En los medios

La Nación
29/05/17

Aulas y sindicatos innovadores

"Se necesita un agente de cambio que movilice el sistema educativo y que agilice y saque de su letargo la estructura sindical", afirma el profesor de la Escuela de Negocios de la Di Tella

Por Andrés Hatum

Nick van Dam es chief global learning officer de McKinsey. Experto en temas de aprendizaje, su visión es que el futuro del trabajo pasa por la especialidad. En esto coincide con Lynda Gratton, profesora de management en la London Business School, que describe el lado oscuro del futuro laboral como "la fragmentación del trabajo, el aislamiento y la exclusión". Las revoluciones industriales, tecnológicas y ahora digitales han afectado el mundo del trabajo siempre. El tema es cómo los distintos actores encaran los cambios.

El sindicalismo argentino es hoy lo más parecido al ludismo inglés de principios del siglo XIX. El ludismo fue un movimiento encabezado por artesanos ingleses que protestaron entre los años 1811 y 1816 contra las nuevas máquinas que destruían el empleo. ¿Qué hacían los ludistas? Entraban a las fábricas y destruían las nuevas máquinas. Eliminado el problema, no hay amenaza.

Es cuestión de recordar los disturbios por la llegada de Uber al país y la reacción de los sindicatos protestando, cortando calles y amenazando a quienes consideraban choferes de Uber. Frente a una tecnología que reemplaza un trabajo, el sindicalismo prefiere una posición combativa en vez de entender y acordar cómo reconvertir las habilidades y capacidades de los trabajadores que están afectados a un trabajo amenazado.

El sistema educativo es el otro pilar del atraso en la revolución en el mundo del trabajo local. Aulas del siglo XIX esperan a gente que tiene que salir al mercado laboral en el siglo XXI. Pongamos el foco en el sistema universitario. Una generación anterior disfrutó de poder hacer una carrera donde el conocimiento adquirido en la misma le permitía trabajar toda su vida laboral. Hoy, el conocimiento que provee una carrera o un posgrado tiene fecha de vencimiento, por lo que la capacitación constante es algo que afecta a todos los trabajadores: operarios y ejecutivos.

Las carreras requieren ciclos comunes donde no sea un problema el cambio de universidad y se respeten las materias aprobadas. Los cambios revolucionarios en el mundo del conocimiento también necesitan de ciclos de especialidad para que el profesional pueda ir generando, a lo largo de su vida laboral, las especialidades y reconversiones laborales necesarias apoyadas por un sistema educativo que entiende y desafía el conocimiento que es necesario.

¿Qué trabajos son más vulnerables y pueden desaparecer? En un estudio, tal vez el más relevante en el tema, publicado en 2013 por Carl Frey y Michael Osborne, examinaron 702 ocupaciones y encontraron que el 47% de las personas tenían trabajos con alto riesgo de automatización y, por ende, desaparición. En particular, trabajadores en el ámbito del transporte y logística, administrativos, y ventas y servicios son los más vulnerables para dicho estudio. Ahora bien, cada transformación laboral elimina puestos, pero también crea otros. ¿Quién hubiera pensado hace 10 años en la importancia que tiene para muchas empresas el rol de community manager para manejar redes sociales hoy?

Se necesita un agente de cambio que movilice el sistema educativo y que agilice y saque de su letargo la estructura sindical. Ojalá que un día en vez de negociar presentismo en las paritarias, se acuerde proyectos educativos para consolidar a los trabajadores en sus capacidades profesionales, que les darán sustentabilidad laboral en el largo plazo.

Profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella