Di Tella en los medios
Infobae.com
29/09/14

¿Será Soros el "buitre bueno" que tranquilice al dólar?

Por Germán Fermo

Son inútiles los argumentos que explican un claro problema monetario y fiscal con un componente ideológico o político. En vez de subir el "piso" del dólar oficial, hay que bajar el "techo" del "blue"

¿Otra vez sopa? ¿"DEVALUTA" de nuevo? La depreciación que ha sufrido el Peso argentino contra el dólar blue, el dólar "bolsa" y el "contado con liquidación" ha generado un sustancial aumento de brecha entre el dólar oficial y el dólar libre, lo que está ahogando a un sector exportador que cobra a un dólar de $8,45 (neto de impuestos, pequeño detalle) pero se banca costos a un dólar superior a los 14. Queda claro entonces que estos actores de la economía real están pidiendo a gritos otra devaluación y los entiendo, de hecho los últimos 50 años de historia argentina se caracterizan por la misma sanata perdedora. 

Para evitar una devaluación inútil y efímera, Argentina necesita recrear las expectativas favorables hacia la resolución con el conflicto holdouts que prevalecieron en el periodo junio/julio de este año. Argentina necesita recrear expectativas de apreciación del Peso y eso fue posible sólo tres meses atrás. Giremos nuevamente hacia esa dirección.

Sin embargo, una nueva devaluación al estilo de enero de 2014 no tendría la misma eficacia, ni sus efectos durarían por tanto tiempo. Cuando la primera devaluación se realizó en enero, las expectativas inflacionarias rondaban el 25%, hoy sin embargo están cerca del 40% y acelerando. Una nueva devaluación sería licuada mucho más rápido que la efectuada en enero y generaría una renovada presión sobre los precios que llevaría a las expectativas inflacionarias probablemente por encima del 50% en un rato. Queda claro que la brecha debería reducirse, pero no vía devaluación sino vía apreciación inducida del peso respecto del dólar libre o sea y en criollo: en vez de subir el piso, Argentina necesita bajar el techo y esto obviamente no puede hacerse por decreto. Hay que seducir al mercado con brusco cambio de timón.

Un mercado que reciba una señal positiva y si quieren, indirecta, de que algo bueno va a pasar en enero 2015 sería un mercado que seguramente perdería aceleración de expectativas devaluatorias; recuerden cómo colapsó el contado con liquidación sólo bajo el rumor de acuerdo inminente con los holdouts por julio de este año, deberíamos recrear ese escenario. Y les recuerdo por si no queda claro: todo este análisis supone que no habrá cambios estructurales en el corto plazo de lo contrario, lo óptimo sería redefinir totalmente a la economía argentina y arrancar de nuevo, tarea, espero, del próximo Presidente. Repito: ESPERO.

Bajo el supuesto de no cambio estructural, deberíamos al menos llevar a los mercados nuevamente al combo de expectativas que exhibían por julio de este año cuando el dólar estaba en retroceso ante una sensación muy positiva de resolución del conflicto holdout. Argentina debería volver a ese sendero reinstaurando una tendencia de apreciación del peso y dejando de perder el tiempo con el reinicio de un ciclo retrógrado de devaluación e inflación para culminar siempre en el mismo punto. ¿Podrá Soros llevarnos a ese sendero otra vez o es todo verso? En esta historia infantil de buitres buenos y buitres malos, ¿será finalmente Soros el bueno de esta novela?

Resulta inútil escuchar argumentos que analizan a este claro problema monetario y fiscal utilizando un componente ideológico o político. Si queremos evitar un ciclo acelerado de inútil devaluación e inflación con recesión, llegó el momento de dejar lo político a un lado. Llegó el momento de leer el primer capítulo de macroeconomía en equilibrio general con expectativas racionales, y en ese capítulo lo que hay que hacer es muy claro: aún bajo el supuesto de no poder hacer ni decir nada hasta enero del 2015, dado el riesgo RUFO, cambiemos el mensaje y dejemos de tratar al mercado como un enemigo. El mercado somos todos y lo único que deberíamos hacer hoy en día es tranquilizarlo.

A la brecha hay que achicarla, coincido, pero no vía "devaluta", eso sería inútil en este contexto. Otra vez: al dólar libre hay que acercarlo al oficial y no al revés; vía shock de algún tipo de expectativa positiva (puede haber varias) que nos dejen llegar a enero 2015. Si Argentina no cierra el tema holdouts para entonces y no zafamos con el buitre bueno, será un claro error de diagnóstico y subestimación de lo que un mercado es capaz de hacerle al equilibrio general. Economía hay una sola y llegó el momento de hacer política monetaria y económica sin reinventar la rueda.

(*) Doctor en Economía y director de MacroFinance y de la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella.