Di Tella en los medios
iEco
25/01/15

La inflación del primer semestre será menor que la del segundo

Proyecciones 2015.Este año, la evolución de los precios estará condicionada por el tipo de cambio, la emisión monetaria y las expectativas.

La trayectoria de la inflación durante 2015 parece seguir el camino inverso al de 2014. El año pasado, el golpe más fuerte se sintió en la primera parte del año, cuando los precios fueron ajustados en función de la devaluación del peso del 23% que se produjo en enero. En la segunda parte del 2014, la suba del costo de vida comenzó a declinar, a tono con la estabilidad del tipo de cambio oficial y la menor emisión monetaria. Para este año, los economistas marcan que la inflación arrancará acotada –salvo algún repunte en enero por cuestiones estacionales– y que en próximo semestre los índices comenzarán a subir, por el empuje del atraso cambiario y la menor demanda de pesos. El año cerraría con un índice del 38%, similar al de 2015.

Según el Indec, la inflación de diciembre fue del 1% mensual, mientras que la del año fue de 23,9%. El índice del Congreso tuvo un alza del 1,8% en el último mes del año, con una variación interanual del 38,5%. El indicador que elabora la Ciudad de Buenos Aires subió 1,5% en diciembre y así cumplió tres meses con un registro por debajo de 2%. “La desaceleración de la inflación en el margen acompañó el virtual congelamiento del tipo de cambio oficial que siguió al recambio de autoridades del Banco Central de fines de septiembre, con un impacto directo en la dinámica de los precios de los bienes transables”, sostiene el equipo económico del Banco Ciudad. Entre octubre y diciembre el dólar oficial se incrementó sólo un 1%.

La consultora Finsoport apunta que en 2014 “hasta mayo, la devaluación llevó la tasa de inflación a niveles del 4% mensual. Y en el segundo semestre se ubicó en torno al 2,4% mensual”. Para Jorge Todesca, “la desaceleración de la inflación ha obedecido a varios factores: estabilidad del tipo de cambio en los últimos meses, la caída del consumo, la baja en los precios de los commodities alimenticios y el descenso en el precio del petróleo, lo que ha contenido tanto las alzas en combustible como en infinitos productos”.

Pero la calma no durará demasiado. “Se espera un mayor impulso de los precios en enero por motivos estacionales, aunque la variación interanual del índice de precios al consumidor (IPC) volvería a corregirse a la baja por la elevada base de comparación interanual”, indica el Ciudad.

Según el banco, “las perspectivas a mediano plazo no son alentadoras”. Las razones apuntan a que el Central “ha vuelto a incurrir en una fuerte emisión para asistir financieramente al Tesoro, provocando una inyección monetaria de más de $50.000 millones en diciembre, que de no ser retirados al menos de forma parcial de la plaza, volverían el actual equilibrio en uno sumamente inestable”. En este sentido, la baja reciente de entre 8 y 16 puntos básicos en las tasas que el Central paga por sus letras y notas “no es una buena señal”.

La proyección de Economía y Regiones (E&R) es que este año estará “partido en dos”: un primer semestre con menos inflación que el segundo. “No se podría descartar que el dólar se relaje y la inflación se acelere en la segunda parte de 2015”, apuntan. La consultora hace foco en que “los cambios de política monetaria impactan con retardo sobre la inflación. En la Argentina, las variaciones de la tasa de crecimiento de la base monetaria tienen un retardo de entre 12 y 18 meses sobre los precios”.

El análisis de E&R indica que la actual desaceleración de la inflación responde a lo que hizo el Central hace meses, cuando frenó la emisión de pesos. “Juan Carlos Fábrega dejó nominalmente clavada la base monetaria –creció sólo $5.119 millones en 9 meses– para que la cantidad de dinero se redujera en términos reales (ajustada por inflación) y acompañara la contracción de la demanda de dinero”.

La salida de Fábrega del Central marcó un cambio en la política monetaria. A partir de octubre, ya con el banco en manos de Alejandro Vanoli, la emisión se aceleró. “Lo que hizo Vanoli comenzará a repercutir sobre los precios hacia el final de este año. Cuando el Central emite más pesos de lo que la gente demanda, la moneda baja su precio; o lo que es equivalente, el resto de los bienes sube”, señala E&R.

Para ACM, la inflación de 2015 dependerá de que el Gobierno logre mantener el tipo de cambio y a la vez controle la evolución de las tarifas de los servicios públicos y de algunos servicios regulados (como la medicina prepaga y los combustibles). Pero advierten que la dimensión que alcanzaron los subsidios económicos –representan 20% del gasto primario– “no permite descartar nuevos aumentos, aunque la significativa caída del precio del petróleo seguramente reducirá las necesidades fiscales en 2015”. Si las autoridades son exitosas en contener el tipo de cambio y las tarifas, la inflación posiblemente se modere. “Teniendo en cuenta que no se prevé una corrección de la política macroeconómica y que seguramente los desequilibrios se profundizarán, vemos al plan oficial con bajas chances de éxito”, apunta Maximiliano Castillo Carrillo. De este modo, la estimación de ACM es que en 2015 posiblemente cierre con una inflación en niveles similares a 2014, del 38,4%.

Según la encuesta de la Universidad Torcuato Di Tella, las expectativas de inflación para los próximos 12 meses se mantienen en torno al 31% anual. “Las expectativas han permanecido casi ininterrumpidamente en dicho nivel desde marzo 2012”, apunta el informe. “Es imprescindible tener en cuenta que tanto la teoría como la evidencia empírica económica muestran que, para que la inflación baje, es necesario convencer a la gente de que la inflación va a reducirse. Por el contrario, si los agentes económicos continúan sin modificar sus expectativas y siguen pensando que no bajará, entonces muy difícilmente la inflación se reducirá. Lo más probable es que la desaceleración de los precios termine abortándose en el mediano plazo y en la segunda parte del año vuelva a ganar vigor el proceso inflacionario”, apunta E&R.

Por Annabella Quiroga