En los medios

La Nación
10/02/16

Alemania, en shock por uno de sus peores accidentes ferroviarios

Diez personas murieron cuando dos trenes chocaron de frente; apuntan a un error humano

Por Pablo Sanguinetti

BERLÍN.-Dos trenes incrustados entre sí, asientos y metales retorcidos sembrados por el bosque y un mar de rescatistas buscando víctimas entre escombros: Alemania quedó ayer conmocionada por un aparatoso accidente ferroviario que dejó por lo menos 10 muertos, más de 80 heridos y un nuevo rasguño en la imagen infalible que cultiva el transporte del país.

El accidente más grave de los últimos años en Alemania se produjo a las 6.48 de la mañana cuando dos trenes regionales con 150 pasajeros se estrellaron de frente y a toda velocidad cerca de la localidad bávara de Bad Aibling, en el sur. Las causas del accidente son por ahora un misterio, pero los primeros indicios apuntan al parecer a un error humano.

"Uno de los trenes se incrustó en el otro y lo abrió por completo", describió el ministro de Transporte alemán, Alexander Dobrindt, buscando palabras para explicar la "escena escalofriante" que encontró en el lugar del desastre.

"Son imágenes con una gran carga emocional, porque uno no cree que accidentes así puedan ocurrir aquí", agregó.

El hecho de que el accidente fuese en una curva, añadió Dobrindt, sugiere que los maquinistas no pudieron verse hasta último momento y probablemente chocaron "casi sin frenar" a unos 100 kilómetros por hora, la velocidad máxima permitida en ese tramo.

Visiblemente consternado y con ojos humedecidos, el ministro habló de "una hora difícil para la historia del tráfico ferroviario en Alemania". El accidente marca también el tercer golpe al orgullo de la industria del transporte alemán en menos de un año,después de la catástrofe del avión de Germanwings, estrellado por su copiloto con 150 personas a bordo, y del escándalo de manipulación de emisiones contaminantes que sacude a Volkswagen.

Los trenes accidentados son operados por la compañía privada Transdev, filial alemana del grupo homónimo francés, y los usan sobre todo trabajadores y estudiantes que se dirigen cada día a Munich desde la región. Sólo una casualidad impidió que la tragedia de ayer fuera peor: como en Baviera era feriado por Carnaval, viajaban menos pasajeros de lo habitual.

"Podría haber estado en ese tren, lo uso siempre, pero estamos en vacaciones", contó una estudiante de la zona a la cadena pública ZDF. "Conozco a muchos que viajan en él. El accidente me toca de cerca."

Por lo menos 20 heridos se encuentran en estado crítico, por lo que el número de víctimas podría aumentar.

Además, los rescatistas seguían buscando anoche entre los escombros a un desaparecido. "Tenemos pocas esperanzas de encontrarlo con vida", reconoció un vocero policial.

Pesar

Los equipos de emergencia que acudieron al lugar encontraron una escena aterradora, con pasajeros vivos encerrados entre el amasijo de metal, y en una zona de difícil acceso situada entre un bosque y un canal. Muchos heridos tuvieron que ser trasladados por aire a hospitales cercanos gracias a una flota de 15 helicópteros. Cerca de 500 policías, bomberos y rescatistas participaron en el operativo.

La canciller Angela Merkel transmitió su pesar a las familias de las víctimas y confió en que los investigadores "harán todo lo necesario para aclarar cómo pudo producirse el accidente". Pero la tragedia deja hasta ahora varios interrogantes.

Distintos medios informaron a última hora de ayer que la investigación apunta a un error humano, aunque no quedó claro de quién.

Tampoco se sabe por qué no funcionó el moderno mecanismo de seguridad instalado en ese tramo para frenar automáticamente un tren cuando circula en un tramo no permitido. El sistema había superado un control de rutina la semana pasada sin ningún problema.

El ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, abrió otra incógnita al revelar que se produjo "un desvío en el plan de viaje establecido", lo que explicaría que ambos trenes se hubiesen encontrado en el tramo de vía única. Se desconoce por el momento la razón.

Klaus-Dieter Josel, director en Baviera de la compañía alemana de ferrocarriles Deutsche Bahn, dijo que en el trayecto de 37 de kilómetros que recorrían los trenes entre las localidades de Holzkirchen y Rosenheim no había habido hasta ahora problemas.

El accidente de ayer es el más grave en Alemania desde enero de 2011, cuando un choque entre un tren regional y uno de mercancías dejó 10 muertos cerca de Oschersleben, en el este del país. Otras 101 personas perdieron la vida en 1998 cuando un tren de alta velocidad ICE descarriló entre Hannover y Hamburgo.


(*) Profesor del Departamento de Economía de la UTDT