En los medios

Diario Perfil
11/02/18

Leer, escribir y, sobre todo, entender

Karina Galperín, profesora del Departamento de Estudios Históricos y Sociales, resalta que "la ortografía sirve para que todos escribamos igual" y explica que es un aspecto donde "no hay ninguna habilidad expresiva individual involucrada"


Que la educación argentina está en crisis es un diagnóstico consensuado y repetido. Las razones y los factores son múltiples. En el último tiempo, el debate educativo desborda de opiniones y propuestas de reformas preocupadas por el cambio tecnológico y su relación con el mundo del trabajo. No obstante, ninguna de estas iniciativas Innovadoras parece haber logrado hackear un elemento estructural de nuestra educación básica: cómo se aprende a leer y a escribir. Mientras la automatización amenaza la capacidad de adaptación de la educación, pruebas y estudios nacionales e internacionales alertan sobre las dificultades de comprensión lectora de los estudiantes argentinos.
Varios elementos confluyen en la discusión.

En primer lugar, la alfabetización. Según publica la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), afortunadamente la tasa de alfabetización de Argentina aicanza el 98,09%. Sin embargo, muchos de los alumnos que egresan del sistema escolar son considerados "analfabetos funcionales", es decir, personas que, "a pesar de haber aprendido a teer y escribir, no saben ni pueden utilizar esas habilidades para defenderse en la vida diaria", advirtió el profesor de la Universidad de Pompeu Fabra (Barcelona), Daniel Cassany.
De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), esta categoría incluiría a 38 millones de personas.

Aparece entonces el problema de la comprensión. A diferencia de lo que ocurría en los inicios de la educación escolar moderna, la lecto-escritura se entiende hoy como una práctica social. Para la UNESCO, "es una capacidad ilimitada del ser humano, que se va actualizando a medida que la sociedad va cambiando". De este modo, el acto de leer se percibe como un proceso de interacción entre un sujeto portador de saberes culturales e intereses, y un texto.

En la Argentina "el 52% de los egresados no comprende lo que lee", afirmó el lingüista Pedro Barcia. ¿Cómo atender este diagnóstico? La capacidad del lector es importante en el desarrollo de la capacidad comunicativa, pero también lo es su propósito, su cultura social, su conocimiento previo, su control lingüístico, sus actitudes y esquemas conceptuales.

Algunas posturas consideran que el lenguaje "virtual" atenta contra el lenguaje "real" -escrito, oral-, pero sobre todo, modifican la ortografía y dificultan la comprensión.

Al respecto, la Doctora en Lenguas Karina Galperín, considera: "La ortografía sirve para que todos escribamos igual. Pero en contraposición con otros aspectos de la lengua, como la puntuación por ejemplo, en la ortografía no hay ninguna habilidad expresiva individual involucrada".

En defensa de los espacios virtuales, la experta afirmó que "nunca se escribió tanto como ahora, nunca tantos escribieron tanto a la vista de tantos. En esas redes sociales, por primera vez, estamos viendo a gran escala usos ortográficos novedosos donde incluso gente de ortografía impecable, relaja la corrección y prioriza fa velocidad y la eficacia en la comunicación". Además, en contextos vulnerables existe experiencia comprobada del uso de redes sociales como incentivo para aprender a leer y escribir.

El método de aprendizaje es otro elemento en disputa. Para Barcia, "es gravísimo que en el país no esté unificado el sistema de enseñanza de lecto-escritura", A su vez, la comprensión no comienza con la lectoescritura, "es como si el chico hasta los 6 años no hubiera necesitado comprender nada -gestos, indicaciones, carteles, consignas", añadió el lingüista. La competencia lectora cambia, como también !o hacen los textos, los soportes, el tipo de información y el tipo de lector.

Para la UNESCO, la alfabetización de los niños y niñas, entonces, "debe apuntar a capacitarlos para desenvolverse eficazmente en el mundo fuertemente letrado del Siglo XXI. atendiendo, además, la naturaleza extremadamente dinámica que manifiesta la textualidad actual". Al fin y al cabo, la lecto-escritura constituye uno de los ejes fundamentales del currículo, ya que es considerado "uno de los aprendizajes más Importantes, indiscutídos e indiscutibles, que proporciona la escolarización", agregó Cassany. Quizás ensayar otras formas de aprender a leer y a escribir contribuya a imaginar otras formas de escolarización o, por qué no, el fin de la escuela como la conocemos hoy.

Las redes

Según la compañía argentina de gestión de información Proia, las palabras más utilizadas en Facebook por jóvenes de 15 a 2 1 años son "jajaja" y "XD". El estudio sostiene que "los jóvenes tienden a utilizar menos palabras, lenguaje más despojado, concreto y táctico".

Al ser consultados mediante Facebook sobre la importancia que le dan a la ortografía y del vocabulario, estudiantes universitarios coincidieron en decir que la mala ortografía "solo constituye un código juvenil y que no representa su verdadera forma de comunicarse".