Di Tella en los medios
La Nación
21/10/14

Cómo recuperar nuestro lugar en el mundo

La Fundación Banco Ciudad convocó a especialistas en relaciones económicas internacionales, economistas, expertos en finanzas y energía y analistas políticos con una premisa: pensar la inserción de la Argentina en el mundo. O su reinserción. La jornada tuvo lugar el jueves último y fue encabezada por Rogelio Frigerio, presidente del Banco Ciudad, que estuvo además acompañado por Miguel Braun, de la Fundación Pensar, el think tank de Pro y usina de ideas para Mauricio Macri.

Los principales mensajes que se transmitieron: la educación es una obligación dentro de la política de inversión e innovación para el crecimiento con equidad; la necesidad de financiar a un entramado industrial que necesita reconvertirse de la mano de nuevos productos y una mayor apuesta a los servicios conexos; la regeneración de las relaciones internacionales a partir de la "recuperación" de la Cancillería, y la seguridad de que dos potenciales exportadores posicionarán indefectiblemente -con políticas adecuadas de un Estado largoplacista- a la Argentina en el mundo: los agroalimentos y la energía no convencional (shale gas y biocombustibles).

Jorge Castro, director del Instituto de Planeamiento Estratégico, aseveró que estamos ante un escenario global que impedirá que la Argentina siga pensando en desarrollar su industria "sobre la base de la sustitución de importaciones, porque estamos frente a una nueva revolución industrial mundial que establece estándares cualitativamente superiores de productividad y competitividad".

Por esa razón, bregó por la "reconversión de la industria manufacturera argentina" como primer paso para reinsertar al país en un mercado mundial cada vez más integrado y competitivo. ¿Los nuevos parámetros de esta revolución industrial? "Productividad e innovación", señaló.

A la reconversión industrial Castro sumó dos elementos más que marcarán el "reingreso" de la Argentina en el mundo: el hecho de que la demanda mundial de alimentos se duplicará en los próximos 20 años y contar con la segunda reserva mundial de shale gas (Vaca Muerta) en la cuenca neuquina.

Hasta acá el "qué". Para el "cómo", Castro propuso una "alianza con el mundo avanzado, en primer término; luego, con Brasil y la región para impulsar la mayor plataforma mundial de proteínas agroalimentarias, y por último, con China y el resto de Asia".

Félix Peña, director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC, indicó que es la política la que debe allanar el camino y "definir la estrategia de inserción y los frentes de negociación" para lograrlo, pero pidió discontinuar "el síndrome refundacional de pensar que la historia empieza cuando yo llego", dijo en relación con los nuevos gobiernos.

Advirtió además que "el mundo tiene hoy múltiples opciones para elegir; muchos están haciendo lo mismo que nosotros, con nuestras mismas ventajas competitivas" y se dirigen a los mismos mercados, por lo que recomendó pensar en enfocarse en los "consumidores de la nueva clase media urbana: ya hay 50 ciudades en América del Sur con más de 1 millón de habitantes, 25 de las cuales se encuentran en Brasil". Para un país exportador de alimentos, esto significa más clientes sofisticados en más mercados.

OPORTUNIDAD

El director de la Fundación Pensar, Miguel Braun, señaló que el mundo "es una oportunidad para la Argentina porque ofrece una escala que no tiene nuestro mercado", como también "capitales a tasas todavía históricamente bajas, y tecnología: Vaca Muerta no sería posible sin la investigación que hizo Estados Unidos para poner en valor esos recursos", sostuvo.

La Fundación Pensar propone "transformar la economía, el Estado y la política exterior", y destacan el poder de los "servicios" en el agregado de valor de los recursos naturales y en la creación de empleo. En cuanto al Estado, le asignan un rol indelegable en la promoción del conocimiento, la innovación y la educación. "En Bolivia, Evo Morales lo entendió: a pesar de su discurso, becan a los 100 mejores estudiantes en universidades como Harvard o Yale."

¿Qué desafíos quedan? "Normalizar la macroeconomía, resolver los conflictos con el mundo, transformar la economía para lograr una oferta exportable de alto valor agregado y crear una única agencia de inserción internacional. "Y, sobre todo, recuperar muchos recursos humanos de la Cancillería que el Gobierno dejó de lado", concluyó Braun.

Guillermo Nielsen, ex secretario de Finanzas, coincidió: "El primer paso es recuperar la Cancillería, que es el ministerio que sufrió la más cuidadosa colonización por parte de la Cámpora y TNT, de donde proviene la embajadora argentina en Washington (Cecilia Nahón): al país que todos mandan sus mejores embajadores nosotros enviamos a alguien con cero experiencia".

Para Nielsen, la "reinserción" de la Argentina en el mundo deberá sortear varios obstáculos, entre ellos los juicios en el tribunal del Banco Mundial (Ciadi); las sanciones que autorizó el panel de la Organización Mundial del Comercio (OMC) por el particular modo en que se administra el comercio exterior desde la época de Guillermo Moreno, y la probable menor tolerancia dentro del Mercosur (sobre todo en caso de alternancia en los gobiernos de Brasil y Uruguay) hacia la política argentina de restricciones.

Además, enfatizó la necesidad de recomponer el acceso al crédito porque las empresas que operaban con cuentas corrientes en el exterior ahora lo hacen con cartas de crédito y queda en evidencia "el raquitismo del sistema bancario argentino para avalar el volumen de importaciones necesario para el entramado productivo", explicó.

A su turno, Pablo Guidotti, profesor de la UTDT , se explayó sobre las necesidades de financiamiento que tiene la Argentina en épocas en que no dispone de las reservas necesarias para ello.

"No minimizaría el potencial de deterioro del contexto externo. La Argentina presenta una alta vulnerabilidad por el impacto del precio de las commodities en la situación fiscal. Al estar aislados del mercado de capitales, los únicos interesados en financiarnos son los fondos de cobertura, que son fuentes muy volátiles", explicó. Guidotti valuó en US$ 27.000 millones la necesidad de financiamiento para 2015, el equivalente al 7% del PBI y el 5,3% del déficit fiscal.

En tanto, Lucio Castro, director del Área de Desarrollo Económico de Cippec, sentenció: "El problema de la Argentina no es 2015, sino 2019. Nuestro problema no es el crecimiento, sino salir de los ciclos de eterna volatilidad".

Llamó a prestar especial atención al "cambio morfológico que sufrieron los destinos de la inversión extranjera directa (IED) en todo el mundo", ya que, por primera vez en la historia, en 2012 los países emergentes desplazaron a los desarrollados como destino de la IED.

La liquidez global, las tasas bajas, la recuperación del dólar (que hace que los activos de los emergentes sean más baratos) y la transformación industrial global (con la fragmentación productiva como lema) explican el cambio cualitativo de los flujos de inversión.

"Pero la Argentina fue un jugador ausente", y el 80% de la IED en el país se explica por la reinversión de utilidades de las transnacionales, atrapadas por políticas de restricción de capitales. Para salir de "los ciclos de ilusión y desencanto", Lucio Castro sugirió recapturar esa IED "responsable del crecimiento con equidad, de empleos y salarios de calidad, y de la sustentabilidad para la balanza de pagos y los ingresos fiscales".

¿Cómo lograrlo? "Cualquier experiencia de desarrollo en el mundo usó una receta con tres ingredientes: el capital humano, el capital físico y el Estado instrumentando las políticas", detalló Lucio Castro. "Vamos a tener reactivación económica -continuó-, pero necesitamos aprender a evitar caer en los ciclos de ilusión y desencanto", finalizó.

En línea también, Daniel Montamat, ex secretario de Energía, planteó cómo el futuro siempre es desafiante para una Argentina que vive "bajo la dictadura del presente".

Montamat suscribió además la tesis de Jorge Castro y expuso la propia: una L invertida, donde el eje vertical refiere a la integración regional por la seguridad energética con la mira puesta en Estados Unidos, y el eje horizontal ilustra la integración con Asia, en el marco de una política de seguridad alimentaria.

Este recorrido merece "un nuevo punto de inflexión institucional" para empezar a transitarlo. "Tenemos que dejar de discutir la república, recuperar la institución moneda, restablecer el circuito institucional de la información y la institución del ascensor social, con una educación igualadora."

PRODUCTIVIDAD

Andrés Velasco, ex ministro de Hacienda de Chile, ponderó que los países de alto crecimiento de la región enfrentan un problema de productividad. "América latina tiene problemas de largo plazo, y esto sucede porque rara vez tenemos el foco político e intelectual en el largo plazo, porque el corto plazo es lo que manda en la política", reflexionó.

La abundancia de recursos naturales no es un impedimento para que una economía se diversifique, dijo, tras reconocer que "diversificar es difícil, y no sólo por las políticas, sino porque estamos lejos". Propuso pensar en los 2000 kilómetros que hay a la redonda de Mendoza: allí sólo está concentrado el 1,7% del PBI mundial. "Si hacemos lo mismo con Chicago, Berlín o Pekín, tenemos el 20% del PBI. El poder de compra de la región es bajo. Pero las ganancias no llegan por hacer mejor lo mismo, sino por hacer cosas nuevas", señaló.

"La innovación -concluyó- enfrenta un problema en la región: sus frutos llegan a largo plazo y el gasto es a corto plazo. La innovación es un problema político, y por eso requiere instituciones que no se muevan al compás del debate político", agregó.

El futuro, que siempre está a la vuelta de la esquina, sigue guiñándole el ojo al país.

VACA MUERTA

La Argentina participa de la nueva revolución energética que resulta de la explosión del shale gas y el shale oil en Estados Unidos y en el mundo, señaló Jorge Castro, director del Instituto de Planeamiento Estratégico, tras agregar que el país es un "protagonista fundamental de esta nueva etapa histórica de provisión de energía a escala internacional porque posee en la cuenca neuquina la segunda reserva de shale gas del mundo".

Para Castro, es previsible un boom de inversiones de transnacionales energéticas en el país a partir de 2015 para encarar la explotación plena de la cuenca, que convierta al sector "en un elemento de reinserción de la Argentina en el mundo en esta etapa de la historia".

Según el analista, estas inversiones además desatarán un nuevo ciclo de desarrollo de las industrias en el interior sobre todo.

"La Agencia Internacional de Energía estima que la demanda mundial energética crecerá en un 80% en los próximos 20 años. El 80% de ese aumento provendrá de China y la India. Por eso la cuenca neuquina tiene una importancia global, y así lo reconoce el Departamento de Energía de los Estados Unidos", indicó Castro, tras agregar que la explotación de la cuenca y las inversiones conexas serán el gran instrumento para la Argentina en los próximos 3 a 5 años.

Para Daniel Montamat, ex secretario de Energía, las oportunidades que brinda el shale gas se vinculan con la integración energética regional y sobre todo con la política norteamericana de seguridad energética: "Puede que Estados Unidos hasta llegue a exportar gas, pero seguirá necesitando 3 millones de barriles por día, y yo, como región, le daría seguridad energética con un mensaje creíble y vendible. Necesitamos capitales y tecnología para desarrollar acuerdos de largo plazo", indicó. "Y lo mismo haría con Asia, para garantizarles la seguridad en agroalimentos", pero siempre de la mano de la región, para consensuar estrategias de conversión de las proteínas vegetales en proteínas animales y biocombustibles", concluyó.

Por Emiliano Galli

Publicado en: Suplemento Comercio Exterior
Link: http://www.lanacion.com.ar/1737157-como-recuperar-nuestro-lugar-en-el-mundo