, el crecimiento respecto de noviembre fue de 12 por ciento. Algo similar había ocurrido cuando estaba a punto de finalizar 2011.

Con motivos para celebrar -que en la vida siempre los hay-, con más dinero en la calle y algunas promociones, diciembre es, cada año, un mes clave para las ventas. Pero también, claro, para la suba de precios, sobre todo en un país con un grado considerable de emisión monetaria y con déficit de inversiones de las que permiten ampliar la oferta de bienes. Los datos del primer párrafo, que surgen de analizar un índice elaborado por la consultora CCR, avalan esas conclusiones. Además, el índice de inflación que difunde un grupo de legisladores en el Congreso Nacional y que se basa en las estimaciones de consultoras privadas muestra en diciembre uno de sus valores más elevados, en un podio compartido con meses como marzo, también caracterizado por una mayor demanda de bienes y servicios.

En un escenario de actividad económica con el pie en el freno, incertidumbre respecto de la política cambiaria, empleo estancado y salarios que no empardan la carrera contra los precios, es una incógnita, para los analistas, qué comportamiento mostrará el consumo este fin de año.

Pero eso sí: las proyecciones coinciden en que, aun cuando en esta época se incremente la actividad comercial, 2013 será, al igual que 2012, un año con una evolución muy modesta del consumo, variable que supo ser el motor del crecimiento económico del país hacia mediados de la década pasada.

Las expectativas no mejoran para 2014, y se suma un agravante: mientras que el consumo se quedaría en un valle, la inflación sería más alta o por lo menos similar a la de este año. Y esto último no es poco: los economistas advierten que 2013 cerrará con un índice de alrededor de 25 por ciento.

El análisis de CCR muestra que el volumen de productos vendidos crecería este año poco más de 2%, una evolución cercana a la de los dos años previos y lejana a la de 2007 (8,3%) o 2008 (5,5 por ciento). Los datos surgen de una muestra de 137 categorías de productos que incluyen alimentos no perecederos y artículos de cosmética, tocador y limpieza. "En el período de enero a septiembre, el aumento interanual fue de 2,3% en volumen de productos, con diferencia según el tipo de local: en los hipermercados, supermercados y tiendas de descuento, la suba fue de 2,9%, y en los canales tradicionales, de 1,7%", comenta José Amodei, director de CCR.

Entre las razones de esa diferencia, está la apertura de tiendas de cercanía pertenecientes a las cadenas de supermercados. Es un fenómeno que va de la mano de la tendencia a hacer compras más pequeñas y con mayor frecuencia.

Más allá de esos locales, tal comportamiento abre una posibilidad para las pymes, según señala Gabriel Molteni, economista jefe de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).

Pero a los pequeños comerciantes el optimismo no les llegó: un relevamiento hecho por la CAC en octubre entre 300 comercios porteños reveló que más de la mitad (52,3%) tuvo ese mes una caída interanual de sus ventas, en tanto sólo 12,6% registró mayor actividad. Uno de cada cuatro no tuvo cambios. Ante la proximidad de las Fiestas, 45,7% cree que sus ventas repuntarán. Pero, según advierte Molteni, el índice de los que tienen buenas expectativas cayó 3,5% este año respecto de 2012. Además, nada alcanza para pensar en nuevos empleados. Ninguno de los encuestados prevé contratar personal en estos meses. Es un dato consecuente con el que indica que sólo 8 de cada 100 consideran que la economía mejorará.

"Notamos una caída en el consumo, además de más compras que se hacen semanalmente y que se reparten entre diferentes lugares", describe Claudia Collado, presidenta de Acción del Consumidor (Adelco). Collado califica de "una política muy débil" el congelamiento de precios de 500 productos, ideado por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, artífice de la construcción de esa realidad paralela relatada por el Indec, en la que la inflación es de menos de 1% mensual y en la que una familia de cuatro personas no es considerada pobre si percibe ingresos de más de $ 1717 mensuales.

"Los bienes con precios congelados se encuentran poco; a eso se agrega que hay lanzamientos de un mismo producto con otro packaging y, por lo tanto, con otro valor, que es ubicado en la góndola al lado del que tiene precio congelado, algo que confunde al consumidor", dice Collado.

Para el economista Camilo Tiscornia, de C&T Asesores Económicos, para analizar qué ocurrirá con el consumo en los próximos meses, se conjugan factores a favor y en contra.

Entre los primeros está el menor peso del impuesto a las ganancias (desde agosto quedaron exceptuados quienes hasta ese mes tuvieron salarios brutos menores a $ 15.000); la confianza del consumidor que mostró un repunte, y el hecho de que no haya muchas opciones de inversión que protejan de la inflación, un factor que alentó la compra de bienes durables, como autos. Entre los factores no favorables están la actividad estancada, la baja o nula creación de empleo y la incertidumbre en materia de tipo de cambio, con una brecha, entre el dólar oficial y el blue, que ronda el 70 por ciento.

"En estos últimos meses del año, se verá el impacto que puede tener la mayor cantidad de dinero en la calle por el aguinaldo y este año también por las medidas tomadas tras las PASO en materia impositiva", señala el economista Dante Sica, director de Abeceb.com. A la presión que eso puede significar sobre los precios se suman aspectos puntuales, como la nueva suba en el precio del pan (y sus derivados). ¿La causa? Una pobre cosecha de trigo, en gran medida consecuencia del desincentivo que las políticas del Gobierno dejaron en los productores rurales.

"Para 2014 se prevé un consumo amesetado -dice Sica-. La economía no crea empleos y los sindicatos van a estar más concentrados en que se preserven los puestos." El economista advierte que, en tal contexto, puede aumentar la informalidad laboral. Y si los salarios de los empleados registrados no logran alcanzar a la inflación -un escenario que se ve posible para este año y el próximo-, menos podrán los ingresos de quienes están en negro o hacen tareas por cuenta propia, muchas veces sin continuidad y en condiciones precarias.

"En 2013 el consumo de alimentos básicos creció o se mantuvo, mientras que el de otros productos, como los textiles, cayó", agrega Sica. Aumentó la compra, además, de los bienes vistos como refugio de la inflación. Entre enero y octubre, según las concesionarias, se vendió 13% más de autos que en ese período de 2012.
Comprar para no perder 
"No está bueno el crecimiento por el lado de que se compra por protección contra la inflación; si alguien no puede dirigir su ahorro a poner, por ejemplo, un pequeño negocio, y entonces compra un auto, eso conspira contra la movilidad social y el objetivo de mayor igualdad", sostiene el economista Guido Sandleris, director del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella. En ese centro de estudios se elaboran cada mes indicadores que tienen que ver con cómo les va a ir a los precios y al consumo. Uno de ellos indaga en el nivel de inflación que los ciudadanos consideran que habrá en los 12 meses por venir. En octubre, el alza de precios esperado en promedio, por los 1210 encuestados, fue de 31,3%, un índice algo más bajo que en el mes previo, pero igual elevado.

Otro índice es el de confianza del consumidor, que en octubre mejoró y que está en niveles similares a los de principios de 2012 y por debajo de los más optimistas números que surgieron de la misma encuesta en 2011. Varios de los analistas consultados vincularon la mejora de la confianza a los resultados de las elecciones, en tanto permiten pensar en un nuevo escenario político hacia adelante.

"En las expectativas influye la manera en que se reciben las subas de salarios; en un mes con precio «nuevo» y sueldo «viejo» la percepción es que va a empeorar", agrega Sandleris.

Los resultados de las negociaciones salariales tienen su impacto real en el consumo y los precios. "La inflación parece mantenerse en niveles estables; en eso puede haber influido que el Banco Central bajó un cambio en su política de emisión monetaria que había sido muy expansiva, y también tuvo que ver el freno en la actividad y las paritarias que no fueron tan intensas", analiza Luciano Cohan desde Elypsis. La consultora releva diariamente 140.000 precios de comercios que venden por Internet. En octubre se observó un aumento promedio de 1,8%, mientras que, anualizado, el resultado de lo medido entre abril y octubre dio 23,1 por ciento. "Proyectamos que el año terminará en 25% con una leve tendencia al alza, que lleve el índice uno o dos puntos más arriba hacia 2015", concluye un informe de la consultora.

"Dicen números que sólo sirven para ser publicados en los diarios", se quejó días atrás María Lucila "Pimpi" Colombo, subsecretaria de Defensa del Consumidor, en referencia a los índices de inflación ajenos al Indec, que no sólo surgen de consultoras privadas, sino también de varios institutos de estadística provinciales e incluso de la ciudad de Buenos Aires. Demasiado lejos de esa apreciación, los sindicatos se han guiado por esos índices para firmar convenios colectivos y varios lograron, en los últimos años, mejoras del salario real.

Como cada fin de año, comenzaron a escucharse reclamos por el pago de un plus de fin de año. El pedido está en trámite en gremios como el de camioneros, que conduce Hugo Moyano y que reclama 5000 pesos.

"Hay un abanico de situaciones este año: compañeros que hacen reclamos «testimoniales», otros que tienen la posibilidad de buscar un plus porque firmaron convenios en forma temprana y por debajo de la inflación, y otros gremios donde todavía no se terminó de aplicar lo firmado", describe Héctor Daer, dirigente del sindicato de la Sanidad, secretario de Prensa de la CGT de Antonio Caló y diputado electo por el Frente Renovador que lidera Sergio Massa.

Ya con problemas en el frente fiscal, en 2012 el Gobierno no otorgó el adicional para jubilados y pensionados que sí se había dispuesto en los años previos y que inyectaba varios millones en el mercado de consumo.

Este año, con un comportamiento errático de las ventas (en el indicador de CCR hubo, entre enero y septiembre, cinco meses que registraron una baja y cuatro que tuvieron alza), la mayor cantidad de dinero que quedó en manos de consumidores por medidas como el aumento de 35% de la asignación universal por hijo, el alivio en Ganancias y la actualización del esquema del monotributo, no derivó por ahora en un claro incremento de la facturación del comercio.

Para el próximo año, las materias pendientes del Gobierno podrían retirar recursos de la calle. Hoy el Estado subsidia el consumo de servicios públicos (incluidas la clase media y alta) y una posible quita, de la que ya se está hablando, tendría su impacto negativo tanto en los bolsillos como en el consumo de bienes. Por otra parte, una mayor restricción a las compras en el exterior para frenar la salida de divisas ("podría crearse un dólar turista o bien hacer que los bancos dispongan límites «voluntarios» a sus clientes", analiza Sica) dejaría más dinero para compras locales.

"Eso generaría más inflación, por una mayor demanda hacia sectores que no tienen capacidad de aumentar la oferta", advierte Tiscornia.

"Lo bueno sería que se pudiera producir más, para que no haya presión sobre precios. Pero el crecimiento está trabado por temas como el déficit de infraestructura, y cosas como el acuerdo YPF-Chevron demuestran que hay poca credibilidad -dice Sandleris-. Con poca credibilidad, hay pocas inversiones, y las que vienen piden una tasa de retorno muy alta; el caso Chevron parece muy beneficioso para la empresa y no se sabe si lo es tanto para el país."

Como ciertas pasiones llevan a comprar más, en 2014 la Copa del Mundo jugaría a favor del sector de electrodomésticos, que ofrecerá promociones, según pronostica Sica. Será un factor particular esto de confiar en la pelota, en medio de un escenario en el que, según advierten, no se atacan los problemas de fondo que llevaron a una inflación que no cede.
Alimentos frescos, al tope de las subas 
Los economistas prevén que 2013 cerrará con una inflación de 25% o algo más. Algunos alimentos básicos están en los primeros puestos del ranking de alzas de precios: según la consultora Elypsis, entre febrero y octubre las frutas y verduras se encarecieron 39 y 49%, y los panificados acumularon subas de 27 por ciento.

Se estima que en el último mes del año habrá una aceleración del nivel de consumo, pero también de los precios. Por ahora, ni los datos oficiales son optimistas: el Indec informó que en septiembre la facturación de los supermercados creció 22,6% interanual, por debajo de la inflación real.

El contexto favorece la compra de bienes durables. De todas formas, con una devaluación a un ritmo similar a la inflación, aparecen opciones como los activos financieros dólar linked, para proteger el valor de los pesos.
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