En los medios

La Capital de Rosario
14/11/16

Juan Germano: "Macri tiene nivel de aceptación considerablemente alto"

Es director de Isonomía Consultores. Licenciado en Ciencia Política y Gobierno de la Universidad Di Tella, ha coordinado estratégicamente diversas campañas a nivel municipal, provincial y en países de la región.

"Mauricio Macri sigue teniendo niveles de aceptación considerablemente altos. Sin la opción regular, la foto actual lo muestra con 58 por ciento de imagen positiva", dice Juan Germano, director de la consultora Isonomía, cuyos números son siempre analizados al dedillo en la Casa Rosada.

Sin embargo, el consultor pide analizar los contextos, según los cuales el presidente mostró una baja comparada con su punto más alto logrado en enero de 2016 (72 por ciento). A la vez, Germano analiza en una entrevista con La Capital cómo influirá la victoria de Donald Trump en la relación con la Casa Rosada y hace un repaso sobre los escenarios políticos y económicos.

El triunfo de Trump en EEUU marca un antes y un después en el mundo occidental. ¿Como influye en la relación que el gobierno tiene con la Casa Blanca?

—Se enmarca en una situación geopolítica mundial que muestra un fuerte descontento de diversos sectores sociales con elementos de la clase dirigente política tradicional. Esta grieta funciona como un caldo de cultivo perfecto para discursos disruptivos, movimientos antisistema y retóricas populistas. Trump supo explotar este descontento canalizando la necesidad de cambio y obteniendo una victoria histórica luchando contra el establishment político norteamericano, gran parte de los medios de comunicación e, inclusive, su propio partido. Es difícil saber cómo serán las relaciones entre ambos países debido a que poco sabemos de lo que pueda hacer Trump como presidente. La campaña de Trump ha sido altamente efectiva pero extraordinariamente vaga, repleta de contradicciones evidentes. Lo único que parece claro es que Argentina en particular y la región en general, no estarán dentro de las prioridades del nuevo gobierno estadounidense.

—¿Se observan linealidades entre el triunfo de Macri y de Trump? Ambos vienen del mundo empresario y parecen haber saltado por encima de las burocracias políticas.

—No encuentro demasiadas linealidades. Trump llegó a ser presidente, en parte, por ser empresario; Macri llegó a pesar de ello. En EEUU, diversos sectores sociales visualizan elementos altamente positivos en figuras empresariales como Trump por el hecho de ser empresarios exitosos y haber logrado ganar mucho dinero. La correlación entre ser célebres en el ámbito privado y lograr hacerlo en el mundo público es más directa. Este valor en sí mismo, es el que el magnate republicano supo capitalizar en su candidatura política. En Argentina el empresariado, en general, es uno de los cuerpos sociales que mayor rechazo y desconfianza genera en la opinión pública. Macri tuvo que hacer una transformación en términos de su imagen pública para lograr tener mayores niveles de aceptación popular. La gestión en Boca Juniors y anclar su figura a elementos exclusivos de gestión y el éxito deportivo fue lo que le permitió trascender el hecho de ser un empresario exitoso.

—¿En qué valores se encuentra la imagen positiva y negativa de Macri?

Sigue teniendo niveles de aceptación considerablemente altos. Medidos de manera binaria (sin regular), la foto actual muestra a Macri con 58 por ciento de imagen positiva. Pero es menester analizar el contexto. Su aprobación mostró una baja comparada con su punto más alto logrado en enero de 2016 (72 por ciento), inmediatamente posterior a la salida del cepo cambiario. Así, una lectura válida es decir que la imagen de Macri ha venido disminuyendo a lo largo del año, aunque se ha estabilizado y ha dejado de bajar desde hace 2 meses. Por otro lado, también resulta esclarecedor ampliar levemente el panorama y, de esta forma, es posible encontrar que el promedio de imagen positiva de Macri a nivel nacional de los últimos tres años es de 55 por ciento. De esta manera, el presidente se está pareciendo lentamente al Macri de los últimos años. Pasada su etapa de luna de miel, su nivel de apoyo de ha "normalizado".

—¿Cuál es la opinión ciudadana sobre la marcha de la economía.

—En la actualidad, los niveles de aprobación del gobierno pueden explicarse, en su vínculo con la situación económica, desde tres ejes: la relación con el pasado (la herencia recibida), el presente (la gestión) y el futuro (las expectativas de mejora). Cambiemos logra anclar su apoyo en variables asociadas al pasado y al futuro, y encuentra dificultades en el presente. La herencia económica funciona como un explicador que le permite al presidente ganar tiempo. Cerca de un 60 por ciento afirma que Macri está tomando medidas en función a lo recibido. Asimismo, los estruendosos casos de corrupción del gobierno pasado le otorgan un sentido diferencial a la administración actual.

—¿El optimismo juega un rol preponderante para que la imagen de Macri no sea más baja?

—El futuro también funciona como factor explicador. Las expectativas están a la baja, pero más del 50 por ciento de los argentinos consideran que tanto el país como su situación económica personal estarán mejor en un año. Este motor comienza a desinflarse y es donde el gobierno deberá prestar particular atención. El presente es donde Cambiemos no logra hacerse fuerte. La percepción de la situación económica es negativa y esta sensación cruza a todos los niveles sociales.

—¿Cómo juega la situación inflacionaria?

—En los últimos meses se ha intensificado un dato interesante que puede beneficiar o perjudicar al actual gobierno. Por un lado, ha habido una baja en las expectativas inflacionarias. En mayo, la inflación esperada era del 46 por ciento en promedio y en noviembre llegó a menos de 30 por ciento (preguntando a los ciudadanos de manera espontánea, cuánto cree que aumentarán los precios en el año). Sin embargo, el problema puede surgir si se forma un rebote inflacionario o si no disminuye en relación a lo esperado. En resumen, el gobierno necesita mejorar el primer metro cuadrado de influencia de la ciudadanía. Conseguir mejoras palpables en la situación actual para afrontar el año electoral de mejor manera. No solo el crecimiento económico general, sino la mejora en la percepción específica, dentro de ese primer metro cuadrado, es un factor fundamental para comprender las chances electorales de Cambiemos en 2017.

—¿Está en condiciones el gobierno de ganar provincia de Buenos Aires, aunque no tenga un candidato medianamente instalado?

—Las elecciones se acercan en un escenario complejo. Si bien existe cierta unanimidad por parte de casi todos los analistas económicos en que el país crecerá el año que viene entre 3 por ciento y 4 por ciento, la incógnita radica en hasta donde este crecimiento logrará influir en el primer metro cuadrado ciudadano. La situación económica será, como siempre, fundamental.

—¿Qué cambiaría si Cristina es candidata?

—Con CFK en el ring, el mandato puede volverse mucho más político que económico, una reedición del dilema 2013, en donde se jugaba qué candidato podía ponerle un límite y evitar, en ese momento, una potencial idea de re-reelección. Si bien el gobierno no se acerca a las elecciones con un candidato cantado, si parece haber encontrado su estrategia: diagramar la campaña en torno a su figura más popular, la gobernadora. Los oficialismos tienen la capacidad de crear candidatos con rapidez. Una campaña alrededor de Vidal, le genera al gobierno un buen plafond para enfrentar el desafío.

—¿Vidal es la dirigente con mayor imagen positiva?

—Vidal sigue siendo la dirigente política con mejor imagen y, fundamentalmente, con una aprobación de gestión que presenta similares niveles de apoyo. Es quien mejor representa los valores, tangibles e intangibles, que significó Cambiemos en octubre/noviembre de 2015. Si uno dividiese a los ciudadanos en 4 segmentos, uno encontraría que dentro de quienes votaron y apoyan fuertemente la gestión de Macri, la gobernadora tiene 97 por ciento de imagen positiva. Entre quienes votaron al espacio, pero son apoyos más blandos y encuentran ciertas críticas a algunas políticas, su imagen es de 89 por ciento positiva. Su aprobación llega a 75 por ciento entre quienes no votaron a Macri, pero tal vez en el futuro puedan hacerlo. Solamente entre los votos más duros anti-macristas es donde Vidal tiene 34 por ciento de imagen positiva y 52 por ciento de negativa.

—¿Qué piensa de las declaraciones de Macri respecto de una posible reelección?

—Creo que son declamaciones estrictamente dirigidas al círculo rojo. Para la opinión pública general, las elecciones 2017 son lejanas, por lo que imaginar políticamente el 2019 es ciencia ficción. El PRO es un partido absolutamente verticalista por lo que las palabras de Macri parecen responder, de una manera indirecta, a quienes comienzan a señalar a Vidal como posible sucesora en base a sus niveles de aprobación.