Di Tella en los medios
La Nación
22/06/17

La "reinvención" del discurso de Cristina Kirchner: ¿una apuesta al estilo Pro?

Según Paula Clerici, profesora del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales, si bien la ex presidenta apeló a "ponerle nombre propio y cara a quienes padecen las políticas del gobierno", esta estrategia ya era utilizada por otros partidos además del Pro

Un discurso relativamente breve, sin autocrítica ni reivindicaciones. Un tono menos virulento. Un escenario plantado en medio de "la gente". No hubo atril ni carteles con símbolos partidarios. Tampoco flamearon las banderas de La Cámpora. Los dirigentes políticos se sentaron en la platea como espectadores. En su lugar subieron al escenario ciudadanos afectados por medidas del Gobierno. En el lanzamiento de su frente Unidad Ciudadana en la cancha de Arsenal, en Sarandí, Cristina Kirchner reinventó su estilo discursivo. Ensayó una estrategia comunicacional diferente a la que había adoptado desde que fue reelecta con el 54% por ciento de los votos en 2011.

Este viraje no fue casual. Las elecciones legislativas se acercan, el kirchnerismo forma parte ahora de la oposición y todo indica que la ex presidenta será candidata a senadora nacional en la provincia de Buenos Aires por afuera del PJ. Tras la dura derrota de los comicios de 2015 frente a la coalición Cambiemos, la ex mandataria necesita ampliar su base electoral para competir en el distrito más populoso del país y tener chances de posicionarse como la dirigente que le puso un "límite" al gobierno de Mauricio Macri , como pretende.

¿ Cristina Kirchner emuló la puesta en escena de los actos del macrismo o reflotó el estilo de la campaña presidencial de 2011? Tras el acto en Sarandí, algunos dirigentes del oficialismo comentaron que la ex mandataria se había inspirado en los manuales de marketing político de Jaime Durán Barba . En una entrevista con el canal Todo Noticias, el asesor de Macri consideró que el formato del lanzamiento de Unidad Ciudadana fue "muy novedoso y creativo". "Lo de bajar los decibeles o pedir que no insulten es un registro un poco de época que el macrismo lo percibió antes por la sencilla razón de que el Pro estudia sistemáticamente a la sociedad y hace política en función de es+o. El kirchnerismo siempre fue más renuente a hacerlo", explica a LA NACION el antropólogo social Alejandro Grimson.

Grimson observó "un cambio muy significativo en la puesta en escena y en el discurso" de la ex mandataria en el sur del conurbano bonaerense. "Para dar un ejemplo, la altura y la ubicación del escenario hizo que ella estuviera muy cerca de la gente. Un escenario alto o distante te coloca muy por arriba. Lo que ella intentó ayer fue lo que se vio en términos técnicos, de la construcción del espacio, estar casi a la misma altura. Eso tuvo mucho que ver con un discurso que iba más por las historias de vida de los perdedores de este año y medio", sostuvo.

El politólogo Santiago Leiras también percibió variantes en el estilo discursivo de la ex mandataria. Entre otras, destacó la ausencia de referencias partidarias o de reiteradas menciones a la figura del ex presidente Néstor Kirchner. "Todo con el propósito de construir una alternativa política dirigida a la gente -término cuidadosamente evitado en su utilización para no quedar emparentado con el macrismo- representada en esos hombres de carne y hueso afectados por la política del gobierno", indicó a este medio.

Para la politóloga de la EPyG-UNSAM Lucía Vincent, no hubo un cambio discursivo de la ex presidenta en la cancha de Arsenal sino "una superposición de sus propios estilos". Resaltó que la confrontación fue un elemento central de las alocuciones de Cristina Kirchner durante sus mandatos, aspecto que mantuvo en el lanzamiento de Unidad Ciudadana para cuestionar el rumbo de la gestión de Macri. "También era habitual que Cristina contactara a distintas personas que, por su trayectoria o su rol en la sociedad, representaban valores que al gobierno le convenía resaltar", indica. Vincent rechaza que el kirchnerismo haya imitado del estilo que Durán Barba le imprimió a los actos del Pro. "Siguió estrategias propias del marketing político más universal, como ubicarse en el centro de la escena, rodeada de sus simpatizantes, en una cancha pequeña que daba la sensación de estar abarrotada", apuntó a LA NACION.

¿Una vuelta a la campaña de 2011?

"La estética en Arsenal retomó la de 2011, aquella de «Fuerza Cristina» y la imagen de la entonces presidenta rodeada de gente con banderas argentinas. El recurso a los casos particulares no es nuevo para Cristina Kirchner, lo utilizó en numerosas videoconferencias durante su gestión", recordó Lucio Guberman, director del posgrado en comunicación política de la Universidad de Rosario.

Al presentar su nueva fuerza, Cristina Kirchner prometió que iba a ser "breve", remarcó que quería "sumarse como una más" -sin confirmar su postulación- y aseguró que pretendía ser parte de un movimiento político donde "lo importante" fuera "el pueblo". Le habló a la "gente", ya no a los militantes. Para la campaña presidencial de 2011 el FPV lanzó una serie de spots basada en las medidas más emblemáticas de la gestión kirchnerista. Bajo el rótulo de "la fuerza", los avisos repasaban historias de personas que habían sido beneficiadas por las políticas de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. En el relanzamiento de anteayer, en Sarandí, la ex presidenta invitó al escenario a ciudadanos que fueron afectados por decisiones económicas de la administración de Cambiemos.

Grimson no encontró un paralelo con la campaña de 2011 "en el sentido de la estética peculiar, sino en que fue un discurso dirigido a las grandes mayorías". "Después del 54 por ciento, casi no hubo más discursos dirigidos a todos, sino a los votantes convencidos o propios", señaló.

La politóloga Paula Clerici afirmó que "ponerle nombre propio y cara a quienes padecen las políticas del gobierno" no es una forma de campaña que remite solo al Pro, sino que hay otros partidos, como el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), que también apelan a ese recurso. "No creo que Cristina haya emulado al Pro ni el acto me generó una reminiscencia a la estrategia de 2011. Es una campaña desde la oposición, eso es lo que genera desconcierto", advirtió Clerici, profesora de la UBA y UTDT , y becaria postdoctoral del Conicet.

Para Leiras, el relanzamiento del kirchenrismo en el estadio Julio Humberto Grondona fue "un ensayo nuevo de estrategia política". "Un aspecto llamativo se encuentra en parte de la puesta en escena del acto. En ese sentido la apelación a ciudadanos comunes tiene puntos en común con cierta retórica macrista de interpelación a la gente", explicó.

Polarización

Los especialistas coincidieron en que la ex presidenta buscó polarizar con el Gobierno y, al mismo tiempo, atraer a sectores no fieles para ampliar su base de sustento. "La polarización fue la constante, pero más allá de lo discursivo, por el protagonismo desempeñado en una fecha patria, la elección del conurbano como geografía, la cercanía al cierre de listas, la movilización masiva frente a un modelo de legitimación política que busca el apoyo desde lo privado vía redes sociales. Hay una polarización tanto de orientación de las políticas públicas como de estilos políticos", apuntó Guberman.

Según Leiras, la ex presidenta "buscó generar empatía con el propósito de ampliar su base electoral, apostando a polarizar con el oficialismo". "¿Cómo lo hizo? Apelando al conjunto de los sectores identificados como afectados por las políticas de Macri, sin aditamentos partidarios, y con una deliberada omisión de los aportes de la herencia que dejaron los ocho años de su propia gestión presidencial", agregó.