En los medios

El Tiempo de Colombia
8/08/16

Mercosur es víctima de la politización regional

El organismo sufre una grave crisis por la tensión surgida por la presidencia rotatoria a Venezuela.

Por Holman Rodríguez M.

Una mala actuación al permitir el ingreso de un nuevo país miembro sin cumplir con los requisitos establecidos y sin la aprobación de todos los asociados, la polarización política y el deseo de tomarse la presidencia del organismo casi que por la fuerza son algunos de los factores por los que el Mercosur afronta la más grave crisis en sus 25 años de funcionamiento.

Creado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, el Mercosur es un proceso de integración regional en el que Bolivia adelanta el trámite para su ingreso pleno y del que además hacen parte como Estados asociados Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Guyana y Surinam.

El organismo de integración tiene como fundamento el que sus miembros sean países democráticos y estableció una zona de libre comercio y acuerdos de arancel común y otros elementos de integración comercial y de libre circulación entre sus ciudadanos, así como otros mecanismos más avanzados que le permitan integrarse y aliarse a bloques económicos y políticos más grandes, pero que hoy prácticamente se encuentran paralizados.

La crisis del Mercosur se relaciona con la negativa de Paraguay a que Venezuela asuma la presidencia ‘pro tempore’ semestral, pues considera que la situación política del país caribeño le impide ejercer esa función.

“Que Venezuela ponga en libertad a sus presos políticos, que haga gestos que lo comprometan con la democracia, de otro modo no habrá consenso para entregar la presidencia a Venezuela”, ha sido el reclamo del canciller paraguayo Eladio Loizaga. Esa posición también ha sido esgrimida por Brasil.

Pero la situación parece tan irreconciliable que llegó al punto de que Paraguay aseguró que no reconoce a Venezuela al frente de la presidencia y, por tanto, no dará validez a cualquier documento o convocatoria realizada por ese país bajo el marco de esa “autoproclamación” que el viernes hizo la canciller venezolana, Delcy Rodríguez. Para agravar las cosas, Asunción llamó a consultas a su embajador en Caracas.

Argentina considera que no hay traspaso de la presidencia sin un acto jurídico y Uruguay es de la posición de que no ve ningún problema en que Venezuela asuma la presidencia pro tempore.

En diálogo con EL TIEMPO, Carlos Malamud, catedrático en Historia de América e investigador principal del Real Instituto Elcano de España, consideró que el Mercosur “pasa por una crisis importante, lo que muestra que con el ingreso de Venezuela se hicieron mal las cosas, pues en pocos días los presidentes de Brasil, Argentina y Uruguay aprobaron el ingreso, aprovechando que Paraguay estaba suspendido luego de que su presidente, Fernando Lugo, fuera destituido tras un juicio político”. Para el investigador, en este capítulo de crisis diplomática, “Paraguay está vengándose y lava la afrenta que sufrió en el 2012”.

Sin embargo, Malamud señala que hay dos aspectos para mirar en esta situación: legalidad de la rotación en la presidencia del organismo, que le correspondería a Venezuela, y el hecho de que el propio “Mercosur tiene una cláusula democrática que nadie mencionó y que por la crisis de Venezuela puede cobrar mucha vigencia”.

Para Juan Gabriel Tokatlian, académico argentino especializado en relaciones internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella, la crisis que vive el organismo “muestra que la correlación de fuerzas políticas en Suramérica ha variado y por lo tanto aparecen posiciones que reflejan una crisis al menos de tipo diplomático en el Mercosur. Por eso, si esta situación hubiera sucedido con los expresidentes Fernando Lugo y Luiz Inácio Lula da Silva y Cristina Fernández de Kirchner en el poder, esta transición sería tranquila a pesar de la crisis venezolana”.

El académico argentino, en diálogo con este diario, reconoce que la crisis del Mercosur “es un paso atrás en integración, lo que le agrega más problemas a una integración que venía funcionando mal”.

Algunos consideran que los hechos de las últimas semanas ponen en entredicho el papel de ese mecanismo por la falta de afinidad política de algunos de los actuales gobernantes debido a que, luego de estar en orillas ideológicas afines a la izquierda, hoy la realidad es otra.

Para Tokatlian, iniciativas como la Alianza del Pacífico, de la que hacen parte México, Colombia, Perú y Chile, avanzan con mayor dinámica y, en cambio, la situación de crisis en el Mercosur todavía se mantendrá.