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16/03/17

Nuevo CEO de Yahoo cobrará el doble que Marissa Mayer por menos trabajo

Según Virginia Meneghello, profesora del posgrado de sustentabilidad de la UTDT, "no es novedad que los hombres perciben mejores salarios que las mujeres, por igual responsabilidad"

De la brecha salarial de género no escapa ninguna mujer. Ni siquiera la célebre Marissa Mayer, todavía CEO de Yahoo, quien además de no haber logrado el esperado repunte de la compañía también parece haber fallado en su propia negociación salarial. 

Celebrada en los inicios por trabajar alrededor de 130 horas a la semana, por volver a su puesto inmediatamente después de haber dado a luz, por atreverse a encarar en 2012 -tras un exitoso paso por Google- la reconversión de la empresa que ya perdía terreno frente a sus competidores y caía estrepitosamente en la bolsa, la ejecutiva llegó a un triste final.

Mayer abandonará la compañía una vez que se concrete la venta de los negocios de tecnología al gigante de telecomunicaciones Verizon, algo que se espera para el segundo trimestre de este año.

En enero se informó que Mayer no seguiría vinculada a la firma, y esta semana la corporación pionera de Internet confirmó a través de un comunicado que su lugar como CEO será ocupado por otro miembro del directorio, Thomas McInerney.

Se trata de un ex ejecutivo de InterActiveCorp (IAC) -una firma de inversiones en Internet que tiene en su cartera reconocidas marcas como About.com, Match y Vimeo- de 52 años de edad.

Él forma parte de la "mesa chica" de Yahoo desde abril de 2012, tras haber pasado por la empresa de medios HSN, Ticketmaster e incluso Morgan Stanley.

Lo cierto es que esto último y toda su experiencia como Chief Financial Officer (CFO) en firmas de Internet lo convierten en el candidato ideal para la nueva etapa en la que entra Yahoo.

Quizás sea por eso que McInerney recibió una oferta salarial más "jugosa" que la que logró Mayer hace cinco años, pese a que su tarea se verá ampliamente reducida una vez concretada la venta a Verizon.

Yahoo, que pasará a llamarse Altaba, se desprenderá entonces de todos sus negocios excepto de su participación en el lucrativo Alibaba Holdings, el gigante chino del e-commerce, y algunos activos que conserva en Japón.

Es decir, en lugar de la titánica tarea operativa encomendada a la ex Google, McInerney manejará lo que los expertos esperan sea una especie de fondo de inversiones, por el doble de sueldo.

¿Cómo se explica esta abrumadora diferencia en relación a la compensación de la CEO saliente?¿Se trata entonces de un nuevo caso de la famosa brecha de género?

Negociación clave

Es imposible asegurar que la cuestión de género sea lo que empujó la balanza para que el nuevo directivo se valorizara en una cifra que duplicó el salario de la ingeniera que fue traída al buscador con bombos y platillos como "mesías salvadora".

El caso no deja de ser paradójico del famoso "gender gap" que existe a la hora de definir las compensaciones, incluso en el club selecto de ejecutivos de Silicon Valley y en el mundo de la alta tecnología.

La consultora PricewoterhouseCoopers (PwC) reveló en febrero pasado un estudio global que indica que la diferencia entre lo que cobran hombres y mujeres por igual puesto y a igual formación se mantuvo inalterado entre 2014 y 2015.

La entidad calculó que hoy en día las mujeres trabajadoras de 33 naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) perciben en promedio un 16% menos de remuneración que sus pares varones, incluso si se vuelven más calificadas.

El sentido común indicaría que la escasez de talento global en el área de tecnología crearía una especie de "oasis" en el que las profesionales se valorizarían junto a sus pares varones. Pero como suele suceder, el sentido común se equivoca.

"Lo que nos revela el caso de Marissa Mayer es el mal entendimiento que tenemos acerca de la brecha salarial. El mito es que se genera por falta de legislación de gobierno o de regulaciones dentro de una compañía. Pero en realidad ocurre en toda industria, inclusive la de informática y tecnología, a partir de la habilidad y propensión de la mujer para negociar", consideró al respecto Olivia Jaras, CEO y Fundadora de Salary Coaching for Women.

"Los hombres tienen una habilidad innata para auto promoverse y velar por sí mismos de una forma que a las mujeres no nos nace. Pero la triste realidad es que aunque pudiésemos negociar innatamente igual que un hombre, la sociedad y su cultura no está capacitada para aceptar ese tipo de comportamiento de la misma forma que lo aceptaría de un hombre", agregó.

En la misma línea se expresó Virginia Meneghello, docente del posgrado de sustentabilidad de la UTDT y de la UADE: "El caso de Yahoo tiene varias aristas a considerar, entre otras cosas porque la compañía se halla en un proceso de venta y eso conlleva cambios de parámetros. Pero lo cierto es que no es novedad que los hombres perciben mejores salarios que las mujeres, por igual responsabilidad".

La catedrática argentina apuntó que las ocho CEO mujeres de las 100 empresas más grandes de Estados Unidos ganaron en los últimos años un 34,6% menos en comparación de sus pares masculinos, según datos de la consultora Equilar.

Coincidió además en que los hombres logran una mejor negociación inicial que sus compañeras, "que generalmente buscan 'demostrar' su valía para luego volver a conversar sobre el tema".

Pero remarcó que en este caso, "habrá que ver si el nuevo CEO, además no tendrá otras responsabilidades y riesgos en una empresa que continua con un horizonte de cambios".

Si bien no diferenció por cuestiones de género, el experto headhunter Bernardo Hidalgo, socio y fundador de la consultora homónima, también apuntó a las capacidades de negociación.

"El salario de estos ejecutivos se negocia individualmente y muchas veces el background del candidato habla por sí mismo", arrancó.

"En este caso, se puede tratar de un ejecutivo de 52 años que ya tiene su futuro asegurado por éxitos pasados y que para tentarlo a subirse a este nuevo desafío fue necesario aceptar sus condiciones", arriesgó Hidalgo.

"En este caso el candidato parece reunir los antecedentes que la compañía necesita", sentenció.

Más por menos
De acuerdo a la información que Yahoo habría brindado a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), McInerney tendría un salario anual de u$s2 millones.

Fue la revista norteamericana Fortune la que dio el alerta acerca de que la misma documentación emitida en 2012, cuando Mayer asumió el control del barco en plena "tormenta", fue de u$s1 millón.

"En relación a su industria, el sueldo base de Marissa era bajo", consideró Jara al respecto.
Sin embargo, Hidalgo recordó que, en las posiciones más altas en las organizaciones, el concepto de "equilibrio interno" de salarios se deja de lado, por lo que no resultan convenientes este tipo de comparaciones.

Esto sucede porque no hay otra posición "par" dentro de la misma firma y las comparaciones con empresas competidoras "no siempre llevan a buen puerto, ya que es necesario tener en cuenta no solo el tamaño de cada una sino también su rentabilidad, negocio, proyeccion, etc.".

Dicho esto, es en el salario de base en lo que la remuneración a ambos CEO difiere ampliamente. Y este componente suele tratarse como una especie de "básico", mientras que los bonos de compensación y las acciones son el verdadero atractivo que se negocia al ingresar en este tipo de posiciones, además de las condiciones de una potencial salida.

Es por eso que es imposible afirmar a ciencia cierta si el nuevo directivo obtendrá efectivamente más dinero que su antecesora. Además, la compensación final de Mayer no se terminará de definir hasta que se concrete la venta a Verizon.

En concreto, por su salida de Yahoo Mayer recibirá u$s3 millones en efectivo y u$s20 millones en acciones en concepto de "paracaídas dorado", una suerte de seguro contra despidos que acuerdan ciertos ejecutivos cuando entran a un empresa tras dejar un puesto jerárquico en otra firma.

Por su parte, además del "básico" de u$s2 millones, el nuevo titular es candidato a recibir un bono anual por la misma cantidad y un incentivo de largo plazo de u$s6 millones.

Asimismo, el contrato de McInerney incluye su propio "paracaídas dorado". En el caso de despido sin causa o renuncia con causa suficiente, podría recibir el equivalente a 18 meses de salario y beneficios, más una porción del bono anual y del incentivo, basada en performance.

Último acto
Verizon anunció en julio de 2016 la adquisición de los negocios de tecnología de Yahoo, que incluyen el famoso buscador de Internet, la venta de publicidad online, sus activos inmobiliarios, etc.

Pero la cifra final por la cual se concretará la operación se modificó luego de que el gigante norteamericano de las telecomunicaciones redujera su oferta, tras el último hackeo que sufrieron las 1.500 millones de cuentas de correo alojadas en los servidores de Yahoo.

Verizon había ofertado u$s4.830 millones, pero luego descontó u$s350 millones, por lo que el monto total quedó en u$s4.480 millones.

En consecuencia, la CEO asumió la responsabilidad y el 1 de marzo renunció a su bono por desempeño.

Lo comunicó directamente en el blog de Tumblr que sostuvo durante su tiempo en Yahoo. Fue, probablemente, su último acto distintivo como titular de la empresa fundada por Jerry Yang y Dave Filo.

"Soy la CEO de la compañía y ya que este incidente ocurrió bajo mi mando, acordé renunciar a mi bono anual y a mi incentivo de este año, y expresé mi deseo de que mi bono sea distribuido entre nuestros trabajadores que han contribuído tanto al éxito de Yahoo en 2016", escribió.

Mayer sin embargo, no estará llorando por los rincones tras la fallida "operación de rescate" (o secreta preparación para una eventual venta, como se especuló desde su nombramiento) que comandó en la empresa pionera de la web.

Además de los u$s23 millones de indemnización por su salida de Yahoo (en el caso de que la misma se complete sin causa justificada) más "stock options", se estima que el año pasado solamente concretó ingresos por u$s36 millones, tomando en cuenta bonos y demás acciones corporativas. 

Se estima que la compensación de Mayer desde que ingresó a la compañía en 2012 rondará una cifra acumulada de u$s150 millones.