En los medios

Clarín
26/04/16

Derechos humanos: la FIFA se anota, ¿y la AFA?

Tras la muerte de trabajadores en Qatar, en la preparación del Mundial 2022, la FIFA asumió el compromiso de velar por garantías básicas. La AFA debe seguir ese camino.

Por Martín Hevia
La FIFA tiene la obligación de comprometerse a respetar y promover los derechos humanos. Además de los escándalos de corrupción y de malversación de fondos, el ente rector del fútbol mundial ha sido acusado de complicidad con la violación de derechos humanos, por ejemplo, la muerte de trabajadores inmigrantes en Qatar, país organizador de la Copa del Mundo de Fútbol Masculino de 2022. En respuesta a los cuestiona- mientos, en febrero de 2016, la FIFA revisó sus estatutos, que ahora incluyen una declaración de firme compromiso de respetar los derechos humanos reconocidos por la comunidad internacional. Ahora bien, ¿cómo se traduce este compromiso abstracto en políticas y acciones concretas? Para responder a esta pregunta, FIFA solicitó a John Ruggie, autor de los “principios rectores sobre empresas y derechos humanos de la ONU”, que elaborara recomendaciones sobre la obligación de FIFA de incluir el respeto a los derechos humanos en todas sus operaciones y relaciones comerciales. ¿Cuáles son los riesgos que enfrenta FIFA? El informe, publicado días atrás, menciona, entre otros a riesgos tales como el desplazamiento forzoso de comunidades para hacer lugar a la construcción de estadios, riesgos para el medio ambiente, riesgos para los trabajadores que trabajan en la construcción de la infraestructura necesaria para los torneos organizados por FIFA, y riesgos de violaciones sistémicas a los derechos humanos en el mundo del fútbol profesional y amateur como el tráfico de jugadores juveniles y la discriminación a las mujeres que tiene lugar, por ejemplo, en las asociaciones locales.
Si bien la obligación primaria de respetar, proteger y promover los derechos humanos recae en los gobiernos, las organizaciones como FIFA que organizan eventos deportivos, así como sus sponsors, tienen la obligación de abordar los riesgos de violaciones de derechos humanos, independientemente de que los gobiernos en donde los torneos tengan sede estén o no dispuestos a cumplir con sus obligaciones.
Por supuesto, si este importante criterio de derechos humanos hubiera existido en 1978, el Mundial de ese año no podría haber tenido lugar en Argentina. Hacia el futuro, por ejemplo, FIFA debe llamar la atención y tomar medidas para prevenir el trabajo infantil y el trabajo forzado en actividades relacionadas con los torneos que organiza.
¿Qué consecuencias debería tener este informe para la AFA? En un contexto, todavía incierto de cambio de autoridades, sería importante que, en consonancia con los nuevos estatutos de FIFA, los candidatos a la Presidencia se manifiesten acerca de cómo AFA avanzará en implementar prácticas que tengan una visión de derechos humanos. Por ejemplo, entre otras cuestiones importantes, ¿qué medidas propondrá para garantizar la integridad física de los espectadores en los estadios, una vieja cuenta pendiente? ¿Cómo protegerá las condiciones laborales de los deportistas en las diferentes categorías, incluyendo su salud? Recordemos los accidentes fatales de jugadores por golpearse contra muros laterales durante los partidos. ¿Cómo mejorará las condiciones de salubridad de los estadios? ¿Qué medidas tomará para evitar la discriminación? ¿Cómo enfrentará las condiciones laborales de los trabajadores de los negocios asociados con el mundo del fútbol? La elección presidencial en la AFA es, entonces, una oportunidad para mejorar la calidad institucional del fútbol argentino.

Decano de la Escuela de Derecho, Universidad Torcuato Di Tella | @MartinHevia