En los medios

Ámbito Financiero
20/09/17

Crecen los espacios de interacción

Según la directora de la Red de Empresas por la Diversidad de la UTDT, "la sustentabilidad se adentra en la organización cada vez más en torno al negocio tomando distancia de las actividades filantrópicas"

Por María José Sucarrat
En la Argentina, las prácticas de responsabilidad social y sustentabilidad en el ámbito empresarial se están desarrollando de forma creciente. El contexto local es propicio ya que diferentes actores clave como Estado, Organismos Internacionales, OSC y organizaciones empresarias convergen en un trabajo conjunto.

Se observa que la sustentabilidad se adentra en la organización cada vez más en torno al negocio tomando distancia de las actividades filantrópicas. Una de las tendencias de trabajo en estos temas, es el uso de la plataforma de ODS de Naciones Unidas, que, de alguna manera, conforma el marco de gestión y comunicación general, que propone ordenar las prioridades de trabajo de las organizaciones. También hay una tendencia creciente a presentar reportes de gestión integrales que reflejan indicadores concretos estandarizados, para mostrar evolución y alcance del accionar de la sustentabilidad. 

La acción contra el cambio climático, es inevitable y una deuda pendiente, los desafíos futuros pasan por las energías renovables, el paso de los combustibles fósiles a renovables y la acción del Estado en la regulación de este pasaje. 

Desde el empresariado, otro de los grandes desafíos para disminuir el impacto ambiental, es el fomento de la economía circular. 

En la agenda de gestión de las personas en las organizaciones, es crítico el enfoque de Derechos Humanos, la Diversidad y la Inclusión. Cada vez más las organizaciones deben mirar a sus empleados desde la perspectiva antropocéntrica, a través de la cual la ética defiende los intereses de los seres humanos por encima de cualquier otra cosa, promoviendo espacios de trabajo diversos y libres de discriminación.

Por último, se observa que el sistema empresarial y el ecosistema de las nuevas economías -empresas y emprendedores de impacto- que naturalmente se encuentran desconectados, empiezan a enlazarse a través del lenguaje de la sustentabilidad y a compartir espacios de interacción y colaboración que seguramente seguirá en crecimiento en los próximos años.