En los medios

El Cronista
27/01/16

La nueva agenda de capacitación ejecutiva

Los cursos tradicionales ya no bastan para un contexto que exige poner en juego otras habilidades. Corporalidad y gestión de las emociones encabezan las preferencias de los ejecutivos que buscan entrenar destrezas blandas. Las opciones.

Incorporar conocimiento parece haber sido hasta ahora el paradigma de la capacitación ejecutiva. Sin embargo, no ha hecho más que dar preponderancia a un aspecto humano -el racional- dejando de lado aspectos emocionales y corporales. "El ejecutivo va dándose cuenta de que la acumulación de teorías no produce la transformación que necesita. Saber sobre liderazgo, negociación, resolución de conflictos y trabajo en equipo no lo hace líder, negociador, mediador, porque necesita incorporar sus emociones, su comunicación, su corporalidad", señala Daniel Rosales, director de la Escuela Latinoamericana de Coaching (ELAC).

De acuerdo con Eduardo Muscolino, gerente de Empleos y Capacitación de HuCap, los ejecutivos que atraviesan las primeras experiencias de este tipo de capacitaciones no convencionales dejan de lado muy rápidamente los espacios tradicionales de aprendizaje: "Rompen con la inmovilidad del aula clásica y generan espacios de construcción de conocimiento. Se animan cada vez más a poner el cuerpo en la construcción del conocimiento".

En sintonía, las opciones de capacitación se ampliaron. Laura Justicia, directora de Signum (gestión de lenguaje corporal) y representante del Center for Body Language en la Argentina, explica que sus entrenamientos y consultorías están orientados a desarrollar las habilidades necesarias para detectar, leer y analizar las micro expresiones faciales (señales de emociones). "Además, enseñamos cómo reaccionar frente a ellas. Por otra parte, trabajamos con el lenguaje corporal (lectura, análisis y empoderamiento) y detección de mentiras", explica. Entre su público se encuentran gerentes, altos directivos y profesionales de ventas de firmas como BMW, IBM, Roche, ING, Oracle, Citi y FOX, que apuntan a trabajar liderazgo, trabajo en equipo, comunicación, relaciones interpersonales, RR.HH. y presentaciones efectivas, entre otros. "Está comprobado que nuestros entrenamientos incrementan la inteligencia emocional entre un 3 y un 20%. Los participantes logran potenciar su comunicación entre un 60% y 80%", apunta.

Desde 2010, Jorge Sabate, actor, contador y licenciado en Administración, dicta seminarios de técnicas expresivas y expresión oral para ejecutivos. "Mejoran el modo de hacer una presentación o exposición. Trabajo con ejercicios teatrales que permiten abrir canales de expresión. Entrenamos la relajación, la postura corporal, el uso del espacio, el movimiento, el tono de voz, las pausas, las preguntas", cuenta. Las clases incluyen relatos, monólogos e improvisaciones. "Como exejecutivo y actor, conozco las dificultades y sé cómo ayudarlos a vencer las trabas que les dificultan la expresión", destaca. En general son ejecutivos, empresarios, CEOs, gerentes, RR.HH., Marketing y Ventas de firmas como Shell, Telefónica y Mercedes-Benz, entre otros. "Toman el curso porque son conscientes de sus dificultades al enfrentar una audiencia, como pánico escénico, tensiones corporales, exceso de movimiento, ser monocordes y aburridos, no hacer buen uso del espacio".

Más allá de lo técnico

En ELAC se forman ejecutivos, empresarios y profesionales en busca de ampliar sus competencias relacionales y emocionales. "Están buscando nuevas interpretaciones que les brinden más disfrute y libertad, que los hagan más responsables del diseño de sus vidas. En lo laboral, necesitan encontrar un sentido para que deje de ser obligación", subraya Rosales. La institución ofrece un programa de formación y certificación como coach ontológico profesional, y talleres como "Aprendiendo a construir resultados", "EmociónArte" y "El ejecutivo y su corporalidad -ampliando posibilidades". "Apuntan a incrementar el potencial y las capacidades de relacionarse, comunicarse, liderar coordinando acciones y mejorar el logro de resultados", añade. 

Programas de mindfulness son demandados por empresas como Google, Farmacity, Lan Chile y Dow. "Buscan equilibrio interno, estar presentes como profesionales y disfrutar los momentos con sus seres queridos", dice Francisco Vanoni, instructor del centro Visión Clara. La práctica de mindfulness desarrolla la capacidad de gobernar las emociones de una manera adaptativa y percibir las situaciones de alta demanda con calma y simpleza. "Está comprobado que estimula áreas del cerebro relacionadas al bienestar", aclara. Los programas se ofrecen in company. "Ayuda a que la persona pueda pasar de la efectividad a la eficiencia y de la sobreexigencia a la autoexigencia".

En la misma línea, la fundación INECO ofrece el programa Well Being, que comprende un abordaje interdisciplinario con médicos, psicólogos, neuropsicólogos, musicoterapeutas y especialistas en mindfulness. "El contacto con las artes juega un rol clave en el desarrollo de la creatividad, ya que brindan un espacio de improvisación y expresión estimulando la iniciativa y promoviendo la flexibilidad y espontaneidad, fundamentales a la hora de generar nuevas ideas y de resolver problemas", puntualiza Sofía Stuffrein, integrante del Departamento de Terapia Basadas en las Artes de INECO. Las personas en ámbitos empresariales tienden a dejarse llevar por la rutina: "Para salir de la monotonía, es necesario ponerse en contacto y despertar la creatividad innata".

También en las b-schools

Para Lucio Traverso, profesor del Programa IN del IAE Business School, las capacidades tradicionales no dan respuestas adecuadas. "El punto es despertar capacidades que estaban más inhibidas, como el análisis, la reflexión, el diagnóstico y las soluciones". El programa se basa en tres disciplinas: arte, management y tecnología, donde, con talleres y clases de dibujo, arte, fotografía, robótica, impresiones 3D, teatro, cocina molecular, se aprenden herramientas para innovar. "Hay que generar estímulos desde distintos ángulos", explica. 

La Universidad Siglo 21 ofrece la Diplomatura en Liderazgo, Coach e Inteligencia Emocional. En la formación Equipos de Alto Desempeño-Tribus de Proyectos, se trabajan temas como escucha, autogestión, autoconocimiento, generación de redes y habilidades sociales. "Toda organización es una red. Lo que hace la diferencia son las basadas en estos paradigmas", puntualiza Cristina Schwander, co-fundadora de la Universidad y directora de la diplomatura.

La UTDT ofrece programas que responden a estas necesidades. "Hay una competencia clave que los ejecutivos buscan, el compromiso. Esto se lograr a partir de un mejor trato y para eso hay que capacitarse en comportamiento humano, e identificar y gestionar las emociones", concluye Mariano Bergman, subdirector de Educación Ejecutiva en la escuela de Negocios de la UTDT.


Por Clarisa Herrera