Di Tella en los medios
La Nación
8/11/15

¿Cuánto más puede subir la bolsa local si llega un cambio en la política económica?

Por Juan José Cruces

En el último mes el Merval creció mucho más que los indicadores bursátiles de la región; aún hay margen para ganar

Desde que el ex candidato presidencial Sergio Massa desafió al Frente para la Victoria en junio de 2013 y garantizó que no habría un tercer mandato consecutivo de la presidenta Cristina Kirchner, la bolsa argentina subió 61% en términos reales, mientras que el promedio de los indicadores en América Latina bajó 15 por ciento. En el último mes, el Merval subió 33% mientras que el Bovespa subió 5%: ¿están caras o baratas las empresas argentinas? ¿Cuánto más pueden seguir subiendo las cotizaciones?

Respondemos aquí con un ejercicio de valuación relativa. En criollo sería así: si la morcilla y el chorizo siempre costaron lo mismo pero recientemente hubo una anomalía que redujo el precio del chorizo, ¿cuánto valdrá el chori si hoy concluye la anomalía? ¡Pues lo mismo que hoy vale la morci!

La comparación se complica por varios motivos. Por un lado, los sectores industriales representados en las distintas bolsas son diferentes: por ejemplo, la actividad de la minería es grande en Perú, pero inexistente en el resto de la región; el sector de bancos es importante en Colombia pero no tanto en el resto de los países; petróleo es un sector fuerte en la Argentina y Brasil, pero no en Chile; compañías de software casi sólo hay de base argentina, etcétera. A su vez, los precios de exportación e importación, que impactan sobre las economías y sus bolsas, evolucionan de manera diferente en cada país.

Comparar peras con peras

Para poder comparar peras con peras, filtré a los índices bursátiles nacionales de esos factores y del viento de cola global, ya que ambas cosas contaminan.

El resultado es el índice de valor propio ilustrado en el gráfico que acompaña esta nota. Allí se compara a la Argentina con el promedio de Brasil, Chile, Colombia, México y Perú. Cada línea representa la evolución de una inversión inicial de 100 pesos de cada país, en términos reales, hecha en abril de 2003, justo antes de la asunción de Néstor Kirchner, y mantenida hasta fines de octubre de 2015. La particularidad es que dicha inversión sólo está sujeta a las vicisitudes propias del país y de la región pero no del mundo entero; además, está purgado el efecto de las distintas industrias que hay en cada lugar y de los términos de intercambio.

Al tratarse de un valor que sale de la bolsa, la evolución de cada línea refleja la opinión sobre los efectos de corto y largo plazo de la política local de quienes tienen capacidad para hacer inversiones. Cuando el índice sube es porque el país hizo cosas que ellos percibieron positivamente. Cuando baja, pasa lo contrario: se decidieron políticas que no se leyeron como convenientes.

El gráfico señala diversos eventos que implicaron cambios importantes en el clima de negocios. Desde que asumió Kirchner hasta inicios de 2007, la Argentina tuvo una suba propia muy importante, a la sazón muy parecida a la del resto de la región.

La bifurcación entre las dos curvas sucede a inicios de 2007, justo cuando se interviene políticamente el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). La crisis del campo, la reforma previsional con la estatización de las AFJP y la nacionalización de YPF fueron hechos y medidas simultáneas a caídas importantes del valor propio de la Argentina, al mismo tiempo que la región estaba de fiesta.

Efecto electoral

La brecha con el resto de la región prácticamente comenzó a cerrarse cuando el Frente para la Victoria perdió las elecciones legislativas de 2013: desde entonces el valor propio de la Argentina subió de 65 a 103, mientras que en el resto de la región el indicador se redujo de 193 a 160. Estamos llegando a una fiesta regional que languidece, pero aún hay comida rica y buena música.

¿Cuánto puede subir la bolsa argentina si muy pronto se implementa una política parecida al promedio de la región? Para restablecer la relación de valor que nuestras empresas tenían con las vecinas cuando asumió Néstor Kirchner, pueden subir todavía 55% si lo medimos en moneda local ajustada por inflación, pero sólo 18% si medimos todo en dólares. Esto es porque el resto de la región ha devaluado recientemente, de modo que las bolsas de esos países muestran mayores caídas cuando se miden las variaciones en dólares que cuando se consideran las monedas locales.

Pero en 2003 las empresas argentinas estaban bastante malheridas. Si tomamos como referencia un momento en que las compañías locales eran más valiosas, por ejemplo 1997, para así restablecer la relación que había en aquel momento con el resto de la región, se observa que nuestra bolsa puede subir todavía 76% en moneda local ajustada por inflación, y 120% en dólares. Ninguna medición es perfecta. Esta tampoco. Pero da un marco de referencia racional para justificar que hay jugosas ganancias por obtener si se cierra la brecha con la región.

(*) Profesor de Economía y Finanzas en la Universidad Torcuato Di Tella