Di Tella en los medios
Ámbito Financiero
22/09/14

"La suba del 'blue' afecta expectativas y puede distorsionar decisiones"

La actividad comercial viene en caída todo el año y la demanda aún no repunta. El Gobierno lanzó un programa de compras en cuotas para intentar fortalecer las ventas en varios rubros. Carlos de la Vega, presidente de la Cámara Argentina de Comercio, dialogó con Ámbito Biz sobre por qué pese a que el efecto de las paritarias no se agotó, la gente consume menos. Además, qué medidas tomará el G-6 tras la aprobación de la Ley de Abastecimiento a la que considera “intervencionista” y por qué el empresariado se siente atacado. También habló de la preocupación por la situación del empleo, el dólar, la restricción a las importaciones y cómo ve la economía en el año y medio que le queda al Gobierno.

Periodista.: ¿Cómo ve hoy el comercio?

De la Vega.:
 En la actividad comercial desde diciembre de 2013 y hasta junio último inclusive se verificó una caída de la demanda. La más pronunciada fue la de junio que en comercios de proximidad, es decir almacenes, supermercados e hipermercados, fue un 4,3%, un poco menor en Capital y GBA, donde fue del 3,3%, mientras que en el interior fue más pronunciada, del 4,7%. Lo que se confirmó en julio.

P.: Da la sensación de que en otros años el efecto de las paritarias duró más...

D. la V.: 
Los aumentos de las paritarias fueron importantes este año y todavía, si uno compara, las subas que se están produciendo por el incremento escalonado de salarios, no son netos, y los índices más serios que hay en materia de inflación indican que aún no se ha consumido todo el aumento. Lo que pasa que en el consumo actúan factores que tienen mucho que ver con el estado de ánimo general. El índice de confianza al consumidor del instituto Di Tella en agosto cayó 10 puntos en relación con 2013. Otro estudio que también hace Di Tella es el número de personas que concurren a los grandes lugares de venta, esto tiene alguna relación con el nivel de compras, y en agosto en los shopping se verificó un 9% interanual menos de público ingresante.

P.: ¿O sea, que no es que la gente no tenga hoy el dinero en el bolsillo, sino que decide no gastar porque cree que algo puede pasar?

D. la V.:
 Sí, las expectativas que hay en la sociedad no son favorables, no alientan el consumo porque todo el mundo sabe que ha caído la demanda, que hay incertidumbre con el empleo. Entonces el ánimo del consumidor disminuye. Hay también una relativa incertidumbre sobre lo que puede pasar en el futuro de la economía, que hace que mucha gente ahorre un poco, que tenga menos compromiso con la tarjeta de crédito, y que sea más prudente en algunas compras.

P.: ¿Y cómo se reactivaría el consumo?

D. la V.:
 Lo mejor sería que la sociedad recibiera un claro mensaje de las autoridades sobre cuál es la política económica en los próximos 6 o 12 meses. Todos percibimos cuál es la orientación económica, pero también entendemos que no se ha logrado salir nunca del día a día, y tanto las empresas para planificar sus inversiones, como el consumidor para tomar compromisos más importantes que los inmediatos, necesitan tener un horizonte de previsibilidad. 

P.: Pero el Gobierno jamás dejó enfriar la demanda. De hecho acaba de sacar el plan Ahora 12. ¿Qué impacto cree que tendrá la medida?

D. la V.: 
Los planes de estímulo al consumo son siempre bienvenidos, pero también se le presentará esta limitación práctica en quienes deben ser sus beneficiarios, si éstos no tienen claro cuáles son las políticas concretas que vamos a aplicar en los distintos campos de la economía en los próximos meses.

P.: Entonces, ¿no ve una reactivación próxima?

D. la V.:
 Va ayudar, pero tendrían más éxito si tuviéramos un horizonte de previsibilidad en materia económica.

P.: ¿Y cómo se genera?

D. la V.: 
La sociedad se vería beneficiada si tuviera una clara conciencia en cómo se implementa una política antiinflacionaria, qué se está pensando con el tema de los fondos buitre. Son cosas que generan incertidumbre.

P.: ¿Cree que no hay una política concreta antiinflacionaria?

D. la V.:
 Se tomaron medidas que van en el buen camino, pero éstas deben ser profundizadas, y además explicadas a la sociedad para que se comprenda cuál es el camino, a dónde vamos, cuál es el objetivo. Y de esta manera si la gente ve hacia dónde se va, puede acompañar y esto generar un grado de confianza.

P.: En cuanto a la inflación, ¿qué medidas faltarían tomar?

D. la V.: 
Que expliquen en qué consisten las políticas antiinflacionarias, que la sociedad entienda todo lo que va a ser la política de sinceramiento de las tarifas de los servicios públicos, que es una cosa que hay que hacer. Lo que se trata es que el hombre común entienda para dónde vamos. Es imprescindible saber cuál es el rumbo, porque a veces hay señales que son contradictorias.

P.: ¿Cómo cuáles?

D. la V.:
 Como la Ley de Abastecimiento que genera una incertidumbre muy grande en el sector empresario, porque se ponen a disposición del Poder Ejecutivo herramientas para intervenir profundamente en la vida de las empresas. Esos elementos no contribuyen a que haya una decisión más rápida de las empresas a invertir porque necesitamos que haya inversión, más producción, más competencia de productos en el mercado interno. Si hay más producción habrá más trabajo, y si hay más trabajo hay más remuneración, y así la rueda de la economía funciona más rápido.

P.: ¿Qué advierten como lo más riesgoso en la norma?

D. la V.:
 Es intervencionista porque le da facultades al Poder Ejecutivo de actuar directamente sobre toda la cadena de producción, estableciéndole márgenes y utilidades a cada una de las etapas. Además, si por alguna razón las empresas han dejado de producir, al Gobierno le da facultades para obligarlas a producir si considera que no lo hace lo suficiente. Hay algunas expresiones ambiguas como que se puede sancionar la apropiación indebida de beneficios en la cadena de valores ¿Cuál es la debida? Todo esto genera incertidumbre e indecisiones para seguir produciendo, invirtiendo. Por otro lado, hay excesivos peligros de las posibilidades de sanciones. También limita de manera increíble la posibilidad de la defensa de los empresarios. Llama la atención porque mientras se está discutiendo la modificación del Código Penal y los llamados abogados garantistas sostienen que en un delincuente la reincidencia no le debe agravar la pena, a los empresarios sí se la agravan. ¿Cómo tenemos que sentirnos?

P.: ¿Qué medida van a tomar?

D. la V.: 
Dado que la Ley de Abastecimiento ya fue aprobada, aunque tengamos una posición en contra de la misma, vamos a intentar aportar contribuciones para su reglamentación a fin de reducir la discrecionalidad, para que haya una menor incertidumbre en favor de un mejor funcionamiento de la economía.

P.: ¿Van a recurrir a la Justicia ahora o van a esperar a que se aplique en algún caso?

D. la V.: 
Nos parece que el carácter intervencionista de la ley exige recurrir a la Justicia por cuanto entendemos tiene derechos constitucionales. Vamos a avanzar en el marco del G-6.

P.: ¿Hoy, qué expectativas tiene el empresariado con este año que le queda al kirchnerismo?

D. la V.:
 En las conversaciones que tenemos con colegas se analiza este tema. Por supuesto que hay muchas opiniones, y yo adhiero a los que piensan que la marcha de la economía seguirá más o menos como hasta ahora, pero que no se producirá ninguna catástrofe, es decir algún hecho que altere profundamente lo que hoy conocemos. Hay otros colegas que tienen un punto de vista muy distinto. Tal vez lo que no costaría un gran esfuerzo modificar sería trabajar para mejorar el clima de negocios. Sería un importantísimo estímulo si la actividad privada se puede sentir más reconocida por lo que hace y esto sería un factor multiplicador de las energías creativas que tendría un efecto muy positivo sobre la actividad en general.

P.: ¿Hay mala visión del empresariado?

D. la V.: 
No creo que la sociedad tenga una mala visión de la actividad privada podrán tener algún mal concepto de alguna actividad específica. Pero en general el sector privado le da trabajo a 5 millones de personas, paga los impuestos mayoritariamente, y está constantemente creando oportunidades de trabajo, de inversión de crecimiento. Por supuesto que tenemos que hacer alguna introspección y reflexionar para ver qué hay que corregir. Cuando me refiero al clima de negocios no es el clima que nos da la sociedad, sino es un poco lo que estamos recibiendo en general del Estado, de la política, que por un lado espera crecimiento, inversiones, y por otro hacen duros ataques. Tenemos que hablar de estos temas.

P.: ¿Qué están viendo respecto de la situación del empleo?

D. la V.: En el sector comercial, el empleo sólo cayó un 0,3%. Si las empresas tuvieran certidumbre sobre las políticas que se van a aplicar en los próximos meses, seguramente estarán más que dispuestas a mantener los puestos de trabajo porque lo van a necesitar en el momento que empiece nuevamente una etapa de crecimiento. Formar colaboradores eficientes lleva tiempo y dinero. Despedirlos es perder un capital valioso.

P.: ¿Cómo está afectando al comercio el tema del default?

D. la V.: La necesidad de arreglar con los buitres cuando se pueda es fundamental, no cabe otra interpretación de que así va a ser porque si arreglamos con el CIADI, el Club de París y con Repsol. Lo único que queda pendiente para que Argentina se pueda insertar en el mundo es arreglar con los buitres, porque entre otras cosas el próximo año el país tiene que pagar u$s 15.000 millones de deuda. Respecto de las reservas, pese a que hay esmero en cuidarlas, y para eso se aplican restricciones que generan problemas en la actividad interna, todo indica que no tendremos disponible esa cifra para pagar en 2015, por lo que vamos a necesitar crédito.

P.: El sector empresario intentó colaborar en una solución con los buitres, pero se frustró. ¿Hay alguna negociación vigente?

D. la V.: 
Yo no estuve en ningún momento involucrado en el tema, pero sé que hay empresarios que han expresado su mejor buena voluntad para contribuir en la solución del problema.

P.: ¿Pero eso sigue vigente?

D. la V.: Los intentos que yo conocí se han desactivado, pero la buena voluntad de los actores me consta que sigue vigente.

P.: ¿Cómo cree que va a afectar a las pymes la decisión del BCRA de limitar aún más la compra de dólares por parte de las empresas?

D. la V.: La solución no pasa por la restricciones, sino por encontrar una solución de fondo y permanente. Las restricciones afectan la actividad económica. El 80% de las importaciones son bienes intermedios, materias primas, así que esto irremediablemente va a afectar a la producción. El problema de la restricción externa no debe profundizarse porque siempre en Argentina y la región, ese problema concluyó con alguna crisis política.

P.: En algún momento, desde ciertos sectores se ha insistido con desdoblar el tipo de cambio. ¿Puede ser una solución este tipo de medida?

D. la V.: No hay una solución mágica.

P.: La disparada del dólar "blue", ¿es un problema?

D. la V.: Si bien el llamado dólar "blue" no debería afectar la economía real, en tanto y en cuanto, es un mercado ilegal y minoritario en relación al tamaño de nuestra economía, la suba de éste termina afectando las expectativas y puede distorsionar algunas decisiones. 

Por Pablo Jiménez