En los medios

La Nación
27/05/17

Sociólogo riguroso, innovador y comprometido

Para el profesor e investigador de la Di Tella, el sociólogo, consultor y ex rector de la UTDT Manuel Mora y Araujo "fue una figura centralísima de las ciencias sociales argentinas" que "contribuyó decisivamente a la introducción en el país de muchos de los métodos de la ciencia social moderna"

Por Carlos Gervasoni

Manuel ("Manolo") Mora y Araujo fue una figura centralísima de las ciencias sociales argentinas. La amplitud y diversidad de sus contribuciones como investigador académico, profesor universitario, consultor político y columnista periodístico reflejan la notable potencia intelectual y energía personal que lo caracterizaron.

Desde mediados de la década de 1960, "Manolo" continuó y fortaleció la tradición sociológica más sanamente científica, iniciada años antes por Gino Germani. Cabe destacar que lo hizo contracorriente, en un clima intelectual en el que epistemologías marxistas, hermenéuticas, posmodernas o católicas coincidían en identificar al "positivismo" -la idea de que un acabado conocimiento de la realidad requiere del uso del método científico- como una idea peligrosa.

Contribuyó decisivamente a la introducción en el país de muchos de los métodos de la ciencia social moderna, como las encuestas por muestreo, la construcción de índices y la estadística multivariada. Textos pioneros de autores como James Coleman, Johan Galtung, Leslie Kish, Paul Lazarsfeld y Arthur Stinchcombe llegaron a nuestras aulas vía sus traducciones o bibliografías.

La transición democrática de 1983 lo encontró fuertemente comprometido con las ideas de la libertad política y económica. También fundando una consultora de opinión pública y mercados que desde temprano se destacó por su calidad, por su notable cartera de clientes, y por su expansión internacional. En eficaz colaboración con Felipe Noguera y otros socios del "Estudio", esta innovadora "startup" argentina anticipó, contra el escepticismo generalizado, que Raúl Alfonsín derrotaría al peronismo en 1983 y, contra el consenso internacional, que la opositora Violeta Chamorro triunfaría sobre el sandinismo en las elecciones nicaragüenses de 1990.

Su nombre estuvo asociado, como fundador, profesor o directivo, a muchas de las más prestigiosas instituciones de enseñanza, investigación y control del gobierno del país: la Universidad de Buenos Aires, la Fundación Bariloche, el Instituto Torcuato Di Tella, la Universidad Torcuato Di Tella -de la que fue rector-, la Universidad del CEMA, Poder Ciudadano y la Fundación Compromiso. En los últimos años y hasta hace días fue un muy activo miembro del Club Político Argentino.

Su larga y diversa trayectoria obliga a numerosas e injustas omisiones en esta breve reseña, pero quizás la mejor forma de recordarlo sea mediante el mensaje que más o menos explícitamente dio sentido a toda su vida intelectual: los problemas de nuestra economía, nuestra sociedad y nuestra política requieren diagnósticos basados en evidencia empírica teóricamente fundamentada y rigurosamente recolectada y analizada.

En un país que apenas comienza a salir de años de falsificación y deslegitimación deliberada de las estadísticas oficiales -y en el que el que casi ninguna política pública es evaluada con herramientas científico-sociales- este legado que nos deja "Manolo" resuena con particular intensidad.

Profesor e investigador de la Universidad Torcuato Di Tella