El titular de la Unidad Fiscal AMIA, Alberto Nisman, se presentó ayer ante el juez federal Ariel Lijo y acusó a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner; al canciller, Héctor Timerman; y a otros funcionarios, por el delito de encubrimiento del atentado a la sede de la AMIA, en el que murieron 85 personas en 1994, a través del memorándum con Irán aprobado por el Congreso el 27 de febrero de 2013.

En el programa “A dos voces” de TN, Nisman señaló que los motivos eran acercarse geopolíticamente a Irán, restablecer relaciones diplomáticas y articular las relaciones comerciales entre ambos países, donde la Argentina le compraría petróleo y le vendería granos. El fiscal afirmó que esta era una decisión “legítima”, pero agregó que, para lograrla, el Gobierno consideró necesario “borrar las acusaciones” con respecto a la causa AMIA.

Pero, ¿cómo fue y es hoy la relación comercial de nuestro país con Irán?



En el periodo 1999-2002, el comercio con Irán venía creciendo “con grandes márgenes de superávit para nuestro país”, repasó el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), Juan Gabriel Tokatlián, en una nota de 2006, donde agregó que, a partir de 2003, se produciría una caída notable. 

El intercambio entre la Argentina e Irán estuvo suspendido en la práctica durante 2005 y 2006, según planteó Tokatlián, porque los iraníes decidieron reducir las relaciones comerciales debido al pedido de captura por parte del juez Roberto Canicoba Corral de ocho ex funcionarios iraníes y de un ciudadano libanés como responsables intelectuales del atentado contra la AMIA, y por la decisión de Néstor Kirchner, quien apoyó políticamente el pedido, de disminuir el comercio con ese país.

A partir de ese momento, según datos oficiales, el comercio creció en 2007, 2008, 2010 y 2013, a tal punto que “Irán es el mercado de más relevante crecimiento en los últimos años para la Argentina”, señaló a Chequeado en esta notaMarcelo Elizondo, director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI) y ex director de la Fundación Exportar.

¿Qué vendemos y qué compramos?

Un informe de la consultora DNI señala que en 2012 las exportaciones llegaron a 986 millones de dólares. De ese total, “más de US$700 millones de lo exportado está explicado por productos primarios (granos, como cereales o semillas oleaginosas) y el resto por manufacturados de origen agropecuario (MOA) de poco valor (harinas y aceites de oleaginosas)”.

Además de los productos primarios y las MOA, se exportan aparatos para tuberías, calderas y maquinaria de energía eléctrica, aunque en bajas proporciones (datos UNCTAD). La relación comercial entre ambos países exhibe un balance favorable para la Argentina, ya que nuestro país prácticamente no compra productos a Teherán, y aún no se registran importaciones de petróleo desde ese país.

Por Matías Di Santi

Este chequeo contó con la colaboración de Ariel Riera (@AM_Riera).