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iProfesional
20/02/17

Hacer un MBA será este año un 30% más caro y el costo puede superar los $400.000

Son cada vez menos los alumnos que reciben ayuda financiera de las empresas donde trabajan para cursar este programa "estrella" de las escuelas de negocios, pero apuestan por su formación a través de préstamos y ahorros propios

Por Paula Krizanovic

En ningún sector de la economía parecen estar convencidos de que el gobierno nacional alcanzará este año a cumplir con la meta de 17% de inflación fijada en el Presupuesto.

En las universidades y escuelas de negocios tampoco confían en la previsión oficial, quizás demasiado optimista. Y atentas a los aumentos de costos en salarios, impuestos y servicios a los que deberán hacer frente este año para mantener la calidad de su oferta, las entidades privadas se adaptaron a este escenario económico.

Un ejemplo de ello es que el precio de hacer una maestría en administración de negocios (MBA, por sus siglas en inglés) en alguna de las principales casas de altos estudios de Buenos Aires, se incrementó entre 29% y 31% año a año, según relevó iProfesional.

Y esto fue así en las academias que no fijan en dólares el costo de sus posgrados y maestrías, una opción que ya utilizan algunas escuelas de negocios para sostener los valores más allá de lo que indique la balanza de la inflación local y dar así algo más de previsibilidad a los alumnos.

Estos últimos aumentos llevaron el precio de hacer un MBA -que continúa siendo el programa "estrella" y más demandado de educación superior las academias argentinas- por encima de la barrera de los $400.000, aunque hay opciones en el otro extremo que se ubican en torno a los 200.000 pesos.

Un dato: tan solo en 2014, ese piso en pesos era similar al costo de cursar alguno de los MBA más caros del mercado local. 

Vale la pena aclarar de todas formas que en la Argentina la mayoría de los programas de maestría en negocios se realizan de manera part-time y llevan entre un año y medio y dos de cursada. Por eso ese valor se distribuye entre pago de matrícula y luego cuotas a lo largo de ese período, durante el cual los alumnos no necesitan abandonar su trabajo.

A diferencia de lo que sucede en mercados donde la educación superior es una actividad más extendida y madura, en la Argentina no está ampliamente desarrollada la práctica de obtener préstamos de estudio para cursar estos programas de formación que son clave en la carrera corporativa.

Si bien hay ingresantes locales que recurren a la modalidad de préstamos personales para solventar el gasto en capacitación, lo más común es utilizar una combinación entre ahorros propios, financiación de la casa de estudios o beca, y ayuda financiera de terceros, como la empresa en la cual se desempeña el profesional que aspira a cursar el MBA.

En IAE Business School por caso, revelaron a iProfesional que este año quienes recibieron asistencia financiera -no becas- supera el 20% de los inscriptos al mencionado programa.

Asimismo, son varias las entidades que en los últimos años vienen trabajando para fortalecer su sistema de becas o préstamos de honor, de manera que los mejores profesionales que son seleccionados en el proceso de admisión, no queden afuera por cuestiones de dinero.

Sin embargo, se denota ya una baja sensible de la asistencia que reciben los alumnos de parte de las empresas en las cuales se desempeñan, para costear los gastos de formación que les permitirán avanzar en su carrera.

Sebastián Auguste, Director de los programas MBA y Executive MBA de la Universidad Torcuato Di Tella recordó que en años anteriores, entre el 50 y el 60 por ciento de los alumnos recibían algún tipo de ayuda de parte de las corporaciones que los empleaban.

"En particular este año se está viendo una disminución en esta ayuda y consecuentemente los postulantes tienden a autofinanciarse con ahorros o invirtiendo los bonos por performance que obtienen en sus trabajos", agregó.

Pese a esto, aseguró que la cantidad de inscriptos y de consultas por estos programas no cayyó, "aunque en algún sector particular como el PYME o por parte de funcionarios de gobierno en los que notamos una leve disminución".

Por su parte, Mercedes Núñez, Jefa de Admisiones en la Fundación UADE notó que en esa universidad "alrededor del 30% de los alumnos reciben asistencia de las empresas que los emplean, y esa ayuda va desde un 50% a un 100%" del costo de la cursada.


En las casas de altos estudios ya conocen de memoria lo que sucede con el mercado de educación superior en etapas recesivas de la economía. La inversión de particulares y empresas no se cae sino que se "muda".

Los programas largos como las maestrías y posgrados se restringen a "top management" en casos absolutamente necesarios. Y los presupuestos de Recursos Humanos se destinan a programas más cortos y de rápida aplicación a la actividad, para obtener resultados en el acto.

Asimismo, florecen las modalidades que permiten ahorrar costos, como la del e-learning.

Y el 2017 contará además con un ingrediente adicional que en las academias ya conocen bastante bien: "Siempre en los dos primeros años tras un cambio de gobierno, la demanda por capacitación aumenta. A su vez, las promesas de crecimiento económico motivan a los profesionales para estar integralmente preparados frente a cualquier cambio personal u organizacional que se quiera desarrollar", definió Federico Gómez, responsable del Departamento de Comunicación de la UCEMA.

¿Qué otros factores coyunturales están impactando en la demanda este año? Por un lado, el encarecimiento del crédito, que golpea a aquellos alumnos que autofinancian su educación.

Pese a eso, Paula Rodriguez Etchard, Directora Ejecutiva del IAE Business School, recordó que "los alumnos que se autofinancian decidieron invertir en ellos mismos en un año de incertidumbre como fue el 2016, con un cambio de Gobierno". En este sentido, la inscripción al Executive MBA de IAE, por ejemplo, creció un 20% entre ese año y el anterior.

Por otro lado, el académico de UTDT remarcó que hay sectores de la economía que son demandantes habituales de MBA y se vieron golpeados en su actividad por la recesión de 2016, "lo que se sumó a varios años previos de vacas flacas".

"En algunos casos también vimos que empresas con dividendos sin poder distribuir, los usaron para adelantar capacitaciones, lo que también hace que la demanda actual sea menos pujante", aclaró Auguste.

Más allá del panorama que cada entidad académica prevé para este año, la mayoría de las privadas tienen alineados varios lanzamientos de nuevas carreras.

La Universidad Argentina de la Empresa sumará dos licenciaturas -en Comunicación Global y Gestión de Arte- un Programa Conjunto Administración de Empresas y Finanzas, una Tecnicatura Universitaria en Desarrollo de Software otra en Desarrollo de Videojuegos, además de su MBA Online.

Según explicó Núñez, la UADE se enfocó desde hace tres años en el desarrollo de propuestas de e-learning -como el Cuso de Posgrado en Dirección de Empresas y la Licenciatura en Administración de Empresas- pero con especial cuidado en "evitar el error más obvio de algunas de estas propuestas: la digitalización de un mismo contenido de la modalidad presencial para distribuirlo virtualmente".

IAE Business School, por su parte, prefirió este año multiplicar su oferta de programas focalizados en áreas como comunicación, marketing digital, y prevención de crímenes financieros.

También en UCEMA primaron los programas cortos. Iniciarán su primera edición las diplomaturas en Desarrollo y Financiamiento de Proyectos de Energía Renovable y la de Estrategia Comercial y Marketing para Pymes.

Asimismo, por articulación interuniversitaria, por primera vez se les permitirá a los graduados de la Licenciatura en Administración de Sistemas del ITBA obtener su doble titulación con la carrera de Contador Público de la UCEMA, a partir de una cursada breve.

Esta entidad intentará profundizar su oferta académica en la intersección entre negocios y tecnología, con desarrollo de variables para analizar la coyuntura económica local e internacional. También abordarán la performance de las organizaciones, y la innovación en design-thinking.

"La combinación de los tres temas, sin duda, se liga con los que los profesionales hoy deben fortalecer para estar al frente de organizaciones ágiles, con demandas múltiples, cambios dinámicos de coyuntura y sobrecarga de información", afirmó Gómez.