5/12/4

K según Borges (Edición i)

POR GABRIELA POUSA

En la Edición i de esta semana hay una aguda reflexión sobre la Argentina presente:

"Lo cierto es que vivimos postergando todo lo postergable; tal vez todos sabemos profundamente que somos inmortales y que tarde o temprano, todo hombre hará todas las cosas y sabrá todo".
Jorge Luis Borges

"No somos el proyecto del default",
Néstor Kirchner (25 de mayo de 2003)

I / Todo lo que puedas dejar para mañana, no lo hagas hoy. He ahí la gran premisa de la política en la Argentina, al parecer, no importa siquiera si la dilación ocurre muchas veces.
Aquí estamos, sobrevivientes de un año donde los protagonistas fueron el desconcierto y del show mediático. Estamos, quizá, afinando el lápiz para escribirle la misiva a Papá Noel pidiendo una salida para la Argentina o, al menos, una Argentina para la salida...
Postergamos el canje de la deuda, postergamos al Fondo, ¿por qué no postergar la Presidencia?

II / Aún sin articular un plan de reformas estructurales capaz de atender lo que en la calle se enunciara como prioridad, Néstor Kirchner ha heredado de su artífice, Eduardo Duhalde, el manual para ir cubriendo baches.
Un racconto por la memoria nos podría llevar a los días cuando, escobillón en mano, el jeque bonaerense barría debajo de la alfombra de Balcarce 50 todo aquello que no admitía un reciclado. En la neo-terminología populista podría decirse que Duhalde barrió la mugre y abrió las puertas de Casa Rosada a un provinciano dispuesto a hacer del país un feudo similar al que des-administrara durante 12 años.
Entonces, el último índice de confianza en el Gobierno (ICG) correspondiente al mes de noviembre registrado por la Universidad Torcuato Di Tella obtuvo un valor de 2,46 puntos sobre un máximo de 5, (9% más que en octubre, ubicándose 30 puntos por debajo del promedio de la administración Kirchner, aunque 73 puntos por arriba del promedio de la serie). Fue el tercer mes consecutivo de recuperación de la confianza en el gobierno.
De haber podido dialogar con Edelma -la tía célebre de Jorge Asís- tendríamos alguna explicación para este aumento de la confianza de la sociedad en un gobierno que, al día de hoy, aún no ha sido capaz de resolver ninguna de las demandas perentorias de la gente.

III / Al asumir la Presidencia, los sondeos de opinión pública mostraban las siguientes prioridades para la ciudadanía, de acuerdo al Centro de Estudios Nueva Mayoría:
> desocupación (26%);
> corrupción (17%);
> educación (14%);
> delincuencia (11%),
> hambre (8%),
> justicia (6%);
> salud (5%),
> salarios bajos (5%),
> droga (2%).

Noviembre de 2004: la inseguridad ha aumentado 20 puntos, convirtiéndose en el desvelo prioritario.
Asimismo, ganó espacio una nueva preocupación, que atañe a la acción de los grupos piqueteros y la escalada de violencia social.
¿Hay medidas o políticas de Estado tendientes a eliminar algunas de estas cuestiones? La respuesta es negativa.
Lo fundamental para Néstor Kirchner ha sido afianzar su liderazgo.
En un primer momento, la necesidad de construir su propio poder estaba justificada por la escasez de votos con que asumiera y la sospecha de un préstamo de caudal electoral.
Una vez que demostró su habilidad para acumular algunos grupos dispuestos a aplaudir en cada una de sus excursiones al interior del país o de la provincia, debió dejar el énfasis en continuar la senda de Yo, el Supremo, al mejor estilo de Rodríguez de Francia, en la pluma de Augusto Roa Bastos...
Pero una cosa es el pueblo paraguayo y otra muy distinta es el ser nacional: mezcla rara de penúltimo linyera y primer polizón en viaje a Venus... Si acaso inventamos el amor ¿por qué no inventar un Presidente que no es?

IV / Néstor Kirchner termina así un año entero de gestión, o de anunció de gestión.
Hechos: pocos. Palabras: demasiadas.
Si se atiende el discurso oficial se verá que son escasas las frases que el Gobierno utiliza cualquiera sea el tema a tratar.
> "Estamos construyendo una nueva Argentina",
> "Debe terminarse con la exclusión social",
> "Los nostálgicos de siempre quieren que volvamos al fracaso"...

Pero el arquitecto no ha mostrado aún los planos de la construcción. No hay siquiera hormigón armado ni mano de obra. Todo es postergable en la Argentina, hasta la Argentina misma.
El Gobierno se ha venido manejando con un principio conocido por la semiología y que se basa en la creencia que "el discurso hace". Pero el discurso sólo hace discurso, nada sutil diferencia.

V / Podrá decirse que el pueblo no reacciona. Pero no se trata de avasallar derechos ni de copar instituciones. El patoterismo nacional -antes o después- deja al descubierto una debilidad extrema ya sea el Gobierno quién lo erija, o la ciudadanía.
Tampoco se trata de cacerolazos ni convocatorias con fines poco claros. ¿Cuántas veces en la historia se ha llenado la Plaza de Mayo? ¿Con qué consecuencias? Y, ¿a dónde hemos llegado? Aquí, dónde estamos.
¿Entonces? Insistir en la debilidad que se esconde detrás del superávit fiscal récord que alcanzó la gestión de Néstor Kirchner no es una proclama inocente. Véase que ni siquiera Eduardo Duhalde es quién esgrime esa idea ni ninguno de los opositores en el espectro de la política.
Conviene buscar la génesis de estas sospechas, así como aquellas que hablan de desestabilización, de intrusos que jaquean la seguridad del jefe de Estado, etc., etc., en el seno del mismísimo gobierno ante la imposibilidad de maniobrar el presente y terminar un año entero con resultados concretos. La finalidad es dual:

1. Generar en la población inestabilidad, y
2. Victimizar al Presidente.

Ante semejante epopeya y tamaña afrenta, el propio Poder Ejecutivo demostrará qué sale airoso de una situación que no tiene consenso en la ciudadanía. Nadie quiere ver caer el régimen constitucional.
En rigor, si alguien ha atentado contra él no ha sido la gente... ¿O acaso fue ésta quién votó a favor de la pesificación?
Cuando los medios de comunicación no colaboran a echar luz sobre el escenario, los efectos de neón suelen encandilar: no permiten definir de dónde se nos está enfocando.
Si la estrategia del oficialismo es la oratoria, es dable admitir que el confuso manejo de la misma no sea, en realidad, arbitrario.
La demagogia para un pueblo exitista es atractiva. Asumámoslo.

VI / Desde luego que el asistencialismo y el clientelismo político han desvirtuado el sufragio para convertirlo en una trampa.
Por ello, es que se puede sostener que el gobierno tiene aún tiempo de sobra para maniobrar según sus caprichos.
Ha sabido proveerse, a través del superávit fiscal, de una gran caja con la que subsidiar votos y garantizar la permanencia. Pero, he aquí la pregunta del final de 2004: ¿Hay Kirchner para rato?
La respuesta es siempre contenciosa. En un país caracterizado por imponderables y con probables que se dan con más asiduidad que los posibles, negar la posibilidad de una reelección es un riesgo arbitrario más que analítico.
Afirmarla, paradójicamente, es lo mismo.
Entramos, pues, en el laberinto...
Hay pro y hay contra para pensar en un Néstor Kirchner con banda y cetro más allá del 2008. Hay quizá, un debe y un haber. ¿Podrá una buena caja sortear la lupa de quienes se ocupan de sacar a relucir excesos u omisiones?
Podemos sí, aventurar con más rigurosidad una época de puja característica del escenario pre-electoral. Léase: duhaldismo, kirchnerismo, transversales, horizontales y verticales si los hubiera o de lo contrario perpendiculares, que siempre se inventan.
Todos con afán irrefutable por ocupar espacios en el recinto donde se dirime si tal proyecto va al cajón o termina en fiesta de egresados, graduándose en ley.
Estas luchas históricamente han estado acompañadas de violencia.
La violencia electoral en la Argentina tiene anales inmensos en las bibliotecas.
En ese caso, habría que ver si aún tiene Kirchner el poder sobre los piqueteros y las fuerzas de choque callejeras que tuviera cuando asumió en mayo de 2003.
Lo que está en su haber es la facultad para dar continuidad a falsas dialécticas. Es decir, no será casual hallar nuevos o viejos y reciclados frentes de batalla.
Ya sea entre piqueteros, entre la justicia y los insurrectos, entre el gobierno y sus detractores, entre el periodismo y los voceros del Ejecutivo -que nunca mientan porque sino dejarían de serlo-, etc.
Siempre matizado con treguas efímeras que distiendan y enemigos focalizados, aunque nunca aparezcan en el escenario.
Si no son las FFAA, son los ’90, o el Fondo Monetario. Ahora han descubierto a Paco (escucho en este instante que Felipe Solá lo llama "pasta base"). Siempre hay culpables de nuestros males. Siempre se posterga su eliminación. ¿Hace falta aducir una razón...?

VII / Hay números a favor de la actual administración: según el estudio de la Torcuato Di Tella, la capacidad para resolver los problemas de la gente sigue siendo el atributo que genera más confianza en la población. Así, el 66% de los entrevistados opina que el gobierno está resolviendo los problemas del país o sabe cómo hacerlo, pero necesita tiempo (4% más que el mes de octubre). En ese aspecto, y con esta paciencia que debe de ser la primera inversión china en la Argentina, ¿por qué no darle tiempo hasta pasado el tiempo de su gestión....?
Hay números a favor de la actual administración.
La opinión pública consume datos. Resulta una aplicación muy peculiar de la filosofía de Antoine de Saint Exúpery porque en este caso lo esencial no es invisible a los ojos..
En tanto, el derroche de gasto público no es tema accesible para el grueso de la sociedad; y sus efectos -o defectos- no lesionan, todavía, severamente la marcha de la economía. Pero si se hubiese una lesión, se intentará postergar la herida, pasar derecho a la cicatriz, y sanseacabó
Pero la argentinidad tiene humor cambiante, y en materia política el aliado de ayer es el enemigo de mañana. La historia lo ha demostrado y la coyuntura confirma que la porfía no ha variado.
No hubo ningún jefe de Estado que mantuviese inflexible su porcentaje de aceptación durante más de un año de mandato. La idiosincrasia permite fluctuar sin que aquello determine tiempos políticos precisos ni defina grandes cambios.
Basta recordar que, a comienzos del año 2003, dos de cada tres argentinos seguían adhiriendo al "Qué se vayan todos". Pero todos siguieron ¡y consiguieron!
Los más recientes resultados electorales en las provincias mostraron que en un 94% triunfó la reelección de los ‘sistemas’ en ejercicio, acentuando incluso la primacía del oficialismo.
Amén de justificar lo sucedido a través del clientelismo, el asistencialismo, los subsidios, etc., la opinión pública ratificó su volatilidad en materia política y la amplia brecha entre conducta y prédica.
"La memoria es porosa para el olvido" decía el hombre que con los años perdía registro de los rasgos de Beatriz Viterbo...

VIII / Hay estudios que revelan que cuanto mayor es el grado de pobreza aumenta la tendencia a votar al peronismo. Entonces, ¿quién será el peronista que le dará pelea al Presidente?
Con certeza lucharán por la concentración de poder que ocurre en la Ciudad de Buenos Aires con más de 8 millones y medio de habitantes.
Y el conurbano es decisivo a la hora de votar porque representa el 39% de los votos; el partido de La Matanza, con 1 millón de habitantes, tiene una influencia electoral –en un esquema de distrito único nacional. superior al de 17 provincias juntas.
¿Podrá quedarse Kirchner con el conurbano bonaerense? ¿Podrá regresar al futuro Eduardo Duhalde, a lo Steven Spielberg?
¿El empobrecimiento es una herramienta necesaria para quien intente establecer su unicato dentro del Justicialismo?
En rigor habría que considerar:
a. Si es mejor -o no- que Kirchner se fortalezca, independiente del PJ;
b. Qué cambiaría si Kirchner cierra filas con el peronismo, y
c. Cómo evolucionará la ideología predominante en el kirchnerismo (si la hay).
Si bien es grande la distancia entre Kirchner y cierto peronismo, en política, pactos y alianzas pueden sacarse de la galera en todo momento.
Si el Presidente deseara asirse del PJ debería efectuar reformas de corte socialista o del tradicional corte corporativo del peronismo. Pero si lo deseara, ¿podría deshacerse de sus preferencias ideológicas o sólo podrá continuar el ‘estilo K’ emparchando y disipando nubarrones?

IX / En los ’70, Juan Perón comprendió que el Banco Central no tenía las reservas internacionales de los ’40 ni en el hemisferio que controlaba Richard Nixon había espacio para avalar el socialismo y echó a la izquierda de su lado.
En los ’90, Carlos Menen advirtió que la Guerra Fría llegaba a su fin y que no existía quórum para una economía corporativa.
¿Qué visión tiene Kirchner de la Argentina y el mundo al comienzo del siglo 21?
Hasta el momento, él ganó tiempo sustituyendo las reservas de los ’40 por el default del 2001. ¿Y luego?
El riesgo consiste en que no se produzcan cambios de fondo y el horizonte se oscurezca más. No se percibe ninguna salida inocente para este laberinto. En el seno del Justicialismo todo puede ser, y no ser, al mismo tiempo por más que Heráclito y Parménides se esfuercen en afirmar y negar que lo que es no sea y viceversa.
Kirchner puede alquilar huestes piqueteras pero aún le falta bastante para asirse de las intendencias. He aquí un problema: debe iniciar las negociaciones y detrás del mostrador, quién rechaza o acepta la apuesta es el aparato justicialista que sólo reconoce el poder de ‘la Caja’. ¿Es compatible el excedente fiscal con las apetencias de Kirchner y el precio del PJ?
Cabe esperar que él apele a la mecánica duhaldista y continúe barriendo la suciedad debajo de la alfombra. Pero ¿cuánto dura un edificio construido sobre arenas movedizas? Al parecer Néstor Kirchner está inmerso en sus propias Ruinas Circulares, condenado al éxito creyendo realidad los sueños...

X / "Su victoria y su paz quedaron empañadas de hastío. En los crepúsculos de la tarde y del alba, se prosternaba ante la figura de piedra, tal vez imaginando que su hijo irreal ejecutaba idénticos ritos, en otras ruinas circulares, aguas abajo (...) El propósito de su vida estaba colmado; el hombre persistió en una suerte de éxtasis. Al cabo de un tiempo que ciertos narradores de su historia prefieren computar en años y otros en lustros, lo despertaron dos remeros a medianoche: no pudo ver sus caras, pero le hablaron de un hombre mágico en un templo del Norte, capaz de hollar el fuego y de no quemarse. Recordó que de todas las criaturas que componen el orbe, el fuego era la única que sabía que su hijo era un fantasma. Ese recuerdo, apaciguador al principio, acabó por atormentarlo. Temió que su hijo meditara en ese privilegio anormal y descubriera de algún modo su condición de mero simulacro. No ser un hombre, ser la proyección del sueño de otro hombre ¡qué humillación incomparable, qué vértigo!(...) Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo".
Jorge Luis Borges

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