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2/05/16

Al presidente Macri con respeto: deje de escuchar a los keynesianos de su equipo económico

Si el actual Gobierno no se anima a una re-transformación audaz de la economía transitará un costoso gradualismo que convalidará una estructura microeconómica kirchnerista con deuda keynesiana

Por Germán Fermo
Tuiteaba el viernes:
 "Al Presidente Macri con respeto: deje de escuchar a los keynesianos de su equipo económico, el keynesianismo adormece y no reforma, no sirve"
"Si Cambiemos no se anima a una re-transformación audaz de la economía argentina, Cambiemos no será otra cosa que Radicalismo con otro nombre"
"El sindicalismo con ganas de parar como si los problemas que hoy debe afrontar y resolver Macri no los hubiera causado el peronismo. Otra vez sopa"
"Veo marcha de hoy y llego a una obvia conclusión: es uno de los costos del gradualismo. Hacienda mueve en cámara lenta y el peronismo se rearma"
"Gobierno sigue siendo muy tibio en lo económico. Anímense a hacer reformas estructurales significativas o el peronismo se los fuma en pipa"

El Gobierno ha adoptado dos medidas contundentes: liberación del cepo cambiario y salida del default, sería útil sin embargo, haber ya tenido muchas más. En este contexto, comenté varias veces ya, la excelente labor a cargo del BCRA. Sin considerar la sorprendente violación de contratos de futuros de dólar, el resto de las medidas han sido en general impecables, priorizando la contención de la inflación como su principal objetivo. Pero así como elogio al BCRA y también resalto la salida del default como una razonable negociación llevada a cabo por el Ministerio de Hacienda. Vuelvo con lo que dije semanas atrás: tengo la preocupante sensación de que a Hacienda le está faltando un indispensable sentido de urgencia para impartirle aceleración a un plan económico que, by the way, todavía no conocemos y ya se está terminando el primer semestre de la gestión del presidente Macri. Me preocupa a mediano plazo que lleguemos a la conclusión de que lo único que tuvo Hacienda para desarrollar como plan haya sido keynesianismo tradicional, ojalá me equivoque. Argentina necesita deskirchnerizar significativamente su estructura económica y el keynesianismo será inefectivo en ese frente.

Me preocupa que quizá, sin reformas de fondo, nos pasemos años enteros sólo encapsulando una estructura microeconómica kirchnerista con deuda keynesiana. Observo pasar cada día del año, noto cómo el peronismo de a poco se rearma y comienza ya a endosarle problemas heredados del kirchnerismo al propio Macri, como si fueran ineficiencias inherentes a su gestión. Este es el manual 101 del peronismo, era obvio que lo harían y también es obvio que este es uno de los grandes costos del gradualismo: darle tiempo al peronismo. Y ojo, cuando digo gradualismo no estoy pensado como alternativa al mismo en ajustes que impliquen despidos. Imagino, por el contrario, "shockear" vía reformas, innovación, sorpresa. Nada de eso pudo hasta el momento gestar la conducción del Ministerio de Hacienda y no parecería tampoco ser prioridad en el futuro cercano. Lo único que pude escuchar hasta ahora es que vamos a crecer con un colosal plan de infraestructura keynesiana que estaría financiado con deuda externa. OK, keynesianismo clásico, tan clásico y repetido que ya lo probamos n veces en Argentina y fracasó en una y otra ocasión, sin excepciones. Sí, sí, ya sé lo que me van a contestar: "Quedate tranquilo Sherman, esta vez va a funcionar".

Hacienda debería percibir la necesidad imperiosa de revertir el ciclo recesivo actual de caras a las legislativas del 2017. El gradualismo fiscal escogido por el Ministerio de Hacienda no debería ser incompatible con la adopción de reformas estructurales en la economía argentina, ser gradualista en lo fiscal no debería implicar necesariamente carecer de audacia innovadora y reformista en otros frentes. Recordemos que salimos de 12 años de kirchnerismo, un proceso que, entre otras cosas perversas, generó una colosal regulación de la economía argentina. A nivel microeconómico Argentina está maniatada y tengo la sensación de que este aburrido keynesianismo con deuda lo único que hará es llenarnos de autopistas y rutas (y ojalá las veamos) sin cambiar una estructura regulatoria subyacente que el kirchnerismo se encargó de hacer crecer formidablemente durante su gestión.

EL KEYNESIANISMO ENDEUDA, ADORMECE Y SOBRE TODO MATA LA INNOVACIÓN

Se hace necesario "shockear" a la función de producción. Pues bien, la marcha sindical del viernes pasado es un ejemplo de una larga secuencia de eventos que probablemente comenzaremos a observar a lo largo de estos años denotando que ser gradualista tiene también enormes costos políticos. El gradualismo nos obligará a convivir y a perpetuar una serie de malarias heredadas de la administración anterior con una perversa dinámica política: el peronismo ya se las está adjudicando al gobierno actual. Hacer economía en cámara lenta en un país que está en estado crítico le está dando oxígeno y tiempo al peronismo para rearmarse y enchufarle todos los costos del kirchnerismo a Macri. El presidente Macri debería comprender que para sobrevivir electoralmente no le bastará ser keynesiano. Este Gobierno debería entender de una vez que es necesario shockear a la economía argentina en múltiples frentes y cuando digo shockear no pienso a echar gente. Shockear implica también sorprender, innovar, ser audaz en seducir a una nación de que es posible generar riqueza de una forma distinta a la peronista. Esto sería cambiar. Lo actual me suena más a un viejo radicalismo perdedor y conocido por los argentinos. La estructura productiva de Argentina hoy en día es 100% peronista, si eso no cambia, Cambiemos es verso.

Como ejemplo nomás: Argentina tiene un preocupante desempleo. A este problema el sindicalismo peronista de siempre le responde con duplicar las indemnizaciones que no harán otra cosa que bajar la probabilidad de que un desempleado consiga trabajo. Me pregunto si, por el contrario, no sería posible por los próximos tres años incentivar el empleo de desempleados mediante tres medidas: 0 aporte patronal, 0 contribución social y si el empleador necesita despedir a un empleado que ex-ante estaba desempleado, lo pueda hacer sin costos. En definitiva, ¿qué es mejor?: ¿conseguir trabajo y salir del desempleo enfrentando un potencial despido futuro o no conseguir trabajo de ninguna forma? Esto es, si quieren, un mínimo ejemplo "improvisado" de las n medidas que este gobierno ya debería haber tomado, shockeando a la economía argentina sin que eso implique despidos. Al contrario, desregular el mercado laboral probablemente generaría empleo en vez de destruirlo. Una reforma impositiva entre otras cosas, debería ya ser inminente, pero parecería sin embargo, que estamos más preocupados implementando keynesianismo.

Presidente Macri con todo respeto: el keynesianismo es mentira, el keynesianismo endeuda, el keynesianismo adormece y por sobre todo: mata innovación. Ser keynesiano y gradualista omitiendo reformar la estructura microeconómica del país es un grave error. A esta economía le falta gamma, y un keynesianismo que fracasó a lo largo de toda América Latina por décadas enteras será inefectivo en ese frente. Si Cambiemos no se anima a reformar estructuralmente a la Argentina, Cambiemos no será otra cosa que Radicalismo con otro nombre y repito: ojalá me equivoque y que las rutas y autopistas keynesianas nos lleven a un steady state lleno de grandeza y riqueza.

(*) Germán Fermo. Ph.D. in Economics, UCLA, Máster en Economía CEMA. Actualmente se desempeña como Director de MacroFinance y como Director de la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella. Infobae