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La Nación
24/07/17

El sueño del techo propio: ahorrar en plazos fijos UVA le gana al dólar

De acuerdo con un estudio hecho por Juan José Cruces, director del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), "para comprar una vivienda es mejor invertir en opciones que ajusten por inflación"

La posibilidad de acceder a un crédito hipotecario volvió a permitir que muchos comenzaran a soñar con la casa propia. Pero hay un paso previo que no se puede obviar, y es que también hay que ahorrar al menos el equivalente al 30% del valor del inmueble para complementar cualquier crédito. En estos casos, a la luz de lo que sucedió en los últimos años, comprar dólares podría no ser precisamente la mejor decisión.

De acuerdo con un estudio hecho por Juan José Cruces, director del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), si uno hubiera comenzado a ahorrar en 2004 comprando dólares, hoy apenas podría comprar la mitad de metros cuadrados que compraba apenas empezó a juntar el dinero. Sólo si hubiera puesto sus pesos en un plazo fijo ajustable por inflación (la real, la que por años publicó el Congreso mientras el Indec estuvo intervenido por Guillermo Moreno) o por UVA (Unidad de Valor Adquisitivo, la unidad que creó el Banco Central para acompañar la evolución de los precios), habría podido mantener el poder adquisitivo de sus ahorros en términos de metros cuadrados.

"La sabiduría popular sugiere que lo mejor es ahorrar en dólares -explicó Cruces a LA NACION-. Sin embargo, desde 2004 hasta la fecha, el resultado de dicha estrategia fue inferior a haber ahorrado en lo que hoy se denominan plazos fijos indexados por UVA. Esos plazos fijos no existían durante tal período, pero este ejercicio permite simular cómo le hubiese ido a un inversor guardando dólares en el colchón, comparado con si hacía plazos fijos indexados por UVA", aclaró el economista.

En el ejercicio que hizo, Cruces diferenció lo que habría sucedido si un ahorrista ponía su dinero en dólares en el colchón, versus si lo colocaba al mismo tiempo en un plazo fijo UVA, considerando la inflación real, o en un instrumento similar pero considerando la inflación que publicaba el Indec de Moreno desde 2007 hasta 2015.

Con un tipo de cambio que se fue apreciando y un mercado inmobiliario que actuó como refugio de valor, en la última década el precio en dólares del metro cuadrado de un departamento a estrenar más que se duplicó. Pasó de US$ 1181 en 2004, a US$ 3386, en 2017. Pero, dice Cruces, poco varió si se lo expresa en pesos ajustados por inflación: el metro cuadrado que en el equivalente a pesos de hoy valía entonces unos $ 51.913, en la actualidad cuesta $ 52.273.

"Si uno hubiera comprado 1000 dólares en billetes en 2004, le alcanzaba entonces para 0,85 m2, y ahora para sólo 0,3 m2. Es decir, hubo una gran reducción del poder adquisitivo de dicho ahorro -ilustró Cruces-. Mientras que si se ahorró en ?UVA morenas', siguiendo la inflación de Moreno, se compraban 0,85 m2 en 2004 y 0,3 en 2017. Irónicamente, la depreciación del poder adquisitivo del ahorro fue similar".

La mejor opción de las tres durante este período, destacó Cruces, fue invertir en "UVA rubias", o que siguieron la inflación real (en este caso, la publicada por el Congreso durante los años de manipulación del Indec). Con dicha estrategia, un inversor con el equivalente a US$ 1000 se compraba 0,85 m2 en 2004 y 0,84 m2, en 2017. "Esto muestra que invertir en un plazo fijo ajustado por la inflación verdadera fue la estrategia que permitió comprar más metros cuadrados, y con mucho menos riesgo que comprando dólares o con un plazo fijo ajustado por la inflación de Moreno", dijo el economista.

Para Cruces, no hay dudas de que quien tenga que ahorrar para comprarse una vivienda debería hacerlo ahora también apostando a los plazos fijos con UVA. "El metro cuadrado sube en dólares, pero en pesos ajustado por inflación está fijo hace 10 años. Si tenés que ahorrar para comprarte metros te conviene ahorrar en algo pegado a la inflación. Al menos, en este periodo de inflación alta y de tipo de cambio real, en el que el peso se va haciendo fuerte frente al dólar", subrayó el economista.