El teatro está lleno. La platea, los palcos, el pullman, todo. Música de boliche prenuncia un show donde el arte de contar una buena historia, pero basada en qué tenemos en la cabeza, muestra que el lenguaje moderno se aleja de estructuras rígidas y solemnes que pueden llegar a aburrir. Eso va a suceder.

Se escucha el tema Happy, de Pharrell Williams, como para introducir una charla sobre la neurobiología buena onda. Estanislao Bachrach sale a escena y lo ovacionan. Solo él estará en el escenario durante casi dos horas. ¿Qué tiene este experto en biología molecular que atrapa a los espectadores? Algunas claves para entender mejor cómo actúa el cerebro, por qué hacemos lo que hacemos, cómo podemos sentirnos mejor, cómo "domar" esta intrincada parte del cuerpo que tanto tiene que ver con el sentir físico y también anímico.

Con un amplio CV que incluye una tesis doctoral en la Universidad de Montpellier, en Francia, y 5 años de experiencia como investigador y docente en Harvard, no tiene prurito en contar que sufrió un año de depresión porque simplemente no estaba haciendo lo que le hacía bien: no quería vivir en los Estados Unidos para ser investigador sino dedicarse a la divulgación de sus conocimientos, en un lenguaje sencillo, práctico y con algo de humor. Ése es su estilo en su libro Agil Mente, publicado por Sudamericana en 2012 y que todavía tiene fuerte presencia en la primera línea de las librerías.

Hoy es profesor de Liderazgo e Innovación en la Universidad DiTella y se dedica a ayudar a las empresas en temas de liderazgo e innovación, para potenciar las capacidades creativas de las personas y lograr que lleven a la compañía un paso más allá.

Estani, como le dicen todos, tiene una energía arrolladora. Sin embargo, empieza con un ¿no les pasa que están cansados, estresados, les cuesta llevarse bien con las personas, les cuesta tomar decisiones? El estrés envejece al cerebro".

El estrés es una situación de alerta constante, cuando todo es urgente y se empiezan a perder las prioridades. "A largo plazo, te arruina la vida", dice. Las actividades que más energía gastan son: recordar cosas lejanas, imaginarse el futuro y priorizar.

Se trata del cortex prefrontal. No puede pensar en diferentes cosas al mismo tiempo. Para esto, tiene que prender una zona, apagarla, prender otra, apagarla, volver a la primera, etc. Esto provoca cansancio y este tipo de cansancio, equivocaciones. "Cuidado con lo que piensan", dice. "Los pensamientos son muy peligrosos."

¿Usamos todo el cerebro? Pregunta a la audiencia. "Sí", afirma. Pero no todo al mismo tiempo. Tenemos prendidas al mismo tiempo solo el 2 por ciento de las neuronas. De otra manera se produce la sensación de "estar quemado", en la que no se puede tomar ninguna decisión.

El cortex prefrontal se ocupa de comprender una situación, memorizarla, inhibir otros pensamientos y tomar decisiones. "Su enemigo número uno son las distracciones. Pero ¿por qué nos distraemos?", pregunta. La respuesta es para pasar de una actividad que insume mucha energía, a otra que gasta menos energía. "El cerebro ama ahorrar energía para tener siempre la suficiente para poder defenderse ante peligros que comprometan la vida. Es una función muy primaria, que implica la defensa personal. Entonces va a hacer todo lo posible para que dejemos de hacer las actividades que consumen esa energía."

La realidad, según Bachrach, es que la energía se puede recargar. Por eso recomienda, por un lado mantener sano al cerebro con una caminata de 30 minutos todos los días, y por otro, desafiarlo constantemente con cosas nuevas. Ponerse en modo aprendiz, según sus palabras ya que si el cerebro no se usa, envejece. Otras ayudas: una siesta reparadora de 20 minutos; hacer una pausa, quizá salir un rato de la oficina y también escuchar música.

Una clave también muy importante es pensar la semana según cuánta energía consume cada actividad. El 70% de las personas tiene el pico máximo de carga de energía a media mañana, alrededor de las 10-11. Además,"la gente exitosa y eficiente sólo tendrá un máximo de 4 cuestiones importantes por resolver en la semana".

El universo cerebral femenino y masculino son diferentes. Para empezar, "el cerebro de la mujer es más chico hasta en un 9 por ciento. Pero tiene la misma cantidad de neuronas".

Según el investigador, estamos marcados todavía por un modo de vida que se remonta a 100.000 años atrás. El hombre cazaba, mientras que la mujer se quedaba cuidando a los hijos y siendo empática con lo que les sucedía porque eso podía ser la diferencia entre la vida y la muerte para los chicos.

"Es cierto que las mujeres piensan en muchas cosas al mismo tiempo, pero lo hacen con distintas partes del cerebro. El hombre, como hace miles de años, sigue respondiendo a modelos de practicidad y autonomía; la mujer va por el lado de la comunidad y la comunicación.

El celular es un tema aparte. "Pasamos 66 horas por año chequeando el celular. El movimiento para saber si tenemos algún mensaje se repite hasta 200 veces por día porque los dispositivos tecnológicos son adictivos. Activan una parte del cerebro que es el sistema de recompensa". Propone entonces guardarlo durante 24 horas. "Si te sentís mal, sos un adicto."

Por Paula Urien