Di Tella en los medios
La Nación
30/09/16

Déficit fiscal, endeudamiento, las advertencias en la reunión de FIEL

La "estrategia de endeudamiento es riesgosa si consideramos que tenemos un bajo nivel de reservas y todavía no estamos en condiciones de contar con el crédito de organismos internacionales", dijo Pablo Guidotti, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella.

Rebote o crecimiento: ¿esta vez será diferente? Esa fue la pregunta de cabecera de la conferencia anual de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). Y el financiamiento necesario para ese proceso fue uno de los elementos clave. Alejandro Werner. director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, dijo que las bajas tasas de interés se mantendrán y que es una buena oportunidad para que los países se endeuden de manera responsable, pensando en un crecimiento sostenible. 

Pablo Guidotti
, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella y ex secretario de Hacienda, planteó sus reparos. A través de un ejercicio económico, mostró a qué niveles puede llegar la deuda con una situación fiscal compleja y deficitaria. "Hoy es absurdo recurrir a más impuestos. Hay que ir en sentido contrario, pero también es cierto que, sin medidas concretas, podríamos terminar en 2017 con un déficit fiscal del 6%" del PBI, explicó.

Aclaró también que "la Argentina ya parte de un nivel de deuda relativamente grande. Esta estrategia de endeudamiento es riesgosa si consideramos que tenemos un bajo nivel de reservas y todavía no estamos en condiciones de contar con el crédito de organismos internacionales".

"Es un momento muy especial para el país", dijo el economista de FIEL Fernando Navajas a LA NACION. "Se trata de una transición en muchos sentidos. Está inscripto en el famoso stop and go (o "pare y siga") de la economía argentina, en donde lo que estamos mirando es el stop, pero el go no viene", explicó Navajas, quien recientemente obtuvo el premio Konex de Platino en Análisis Económico Aplicado. "En medio del stop aparece un sinceramiento de una cantidad de indicadores económicos, de los cuales la pobreza es uno de ellos, que muestran un panorama complejo de lo que esta recesión ha ocasionado". Aclaró que "si esta recesión logra visualizarse como algo transitorio, va a dar lugar rápidamente a un crecimiento el año próximo. Nosotros creemos que es factible. Pero hoy existe una cierta disonancia entre quienes miran los números de este momento y piensan en un tercer trimestre, que nunca llega, y la gente que habla mirando el desarrollo esperado de la economía en los próximos meses".

Un leit motiv durante toda la jornada fue la necesidad de restablecer el crecimiento y la productividad, aunque también hubo preocupación por los alarmantes niveles de pobreza difundidos anteayer con las estadísticas oficiales. Allí se mostró que uno de cada tres argentinos es pobre, "una muestra de la ineficiencia de las políticas públicas", dijo Daniel Artana, economista jefe de FIEL. Para José María Fanelli, profesor de la 
Universidad de San Andrés e investigador del Conicet, "ante la pregunta sobre si esta vez será diferente no vayamos a lugares en donde ya estuvimos. El Estado es grande, igual al de un país desarrollado, pero con un tercio de la población en situación de pobreza y un 47% de chicos pobres. Esto pone a la sociedad en un lugar espantoso.Ninguna política es implementable si no se garantiza la gobernabilidad, que supone lograr un equilibrio distributivo". Y agregó: "Los equilibrios de economía política en la Argentina han favorecido el tipo de cambio real bajo, el gasto público alto y una protección industrial elevada. Son equilibrios que generan trampas de bajo crecimiento y perpetuación de la pobreza por la escasez de empleo". Destacó también que "no tenemos futuro si no achicamos el Estado y aumentamos su eficiencia". Para crecer, es necesario invertir, y no alcanza con el 15% del PBI, explicó Artana:

"Esta es una economía que invierte poco. El déficit fiscal impacta en el ahorro de la economía y genera fragilidad". En materia de productividad, se destacó que el camino es arduo, y aunque en un momento se habló de que "parece una mala palabra en este país", hubo consenso en que es una de sus debilidades, sobre todo a la hora de competir. "Cuando el país crece lo hace invirtiendo, empleando más gente y mejorando la combinación del trabajo y el capital a través de la incorporación de tecnología y una mejor organización gerencial", dijo Marcela Cristini, economista senior de FIEL. "En la Argentina, en los últimos ocho años se estuvo incorporando muy poca gente al empleo y muy poco capital en la economía privada. Hubo entonces una perdida del valor agregado y una caída del PBI", agregó. Hasta 1950, reseñó la economista, el ingreso per cápita del país duplicaba al regional y era 9 veces el ingreso chino. Pero en los últimos años, se estancó la productividad o directamente decreció, "haciendo que el país no fuera atractivo para las inversiones", dijo Cristini. "Más precisamente, la industria estuvo estancada en los últimos siete años. Las empresas pudieron hacer poco frente a un entorno donde se les limitó el margen de maniobra".

Juan Luis Bour, también economista de FIEL se refirió al mercado de trabajo. "Me pregunto por dónde empezar. Si por los problemas en los sistemas de riesgos de trabajo, por el problema del ausentismo laboral, las presiones de los convenios colectivos, los impuestos en general, los costos laborales o la sobredimensión del empleo público. Si se viene un escenario de inflación a la baja y apertura de la competencia, la pregunta es: ¿estamos listos para ese contexto?"