La Libertad Avanza asumió el poder en diciembre del año pasado sin una estructura partidaria sólida. Ese fue uno de sus atractivos durante la campaña, es decir, la oferta de un espacio "nuevo" y "distinto" a todo lo anterior, sin viejas lealtades políticas ni participación en el ámbito público. Pero hoy ese atractivo electoral se manifiesta en dificultades para la gestión. 

El presidente Javier Milei cumplió este martes cien de gobierno. En ese tiempo, hasta el momento, unos 15 funcionarios ya dejaron su cargo, en lo que fue un inicio frenético de la gestión de La Libertad Avanza. 

Las renuncias o desplazamientos se dieron luego de que el Gobierno quedara envuelto en alguna polémica. 

Las salidas

La primera salida fue la de Osvaldo Giordano, quien estaba en el cargo de director ejecutivo de la Anses hasta que se frustró el tratamiento de la Ley "Bases" en la Cámara de Diputados. La esposa del cordobés, la diputada Alejandra Torres, votó en contra de la iniciativa del oficialismo, y como represalia, el Gobierno decidió la salida de Giordano. 

Luego, el Presidente anunció el despido del secretario de Trabajo, Omar Yasín, por estar envuelto en la polémica por el aumento de sueldo en el Poder Ejecutivo.

También el secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Armando Guibert, comunicó su dimisión formal luego de haber sido sindicado como quien permitió la firma del decreto de aumento salarial del 45% del presidente, la vicepresidenta, ministros y secretarios.

En tanto, la militante libertaria Geraldine Calvella designada en el Renaper, tomó la decisión de renunciar a su cargo a raíz del revuelo generado por su designación en un cargo directivo a la corta edad de 23 años y sin la experiencia necesaria.

Además, fue desplazado Alejandro Guglielmi, jefe de la Casa Militar. Como el organismo se encuentra bajo la órbita de la Secretaría General de la Presidencia, que comanda Karina Milei, vinculan la remoción del jefe a un posible desencuentro con la hermana del Presidente.

Por su parte, el Director de Control y Fiscalización Pesquera, Julián Suárez, presentó su renuncia indeclinable tras el escándalo del buque Tai An, por el que recibió amenazas de la Cancillería que impidieron tomar la decisión de hacer volver el barco a puerto.

Por último, el subsecretario de Empleo Público, Ricardo Martín Boccacci, renunció a su cargo tras la salida de su jefe, Guibert. 

Eduardo Roust, Juan Caruso, Belen Stettler y Guillermo Ferraro son otros de los nombres que dejaron sus cargos en el Gobierno luego de haberlos ejercido durante muy poco tiempo. 

"Amateurismo" y "carencia de cuadros"

El analista Juan Negri, director de la carrera de Ciencia Política en la Universidad Di Tella, planteó que esta situación responde a una situación de "amateurismo", así como también a una "carencia de cuadros". 

"La Libertad Avanza es un partido nuevo, entonces carece de toda esa estructura que tienen los partidos tradicionales", definió Negri. Y agregó que la novedad del espacio invitó a una gran cantidad de personas a "subirse a ese barco": "Tiene perfiles muy distintos, y al Gobierno le cuesta encontrar una orientación más general". 

Si bien aclaró que todos los partidos muestran matices en su integración, también señaló que pareciera que el Presidente "va descubriendo que la gente que él mismo puso, no es la que él quería o la que le gustaría que se comportara de alguna manera". 

Por su parte, el analista Ignacio Labaqui planteó que "las remociones algo intempestivas de algunos funcionarios en parte parecieran estar explicadas por internas en el Gobierno y por el estilo presidencial". 

En esa línea, Negri agregó que hay una actitud "hasta infantil" en el Presidente, cuando "ve que hay cosas que no le gustan e inmediatamente remueve a la persona a cargo".

"La página no se encuentra disponible"

Tras cumplir los cien días de gobierno, la maquinaria estatal sigue sin completarse. 

"Mapa del Estado: la página solicitada no se encuentra disponible", aparece en el sitio de Gobierno ante el intento de consultar los organigramas en 7 de los 8 ministerios. Algo similar ocurre con la Secretaría de la Presidencia. "Estamos trabajando en esta sección", figura en la web oficial.

La falta de designaciones pareciera caminar a la par del  recorte del sector público que promueve el oficialismo, y hace juego con el mensaje anti-Estado o que emite el Presidente, que se reconoce a sí mismo como un "anarcocapitalista". 

Sin embargo, los huecos en la administración afectan a la eficiencia del sector público, otro gran objetivo de gestión. Así lo confiesan en algunas secretarías, cuando afirman que la falta de firmas traba la marcha operativa de algunas "cuestiones".

El analista Labaqui definió que las demoras en completar cargos clave tiene un impacto negativo sobre la gestión. 

Si bien planteó que hoy está "en segundo plano porque todo el foco está puesto más bien en el ajuste y en la negociación en torno a las iniciativas legislativas del Gobierno", también alertó sobre las dificultades que puede atravesar el oficialismo si "no hay cuadros medios con capacidad de implementación".

Una oportunidad, un desafío y un mensaje

La falta de personal en el gobierno libertario abre una oportunidad para otros sectores, tal como el PRO, para ofrecer a sus equipos como soporte. Labaqui sostuvo que "la lógica indica que los aliados del gobierno podrían ocupar esos cargos vacantes, pero no está claro que vaya a ser así". 

"El gobierno hasta ahora ha sumado gente de otros partidos a título individual. Y por lo que uno lee en los medios, algunos de los integrantes del círculo íntimo presidencial ven con desconfianza un eventual desembarco de cuadros del PRO en la administración pública", agregó.

En ese marco, la personalidad del Presidente despierta algunas dudas respecto a la integración al equipo de La Libertad Avanza. En esa línea, en diálogo exclusivo con El Economista, el diputado Juan Manuel López (CC), expresó que "Milei es poco generoso; entrega bastante fácil a su gente y hay mucha incertidumbre tanto en los funcionarios como en la gente a la que le ofrecen ser funcionarios".

Con esa manera de accionar, el jefe de Estado estaría intentando enviar un mensaje tanto hacia afuera como hacia el interior del Gobierno, mostrando así que en el oficialismo no se admiten errores de ningún tipo.