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La Política Online
18/09/17

Afirman que el Presupuesto de Dujovne peca de "optimismo" en la proyección de crecimiento

Federico Furiase, profesor de la Maestría en Finanzas, fue consultado por LPO junto a otros expertos. Creen que el crecimiento previsto del 3,5 no calza con el ajuste del gasto.

Por Marcia Dell´Oca

Las advertencias sobre posibles inconsistencias entre el Presupuesto que trazó Nicolás Dujovne para el año que viene y la todavía delicada situación de la economía argentina no tardaron en llegar. Tres economistas consultados por LPO consideraron que el proyecto de ley prestado este viernes por el ministro de Hacienda ante el Congreso peca de exceso de optimismo.

En primer lugar, el economista en jefe de Economía y Regiones, Diego Giacomini, afirmó a LPO que para poder presentar una meta para 2018 de un déficit financiero del 5,5% del PBI (déficit primario más intereses de deuda), el Presupuesto "no suma las deudas del Tesoro con otras áreas del sector público y esto es un error".

Según explicó, al contemplar por ejemplo los intereses que el Tesoro deberá pagar a la Anses por los bonos que tiene en su cartera, el déficit es mucho mayor. En efecto, en 2018 deberán pagarse $406.500 millones de pesos de intereses de deuda, equivalentes al 3,3% del PBI. Sumados al 3,2% de déficit primario, representan un déficit total de 6,5% PBI.

"Nos endeudamos cada vez más y pagamos más impuestos para pagar más jubilaciones y más planes sociales", remarcó el economista a modo de síntesis del plan económico detrás de este presupuesto.

El Presupuesto plantea en su eje central, aumentar la deuda y pagar más impuestos para poder pagar más jubilaciones y planes sociales, explicó Diego Giacomini, al trazar la orientación de la ley presentada por Dujovne. 

Otro en advertir algunas inconsistencias fue el director de la consultora Analytica, Rodrigo Álvarez, quien explicó a LPO que será difícil crecer al 3,5% el año próximo, como planteó Dujovne. "Considero que la meta de inflación promedio (15,7%) es bastante realista, aunque la real va a estar ligeramente por encima. Me preocupa la proyección de crecimiento de 3,5% que está por encima del rango de 2,5%-3% que vemos nosotros", sostuvo.

"En términos generales este es un esquema que replica el del año pasado: el BCRA asistiendo al Tesoro y emitiendo letras para bajar la inflación a tasas que fuerzan la máquina y limitan el crecimiento, el Tesoro financiándose con deuda, lo que conlleva al ingreso de dólares con desequilibrio por el lado de la balanza comercial. La apreciación cambiaria va a profundizarse y esto le imprime un sesgo que no es tan favorable al crecimiento", agregó Álvarez.

Una tercera perspectiva la aportó el economista de Estudio Bein/Eco Go y profesor de la Di Tella, Federico Furiase, quien coincidió con Álvarez en que "crecer al 3,5% va a ser todo un desafío" y además remarcó que el presupuesto puede ser demasiado optimista respecto del frente comercial.

Para Furiase, el presupuesto del Poder Ejecutivo subestima las importaciones y sobreestima las exportaciones. De esta manera, subestima el déficit comercial, que en lo que va del año ya es récord histórico.

Además, el economista explicó que "es todo un desafío que el gasto público crezca por debajo de la inflación. El problema es que la mitad del gasto público se indexa según la inflación pasada. Para eso el grueso del ajuste pasa por el aumento de tarifas que impacta en el frente inflacionario".

"El gran desafío se va a ver en las paritarias de 2018, que seguramente estén entre la inercia de la inflación pasada y la meta del 10%. Esto va a ser un desafío para el Banco Central y la política fiscal y para que sea consistente el déficit que se está proponiendo", agregó Furiase. 

El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.

En otras palabras, si bien el 15,7% de inflación promedio proyectada por Dujovne es consistente con la meta de inflación del 10% anunciada por Federico Sturzenegger, si la inflación efectivamente queda por encima de la meta como en 2017, difícilmente el déficit fiscal sea del 3,2% como prometió Dujovne.

En este punto, Álvarez discrepa. En su opinión el Gobierno sabe bien la importancia de reducir el déficit fiscal y por eso "el Presupuesto refleja el fuerte compromiso con reducir el déficit primario y creo que lo van a cumplir. Si la inflación supera la meta, también la recaudación va a ser mayor a la esperada porque la elasticidad es prácticamente unitaria, en especial en los impuestos ligados a la actividad como IVA, Ingresos Brutos o el impuesto al Cheque."

"En cualquier caso, el Presupuesto muestra una reducción de la obra pública, que es uno de los rubros no inflexibles por lo que podemos esperar una baja por ese lado para cumplir la meta. En este punto, el Gobierno apunta a que el sector privado complemente esta baja. Y nosotros lo vemos difícil, al menos en la magnitud en la que espera el Gobierno. Eso también nos hace pensar que el crecimiento va a ser menor", agregó Álvarez.

El Presupuesto contempla una reducción de la obra pública y apuesta a que el sector privado cierre esa brecha y nosotros lo vemos difícil, eso también nos hace pensar que el crecimiento va a ser menor al proyectado, señala Rodrigo Alvarez de Analytica.

Como analizó LPO, de los 21.000 millones de dólares de inversiones que el ministro de Finanzas, Luis Caputo, está buscando del sector privado para llevar a cabo 50 obras de infraestructura mediante la Ley de Participación Público Privada (PPP), al menos unos 5.750 millones de dólares deberán ser desembolsados en 2018 para que la inversión en infraestructura se eleve al 3,5% del PBI.

"Es claro que pasar del 4,2% al 3,2% de déficit primario sin el impulso de un punto del PBI por el Blanqueo a través de la baja de subsidios y la suba de tarifas agrega puntos de inflación. Bajar la inflación de cerca del 22% anual a la zona del 10% mediante una elevada tasa de interés y a la vez crecer al 3,5% es todo un desafío para la macroeconomía de 2018", sostuvo en esta línea Furiase.

"Este contexto macro requiere que se mantenga sólido el ingreso de capitales para financiar tanto el aumento del desequilibrio comercial -generado por el aumento de la recuperación económica que empieza a demandar más importaciones- y también para financiar a tasas razonables los vencimientos de Lebacs de cara a una política monetaria que va a tener que seguir manteniendo un sesgo contractivo para bajar la inflación", agregó.

"Para que sigan entrando capitales es clave que los senderos de baja de la inflación y de baja del déficit fiscal sean consistentes entre sí, sean cumplibles para no perder la credibilidad y que no ahoguen el crecimiento de corto plazo para permitirle al Gobierno el margen que necesita de construcción de capital político y poder pasar en el Congreso las reformas estructurales que le pide el mercado", concluyó el especialista.