No mucho tiempo atrás, Marissa Mayer, CEO de Yahoo, tomó una decisión polémica: contra la tendencia del mundo laboral hacia la flexibilidad y el work life balance decidió que todos los empleados debían estar de manera presencial en las oficinas argumentando que era mejor para la cultura colaborativa e innovadora de la compañía.

No son pocas las empresas que van en la misma dirección: "Muchas compañías tuvieron que dar marcha atrás al implementar políticas muy extremas de home office, no funciona en todos los casos", dice Rafael Bergés, gerente de Recursos Humanos y Desarrollo Organizacional del Banco Galicia. En la compañía, el trabajo remoto es sólo un beneficio: "La relación cara a cara sigue siendo mucho más efectiva. Vemos poco enriquecedor el hecho de ser una empresa de servicios y que todos trabajemos desde lugares remotos, sobre todo para generar espacios de intercambio".

"El trabajo remoto genera mejoras en la productividad, pero las compañías apuestan por un balance donde no se pierda el cara a cara", cuenta Mariano Bergman, subdirector de Educación Ejecutiva de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella. Según explica, la herramienta del feedback se nutre de la observación presencial: "Cuando media la tecnología me falta entender la corporalidad y atenta además contra la generación de innovación y creatividad".

En el caso de Globant, ofrecen opciones de home office, pero el espacio de trabajo es clave en la generación de cultura. "Confiamos que la circulación de la gente y el encuentro favorecen el intercambio de ideas. Este proceso se ve obstaculizado si las personas trabajan demasiado de forma remota, hay un aspecto humano que no se desarrolla, por ello incorporamos a nuestras oficinas espacios de socialización y disfrute", cuenta Guillermo Willi, Chief People Officer de la firma.

En MuleSoft, los empleados son responsables por sus tareas y objetivos, tienen una política de horario y vacaciones flexibles que deciden junto con sus managers, pero apuestan por el trabajo presencial: "La colaboración cara a cara es vital para lograr los mejores resultados. Tanto es así que todos los empleados de las 12 oficinas alrededor del mundo asistimos a una reunión anual en California. El poder encontrarnos en persona para trabajar e intercambiar experiencias es esencial", afirma Mariano Capurro, director de Ingeniería de la empresa.

Como experto en innovación, Álvaro Rolón distingue entre los trabajos que requieren más eficiencia que creatividad. "Cuando necesitamos revolver y encontrar respuestas altamente creativas, necesitamos vernos las caras, sentarnos, observarnos, que las ideas copulen y las ideas no copulan cuando la gente no se ve. Las conversaciones presenciales permiten cocrear respuestas que ni cerca pueden darse por Skype", afirma. La cuestión cambia cuando se necesita ser muy productivo a nivel individual: "En ese caso el poder trabajar de modo autónomo, flexible y sin interrupciones produce niveles de eficiencia mayores" agrega.

Desde visiones como la de Germán Castaños, entrenador en procesos de creatividad e innovación, el trabajo remoto no invalida la innovación así como el trabajo presencial no lo garantiza. "El trabajo remoto viene de la mano de personas que se implican medularmente en los procesos de innovación, que activan sus circuitos cerebrales de recompensa con mayor intensidad producto del desafío, la curiosidad, la motivación. La creatividad huye de las órdenes. Será siempre preferible un equipo motivado y comprometido trabajando en forma remota, pero colaborativa, que un equipo forzado a innovar sin compromiso."

Verónica Carabajal, gerente de Talento Unilever Cono Sur, señala que la colaboración y los procesos de innovación se canalizan por diferentes soportes. "No trabajamos todo el tiempo desde cualquier lugar. Los momentos de encuentro presencial siempre se generan. Sin embargo, no necesariamente en esos momentos emerge la creatividad o la innovación." Skype for Business y hasta los grupos de WhatsApp son soportes válidos: "Con las videoconferencias podemos apreciar la gestualidad de todos y dar feedback, los grupos permiten una suerte de brainstorming de ideas en cualquier momento y en cualquier lugar", agrega.

En este sentido, para Paula Molinari, directora de Whalecom, la flexibilidad implica que cada uno es responsable de armar su agenda: "Si necesito en un momento compartir soy libre de hacerlo, si necesito concentración para producir, puedo estar aislado. Lo que se redefine es la colaboración: colaborar no significa estar juntos de forma presencial, colaborar significa tener la misma meta, aportar al mismo objetivo".

En Avenida.com precisan que para que el trabajo virtual sea exitoso, deben estar claros los objetivos: "Debe existir una clara gestión y comunicación con el equipo, con orientación a resultados", comenta María Eugenia Peri Galindo, directora de RR.HH. de la compañía.

Guillermo Bracciaforte, de la plataforma de trabajo remoto Workana, aporta además que es importante que los recursos remotos se vean con sus compañeros cada cierto tiempo: "Hacer pequeños eventos ayuda a generar un vínculo entre las personas para que luego puedan trabajar mejor".

En Interbrand implementaron la modalidad de home office algunos días a la semana de forma rotativa, en particular para atender su oficina de Chile: "Podemos reunirnos de modo remoto y continuar los operativos como si estuviéramos cara a cara. Pero también creemos en que los equipos tienen que reunirse físicamente de forma periódica, ya que esto enriquece y potencia más la generación de ideas".

Según Matías Ghidini, general manager de GhidiniRodil, actuar, pensar y trabajar colaborativamente no es incompatible con no estar físicamente todos en el mismo lugar. "Las compañías entendieron que con menos pueden ser igual o más productivas. No sólo la tecnología permite generar canales ágiles y confiables, sino que los valores y la cultura no dependen de dónde se hace el trabajo (oficina, hogar, teleconferencia). Una oficina cool puede generar abulia porque el empleado no encuentra sentido a su día a día" concluye.