En los medios

El Economista
28/06/17

Por IPC rebelde, el BCRA dejó la tasa quieta en 26,25%

Según Federico Furiase, profesor de la Maestría en Finanzas de la Di Tella, "en este caso la depreciación no afectó a la expectativa de devaluación"

Por Mariano Cúparo Ortiz
El BCRA reconoció ayer que aún no logró domar la inflación y ponerla en el camino deseado. Por eso, tal como se esperaba, volvió a dejar quieta la tasa de interés de política monetaria, es decir la del centro del corredor de pases a siete días, en 26,25%. Junio se estaría negando a dar buenas noticias en materia de precios, con una aceleración inflacionaria registrada sobre todo en las últimas semanas y, aunque el número no estaría tan lejano al 1,3% de mayo, no permite relax alguno.

El comunicado de política monetaria difundido ayer por el BCRA abundó en primera instancia en las buenas noticias registradas en las últimas semanas. Hasta ahí sin novedades, aunque nunca está demás recordar el “una golondrina no hace verano” al que alguna vez hizo referencia el presidente de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger.
Mal junio Y el refrán le daría la razón ya que junio no tendría continuidad de desaceleración inflacionaria (para Elypsis daría 1,5%, lejos del 1% que busca Sturzenegger). Así fue que comoCentral comunicó: “Los indicadores de alta frecuencia sugieren que la inflación se ubica en junio en niveles similares a los observados en mayo, aunque superiores a los buscados por la autoridad monetaria para esta época del año”.

Datos Claro que entre la información mencionada el comunicado también hizo referencia a los registros entre buenos y no tan malos de las inflaciones mayoristas, de la minorista de San Luis y el costo de la construcción, publicados en las últimas dos semanas, tras la anterior decisión de política monetaria.

En ese sentido, el BCRA detalló: “En las últimas dos semanas se conocieron los datos de inflación de mayo del IPC San Luis, el Sistema de Precios Mayoristas y el Costo de la Construcción. Los datos de inflación minorista de San Luis mostraron una reducción en relación a abril al ubicarse en 1,7%, lo que arroja una inflación en los últimos doce meses de 22,3%”.

En cuanto a las mayoristas complejizó para verle el lado positivo: “La inflación mayorista resultó de 0,9% para el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM), 1% para el Índice de Precios Internos Básicos al por Mayor (IPIB) y 1,1% para el Índice de Precios Básicos del Productor (IPP), mostrando incrementos respecto al mes previo. De todas formas, las variaciones interanuales descendieron a un rango entre 14% para el IPP y 15,3% para el IPIM”.

Y cerró: “Finalmente, el Indice de Costo de la Construcción registró una variación del 1,3% mensual, mientras que la variación interanual cayó al 24,3%”.

Dólar Ayer el Central tuvo otra motivación para mantener quieta la tasa: el tipo de cambio continuó con su depreciación y cerró en $ 16,66, según el propio BCRA. La competencia entre tasa y dólar es uno de los canales de transmisión (incluso para algunas autoridades del BCRA es el canal clave, por sobre el de la cantidad de moneda influyendo sobre las tasas activas de los bancos) de la política monetaria.

Para el economista de Estudio Bein y profesor de la maestría en Finanzas de la UTDT, Federico Furiase, la decisión del BCRA no pasó por ahí sino por la mencionada inflación de junio, que no da señales de desaceleración: “Cuando se mueve el dólar y no se modifican las expectativas de devaluación e inflación, no tiene impacto directo sobre las decisiones de tasa de referencia del BCRA. Juega más cuando hay una licitación de Lebac, para manejar la liquidez compitiendo con la expectativa de devaluación. En este caso la depreciación no afectó a la expectativa de devaluación. De hecho ayer se movió el spot pero las expectativas están ancladas e incluso ajustaron a la baja. El problema no pasa por ahí, entonces”.