Eduardo Levy Yeyati: “Hay que superar el enanismo emprendedor”

“Hay que dejar de endiosar a los innovadores estrella solitarios”, dijo el economista Eduardo Levy Yeyati, presidente del Consejo Nacional de la Producción, en una de las primeras disertaciones de Innubatec 2016. El encuentro trató de analizar los beneficios de considerar a la innovación como un trabajo conjunto entre las empresas, el Estado y la academia.

El evento, auspiciado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, fue organizado por Ubatec, una sociedad integrada por la Universidad de Buenos Aires, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Unión Industrial Argentina y la Confederación General de la Industria. Con el título “Argentina hacia una economía de la innovación”, las charlas destacaron la importancia de la conexión entre ciencia, empresa y sociedad y la necesidad de un cambio cultural fuerte para avanzar hacia el trabajo interdisciplinario.

“Tienen que estar dadas las condiciones para que los emprendedores crezcan y para que la innovación fluya”, consideró Levy Yeyati. Y retrucó: “Nuestro problema no es sólo crear más empresas, sino que crezcan y se hagan medianas. Debemos salir del enanismo emprendedor”. El economista y asesor del Gobierno puso como ejemplo a seguir al denominado “modelo Malbec”. Este hace referencia al trabajo que hizo la industria vitivinícola: agregarle valor a recursos naturales con la creación de marca y calidad. También destacó las posibilidades de la innovación en el turismo y en el campo.

Esteban Campero, subsecretario de Emprendedores del Ministerio de Producción, fue uno de los últimos disertantes y aseguró que 80% de la innovación en el mundo está en las grandes empresas multinacionales y generalmente la mayor parte se desarrolla en sus casas matrices. “Por eso hay que buscar estrategias y sistemas de vinculación entre la innovación, el conocimiento y la creación de una empresa”. Innovación es ser cada vez más competitivos, aclaró. Además, afirmó que los tres ejes de su política son “federalizar la innovación, mejorar la experiencia del ciudadano y buscar un gran impacto económico y social”.

La importancia de los enfoques integrales fue destacada por Laura Antonietti, directora provincial de Gestión del Conocimiento del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos. “Es imprescindible un abordaje trasdiciplinario para poder solucionar los problemas actuales”. La médica, especializada en cardiología, consideró las dificultades culturales para este proceso y habló de los beneficios de la medicina “traslacional”. Este modelo acerca la ciencia básica y la aplicación clínica y los investigadores trabajan juntos para generar un marco conceptual nuevo. “La innovación implica animarse a expandir nuestros propios limites y en este camino también animarse al aprendizaje”, sentenció.

Aníbal Cofone, director de la carrera de ingeniería industrial y Secretario de Ciencia y Técnica de la Universidad de Buenos Aires, puso énfasis también en la necesidad de trabajar en equipo y la importancia de llevar la ciencia a la sociedad. “Hay que pensar en estructuras, procesos y personas para esa interface”, dijo.

Iván Ordóñez, Coautor de los libros “Campo” y “Soja en Argentina”, habló del impacto de la innovación en el campo y destacó que la inyección de conocimiento interviene en todos los nodos productivos. “Los altos niveles de competencia pueden poner en jaque a la Argentina como proveedor privilegiado de alimentos”, vaticinó. “Por eso es necesario la implementación intensiva de conocimiento, para ser parte del sistema global de los agronegocios”.

En el campo de la biotecnología, Graciela Ciccia, directora de Innovación y Desarrollo Tecnológico del Grupo INSUD resaltó que “el tiempo en la innovación es vital para ser competitivos ”y consideró la necesidad de reducir los tiempos de por ejemplo, en la obtención de una patente para poder avanzar y ser competitivos.