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Clarín
13/01/17

Emilio Basavilbaso: "Elegí a Macri, pero en 2007 pensé en trabajar con Scioli"

El director ejecutivo de ANSES y graduado en Economía Empresarial por la UTDT cuenta en una entrevista cómo nació su vocación política. “Cuando me recibí, hablé en representación de mis compañeros. Y dije que quería trabajar en la función pública. Se me mataron de risa: la imagen del político argentino no era la mejor”, rememora.

Por Martin Bidegaray

Maneja el mayor presupuesto del país: $ 850.000 millones en 2016 y 1 billón de pesos para 2017. Ese dinero se vuelca en 18 millones de prestaciones, entre jubilaciones, planes sociales y otras asistencias. Emilio Basavilbaso es director ejecutivo de la ANSES, pero no viene de la política. Trabajó una década en Telefónica. Durante una beca en España (en 2003), confesó su vocación política. “Cuando me recibí, hablé en representación de mis compañeros. Y dije que quería trabajar en la función pública. Se me mataron de risa: la imagen del político argentino no era la mejor”, rememora.

Al ejecutor de la ley de reparación histórica –que reconoció una inmensa deuda del Estado con los jubilado- le “picó el bichito” en la crisis de 2001. “Varios parientes de mi familia se quedaron sin laburo. Y no podía creer que en un país tan rico hubiera 50% de pobreza”, puntualiza el funcionario de 40 años.

Aunque porta un apellido tradicional, que puede asociarse con alcurnia, Basavilbaso viene de una historia familiar de sacrificio. “Mi padre no era profesional, trabajó en un banco y en el campo. Hizo un esfuerzo inmenso para que yo pudiera estudiar”, confiesa. Es egresado del colegio Newman (el mismo que el presidente Mauricio Macri) y la Universidad Di Tella (cuarta camada).

Arrancó en la función pública tras haber sido seleccionado por Horacio Rodríguez Larreta, en 2007. Sin embargo, también pensó en el equipo de Daniel Scioli.

“A fines de 2007, me empecé a vincular con gente de Scioli y Macri. Scioli había ganado en la provincia y Macri en la ciudad. En ese momento, hasta me parecía atractivo Scioli. Suerte que no entré, porque fue un desastre. No hay casualidades en la vida. Conocí una persona que luego me llevó a tener 4 entrevistas, hasta que me seleccionó Rodríguez Larreta”, detalla.

Desde 2007, fue director de Planeamiento Estratégico de la ciudad de Buenos Aires. Luego, director del Instituto de la Vivienda. Allí fue autor de unos créditos hipotecarios porteños. El kirchnerismo reaccionó con los Pro.Crear. “El lanzamiento de ellos fue muy improvisado. (Axel) Kicillof ofreció un programa, (Diego) Bossio habló de otro y la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) habló de cantidades y tasas de interés diferentes", desliza.

¿A cuántos jubilados le pagaron las compensaciones por reparación?

Vamos por la mitad. Es un millón que cobra un 30%-35% más por la readecuación. Con los $ 75.000 millones del blanqueo, tenemos los fondos garantizados hasta los primeros meses de 2018. A eso se suma la rentabilidad del Fondo de Garantia de Sustentabilidad (reúne las participaciones de ANSES en las empresas tras quedarse con lo que tenían las AFJP), que fue del 5% en dólares contra 1-1,5% de la gestión anterior.

¿Hay que modificar la edad jubilatoria?

La ley de reparación histórica tiene una comisión para estudiar modificaciones. A la ley hay que cambiarla. Hay países que ponen incentivos para que la gente siga trabajando. Lo ideal sería que el sistema te permita seguir acumulando dinero y después cada persona elija si sigue trabajando o se jubila. Pero en un cambio tienen que participar jubilados, sindicatos, partidos políticos. La propuesta la va hacer la comisión, de la que voy a participar, pero tiene que haber acuerdo de todos, porque afectará a futuro.

Junto con su hermano, Basavilbaso posee dos bicicleterías. Iba pedaleando desde Palermo a la facultad y al Instituto de la Vivienda, pero ya no tiene tiempo. Lo que conserva es la pasión por el fútbol. Disfruta más jugando que viendo. Es hincha de River.

Participa de los partidos en Olivos, con el presidente y ministros. ""Juego de 8, soy de los jóvenes del equipo, tengo la ventaja de correr”, se describe con la misma serenidad que exhibe en una hora de charla. “Ojo, que también soy “hacha”, alguna vez le entré durísimo a otro funcionario sin querer”, cuenta con un poco de culpa.