Di Tella en los medios
La Nación
21/09/14

Educando emprendedores

Alumnos e instituciones promueven, desde el ámbito universitario, un cambio más profundo que el programático: lo que se busca es una transformación cultural, donde los espacios académicos apunten a formar emprendedores todoterreno.

Hasta hace pocos años, todos los programas de las instituciones educativas de grado y posgrado tenían como único objetivo formar profesionales para que compañías públicas o privadas los incorporaran a su staff. Pero esta realidad se ha modificado a tuerza del empuje emprendedor que tiene la Argentina.

El cambio cultural que promueven las instituciones que se adaptan a los nuevos tiempos guarda relación con el desarrollo de los programas donde se fomentan diversos aspectos pocas veces vistos en ámbitos académicos. Por ejemplo, que cada uno de los alumnos pueda reflexionar sobre sus capacidades para emprender, tomando conciencia de la importancia de la actividad emprendedora como motor del progreso de las naciones. Asimismo, que experimenten lo que es concebir y desarrollar un nuevo emprendimiento y que transiten por los momentos decisivos previos al nacimiento de una empresa.

La Facultad de Diseño y Comunicación de la 
Universidad de Palermo es una de las instituciones que desarrolló un espacio para enfrendedores. Su decano, Oscar Echevarría, explica de qué manera esta institución se adaptó a estos nuevos tiempos: "A través de nuestro observatorios de tendencias profesionales, la Facultad genera nuevas carreras y cursos que dan respuesta, soporte y contención a todos los proyectos e ideas creativas que necesitan un espacio de exploración, producción, expresión y ejecución". Asimismo, a través de su Ecosistema Emprendedor, encabezado por la Escuela de Emprendedores Creativos, la Facultad promueve el desarrollo sostenible de proyectos creativos que nutren la trama de las economías creativas de la región.
Pero al mismo tiempo el emprendedorismo focal tiene en la tecnología a un protagonista fundamental de los proyectos. En este sentido, Juan Manuel Menazzi, director del Centro de Emprendedores del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), explica que en su institución "se forman emprendedores que pueden actuar dentro o fuera de la corporación". Los cambios producidos tienen que ver con la formación de competencias emprendedoras y los profesores, y sobre este tema hay una gran discusión sobre qué tipo de profesor es mejor para formar emprendedores, si uno emprendedor o uno académico. "La combinación ideal, y la que elegimos en el ITBA, es la formación con profesores de ambos perfiles. Los cursos en los que interactúan profesores emprendedores y académicos son los más valiosos, ya que el emprendedor necesita formación de determinadas competencias que transmiten los académicos, pero también compartir experiencias que las transmite mejor otro par", apunta Menazzi.

Marcela Lomba, directora del MBA y de la Escuela de Administración y Negocios de la 
Universidad de San Andrés (UdeSA), explica que allí se promueve una cultura donde la creatividad, la innovación y la responsabilidad social se combinen en busca de estimular el surgimiento de nuevas empresas. El resultado es una comunidad universitaria donde más del 12 por ciento de los graduados estuvo o está involucrado en el desarrollo de un emprendimiento, y Lomba agrega: "Vemos el proceso innovador de punta a punta, y por eso nuestro Centro de Emprendedores despliega actividades de investigación, capacitación y sensibilización sobre el emprendedorismo y la creación de empresas. En ese sentido, muchos graduados que han desarrollado sus emprendimientos vuelven ya como mentores, o como business angels a interactuar desde otro rol en la misma comunidad por la que pasaron como estudiantes".

La filosofía que agrupa a estas instituciones señala que ser emprendedor es más bien una cuestión de comportamiento que de personalidad. La acción de los emprendedores tiene que ver con la actitud y con los valores sociales y culturales que existen en una sociedad". En este contexto, la profesora Silvia Torres Carbonell, directora del Centro de Entrepreneurship del IAE Business School, agrega: "También es importante que los alumnos analicen profesionalmente los procesos de una nueva empresa, logrando identificar el mejor modelo que permita capturar la oportunidad detectada. Y también apuntamos a que adquieran el know-how para poner en marcha sus proyectos", puntualiza Carbonell.

Según el Director del Executive MBA de la Escuela de Negocios de la 
Universidad Torcuato Di Tella, el profesor Sebastián Auguste, la Argentina siempre ha sido un país con una alta tasa de emprendedorismo. "Lo novedoso es que ahora las universidades acompañan. Estamos continuamente pensando ideas sobre qué podemos hacer para apoyar", sostiene. La institución ofrece una materia llamada Nuevos Negocios y recibe muchos alumnos con emprendimientos ya consolidados pero que "buscan conocimientos técnicos porque se dan cuenta de que para poder crecer requieren profesionalizarse". A su vez, para graduarse está la opción de realizar la tesis o un plan de negocio, que en el 50 por ciento de los casos termina consolidándose en una empresa.
Publicado en: Emprende
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