Di Tella en los medios
Clarín
15/08/14

El Papa, un puente entre Asia y América

La visita del Papa Francisco a Corea del Sur refleja y rubrica un cambio de época, en un momento en que las geografías mundiales -políticas, económicas y espirituales- están en transformación. Pontífice deriva de pontifex, hacer o tender puentes. Y El Papa Francisco asumió con la idea de construir puentes. Entre pastores y fieles. Con otros credos. Y también con otros países. ¿Otro puente más que profundiza la integración entre Asia y América Latina?

El pensamiento internacional del actual Papa se evidencia en el documento de la V Conferencia General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) de 2007, que el entonces cardenal Bergoglio presidió. Allí se lee que "la dialéctica de la contraposición parece prevalecer sobre el dinamismo de la solidaridad y amistad.
La unidad no se construye por contraposición a enemigos comunes sino por realización de una identidad común".
Un mensaje de unidad y paz que trasciende religiones y resuena entre toda la población coreana, que anhela el momento de reunificación entre el Norte y el Sur. El venerable Jaseung, Presidente de la Orden Jogye - una de las más importantes del budismo coreano-afirmó que la visita facilitará el diálogo y creará un ambiente de paz para la península dividida.

El índice Global de Diversidad Religiosa elaborado por el Instituto Pew de abril de este año señala a Corea del Sur en el octavo puesto entre los países con mayor diversidad religiosa, con más del 29% de los cuarenta y ocho millones de coreanos identificándose como cristianos. Pero a la vez que en el Sur 100 mil coreanos se bautizan católicos anualmente, Corea del Norte lidera la lista de países donde más se persigue a los cristianos.

Finalmente, la globalización de los procesos económicos internacionales ha creado profundos vacíos y exclusiones.
El Asia Pacífico fue la región en donde la riqueza privada creció más (30.5%) durante el 2013. Samuel Huntington explicaba que cosmovisiones y teologías estructuran las relaciones entre Dios y el hombre, individuo y colectivo, ciudadano y estado, padres e hijos, hombres y mujeres. A nivel social, ello se traduce en diferentes comprensiones de derechos y responsabilidades, obediencia y autoridad, igualdad y jerarquía, libertad y dominación. La apelación del Papa a los jóvenes del Asia emergente busca interpelar a los actores futuros del proceso de acumulación, producción y distribución global acerca del "para qué", cuestionarlos acerca del sentido trascendente del "progreso" material. Cada vez más, la forma del mundo por venir se decide en "los corazones y las mentes" de los jóvenes en China, India, Corea y Japón. La Iglesia Católica es el arquetipo del poder blando, esa capacidad de que los otros quieran adoptar valores y emular acciones. El Obispo latinoamericano de Roma en Corea, un verdadero "global player".
 
(*) Profesor de Relaciones Internacionales, director del programa Asia de la Torcuato Di Tella