Di Tella en los medios
La Prensa
20/11/11

La silenciosa licuación de activos

POR GERMÁN FERMO Ph.D. in Economics (UCLA) y director de la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Telia

BERNANKE ESTA COBRANDO IMPUESTO INFLACIONARIO A TODOS LOS CIUDADANOS DEL MUNDO Si en vez de medir los índice bursátiles en unidades de dólar lo medimos en unidades de commodities, el retomo real desde 2009 ha sido negativo. El S&P compra mucho menos commodities hoy de lo que podía hacer incluso en los niveles deprimidos pos-Lehman.

Todos padecemos de ilusión monetaria, en especial en los mercados internacionales actuales distorsionados por el Banco Central de Estados Unidos. Este bombardea a los mercados con misiles monetarios para sostener niveles en los precios de activos financieros que de lo contrario colap-sarían, maquillando una realidad que asusta.

Bernanke comprende la dimensión de esa ilusión y viene licuando en términos reales desde el comienzo de la crisis y seguirá haciéndolo por al menos una década más. En este contexto es sumamente importante identificar la diferencia entre las dinámicas nominales y reales de activos porque de esa identificación depende la ejecución de decisiones que nos protejan contra este proceso de licuación que será de muy largo plazo.

Si se calcula el retorno acumulado del S&P (índice de acciones en Estados Unidos) desde enero del 2009 hasta fines de octubre del 2011, ha sido positivo: +34 por ciento. Sin embargo, si se calcula ese retorno en términos reales contra un índice de commodities (índice CRB), la imagen cambia totalmente dado que ese índice ha tenido en el mismo período un retorno del 57 por ciento.

Si en vez de medir al S&P en unidades de dólar lo medimos en unidades de commodities, el retorno real desde el 2009 ha sido negativo llegando al -14 por ciento. El S&P compra mucho menos commodities hoy de lo que podía hacer incluso en los niveles deprimidos pos-Lehman de inicios del 2009.

Viene ocurriendo una tragedia en términos reales silenciosa e intencional pero para el ciudadano internacional promedio la misma pasa desapercibida comprándole tiempo y grados de libertad a la Reserva Federal.

MUNDO CRUEL
Este cálculo puede ser incluso más cruel: suponiendo que una persona, dada la enorme incertidumbre, de los mercados decidió transitar esta crisis internacional posi-cionado su riqueza en un moneda segura: el dólar. En este caso, su riqueza medida contra commodities sufrió un retorno negativo del 57 por ciento aun cuando en términos nominales fue invariable.

La Reserva Federal tiene una ventaja única: el dólar es la moneda mundial de reserva de valor. El 75 por ciento de las transacciones de comercio internacional son efectuadas en dólares y el mundo entero mantiene una porción de su riqueza en esa moneda. La Reserva Federal tiene una enorme ventaja: puede cobrar impuesto inflacionario no sólo a sus ciudadanos sino también a los del resto del mundo, permitiendo de esta forma maximizar los beneficios de una política monetaria de licuación que viene implementando Bernanke.

Si se asume una inflación del 3 por ciento y un crecimiento del 1 por ciento para la próxima década, Estados Unidos estaría licuando el 32 por ciento de su problema. Se vuelve a plantear una pregunta que se hace desde hace años: ¿en dónde hay que mirar la tragedia?, ¿qué implica ser pesimista en estos mercados?

Con un Banco Central estadounidense inundando de dólares el sistema y causando inflación en activos reales, jugarle pesimista a estos mercados internacionales requiere una redefinición del término: ¿pesimista qué: en términos nominales (venta del S&P) o en términos reales (compra de un índice de commodities)?

Si se depura el pesimismo de su intrínseca ilusión monetaria, ser pesimista en este mercado a mediano plazo probablemente implique un replanteo conceptual con consecuencias opuestas: ¿hay que vender activos nominales o comprar una canasta de activos reales?, ante un conjunto que sólo tiene una salida socialmente posible: inflación a muy largo plazo I

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