“La OCDE reconoce que la Argentina destina a Educación más que el promedio regional”

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que nuclea a los países desarrollados, “reconoce a la Argentina por ser el mayor inversor en Educación de América Latina en términos de recursos sobre el Producto Bruto Interno (PBI). Señala que destina 6,3% de su PBI, más que el promedio regional, y más que el promedio también de la propia OCDE que agrupa a los países desarrollados”, dijo la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en el discurso de apertura de sesiones del Congreso.

Efectivamente el informe de la OCDE, “Latin American Economic Outlook 2015: Educación, Habilidades e Innovación para el Desarrollo” destaca a la Argentina por ser el mayor inversor en educación de América Latina en términos de recursos sobre el PBI.

Según la OCDE, “la Argentina se encuentra entre los mayores inversores en la educación en América Latina asignando recursos por el 6,3% del PBI, más que el promedio regional y el de la OCDE”.

De acuerdo con los datos del informe, la Argentina destina el 0,5% de su PBI a la educación inicial, igual que el promedio de la OCDE, mientras que en América Latina se destina el 0,3%. Para toda la educación, la Argentina destina el 6,3% de su PBI, mientras que la media de la OCDE es del 5,6% y la de América Latina sólo un 5 por ciento.

En Educación, menos recursos y peores resultados

Dos cuestiones importantes a señalar. La primera es relativizar los datos del Informe OCDE citados por la Presidenta ya que con las correcciones de inflación, y el cambio de la base del PBI (de 1993 a 2004) que realizó el Indec, la inversión educativa en términos del PBI pasó en los últimos años del 6 al 5%, generando una importantísima deuda para la educación ya que naturalmente la inversión descendió pero las necesidades de fondos, ahora no disponibles, se mantuvieron. De manera que la Argentina ya no es el mayor inversor en educación de América Latina sino que se encuentra exactamente en el promedio de la región.

Pero el principal problema no es la inversión sino los resultados. Aun con el 5% del PBI, estamos invirtiendo más que México, Colombia o Chile. Sin embargo, obtenemos peores resultados que estos países, tanto en exámenes internacionales como en tasas de escolaridad secundaria.

Según los resultados de PISA 2012, examen internacional que administra la propia OCDE, la Argentina se desempeña muy por debajo de otros países con niveles de ingreso o de inversión en educación similares. En Matemática y Ciencia, la Argentina fue el país que peor se desempeñó para su nivel de ingreso.

Esto pone en evidencia que la calidad educativa no es algo que se resuelva exclusivamente con mayor inversión, sino que requiere de políticas educativas consistentes y sostenidas en el tiempo.

La cantidad de días de clases, el ausentismo docente, el de los alumnos y la evaluación de las escuelas son algunos factores claves vinculados con los resultados de calidad. Y en este sentido la última evaluación PISA aporta datos de contexto que ayudan a entender por qué a pesar de invertir más (aunque menos que antes) obtenemos tan malos resultados.

A modo de ejemplo:

• El año escolar argentino es más corto que el de la mayoría de países participantes en PISA.

• La Argentina tiene la tasa más alta de ausentismo estudiantil de todos los países participantes en PISA. Más de la mitad de los alumnos de secundaria evaluados admite haber faltado a clase y llegado tarde.

• La Argentina está entre los países que menos evalúan a sus escuelas y que menos usa los resultados de las evaluaciones. Y la evidencia muestra que los sistemas educativos que más aprovechan las evaluaciones mejoran más rápido.

En síntesis, el problema educativo no es sólo ni principalmente un tema de recursos económicos. La cuestión educativa es básicamente de orden político y requiere asumir cambios estructurales y compromisos sostenidos en el tiempo.

(*) Directora del Área de Educación de la Universidad Torcuato Di Tella ( UTDT )