Di Tella en los medios
Infolatam
10/02/16

Nuevos liderazgos políticos para los nuevos tiempos en América latina

América latina atraviesa por un nuevo tiempo en el terreno económicocon el fin del auge de las materias primas y en el social con la emergencia y consolidación de las clases medias. Todo ello tiene una directa incidencia política que obliga a que los líderes y los partidos también deban reinventarse en esta nueva época.

Este ha sido uno de los temas abordados en Casa América este miércoles 10 de febrero en una “Mesa redonda sobre el liderazgo político en América Latina”.

Allí estuvieron Rafael Roncagliolo, embajador de Perú en España, Rut Diamint, profesora de la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires, Laura Tedesco, profesora de la Saint Louis University (Madrid) y Manuel Alcántara, profesor de la Universidad de Salamanca.

Rut Diamint y Laura Tedesco son autoras de un libro ( “Latin America’s Leaders”) en el que se analizan los liderazgos en cinco países de la región (Uruguay, Argentina, Colombia, Venezuela y Ecuador) trabajo que ha conllevado realizar más de 250 entrevistas y que ha dado como resultado una tipología de tipos de liderazgos en la región.

Una tipología que distingue entre presidentes demócratas que refuerzan las instituciones democráticas (Juan Manuel Santos); demócratas ambivalentes (Álvaro Uribe) que respetan la institucionalidad pero la desafían; usurpadores de poder débiles (Rafael Correa) que tratan de manipular la institucionalidad y usurpadores de poder fuertes (Hugo Chávez) que lograr revertirla.

En el terreno de los liderazgos políticos esta nueva década ha traído la desaparición de líderes carismáticos como Hugo Chávez (2013), de hegemonías como la de Cristina Kirchneren Argentina (2015) y la decadencia de figuras hasta hace poco emblemáticas e intocables como Dilma Rousseff y Lula da Silva en Brasil o Michelle Bachelet en Chile.

A la vez surgen otros líderes y liderazgos nuevos vinculados a los cambios provocados por la crisis económica actual: unos liderazgos son de estilo más sobrio, como el deMauricio Macri, otros de tono populistas xenófobo, como el de Donald Trump, y otros de izquierda demagógica como el de Pablo Iglesias.

Entonces la pregunta que cabe hacerse es si estos nuevos tiempos marcados por la crisis, la ralentización, el cambio de modelo y la transición social exigen nuevos tipos de liderazgos políticos.

Nuevos líderes menos personalistas pero que sepan responder a las demandas sociales de las clases medias urbanas que piden mayor transparencia, menos corrupción y clientelismo y mejores servicios sociales. Lideazgos que no aplasten a las instituciones y que tengan capacidad didáctica.

Son las instituciones, estúpido

La gran asignatura pendiente de la región en el sentido del liderazgo político es, como ha señalado Roncagliolo, “la necesidad de fortalecer los partidos y la institucionalidad para contrarrestar el actual renacimiento de los fuertes liderazgos. Estamos asistiendo a un deterioro de los partidos a la vez que se refuerza el presidencialismo y las individualidades”.

Por su lado, Rut Diamint, autora junto a Tedesco de “Latin America’s Leaders”, ha destacado que “el personalismo y el populismo emerge donde los sistemas de partidos son débiles. A mayor grado de institucionalización menor peso de los liderazgos”.

Laura Tedesco ha querido subrayar que “existe la encesidad de promover la democratización de los liderazgos y que la ciudadanía se movilice y también se involucre en los partidos. No todo tiene que ser activismo social. También debe haber capacidad para activar controles institucionalizados”.

Porque la idea es que mientras que no se transformen las sociedades, la cultura política y se refuercen las instituciones seguirá habiendo liderazgos avasalladores que no contribuyan al consenso, a la tolerancia y al refuerzo de las instituciones democráticas.

Después de todo, como subraya Manuel Alcántara “los líderes son representativos de las sociedades. Son producto de ella y no son procuto de teoría conspiurativas ni marcianos ajenos a la realidad”.


Por Rogelio Núñez