Constituye una importante innovación en el campo educativo que los futuros docentes, mientras cursan el último año de su carrera, sean sometidos a un examen de evaluación integral, que este año se administró ayer en todo el país. La prueba, denominada Enseñar, tiene semejanza con el operativo Aprender, que este año se efectuará por segunda vez en los 519 institutos de formación docente del país y a la misma hora. La evaluación comprende a 31.600 estudiantes del año final de la carrera docente del nivel primario y del ciclo básico del secundario, que cursan la "residencia" de su carrera.

Según el diseño de la prueba, se evalúa la comunicación oral y escrita (lectura y escritura), los criterios pedagógicos aplicables en la planificación de la enseñanza, la estrategia por seguir y la evaluación de los aprendizajes. Se incluyen encuestas para conocer la percepción de los problemas educativos por parte de los futuros docentes. Los resultados se conocerán en abril del año próximo.

El objetivo de la prueba es reunir información que permita responder acerca de la formación docente alcanzada y del modo como ha de continuar. Así lo manifestó Elena Duro, secretaria de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación. Los sindicatos se opusieron a esos planes por estimar que carecen de valor formativo. Pero Gustavo Iaies la calificó positivamente, aunque señaló que no le parecía resuelto "cómo se trabajarían los resultados en los institutos y con los alumnos". Mariano Narodowski, ex secretario de Educación porteño, agregó que la evaluación debía ser parte de la formación y del ejercicio de la profesión docente, para lo cual habría que implantar un sistema de becas que estimulara a los mejores. Por su parte, Alejandra Cardini, directora del Programa de Educación del Cippec, hizo referencia al reconocimiento del carácter positivo que merece la política educativa orientada a la formación docente.

Afirman en el Ministerio de Educación que este operativo llegó para reiterarse con distintos modelos de pruebas y que la iniciativa, destinada a perdurar, no implica ningún propósito de sanción.