En los medios
RUFO o no RUFO, esa es la cuestión
La Universidad Torcuato Di Tella brindó ayer un seminario sobre los holdouts para analizar las opciones y consecuencias que enfrenta el país. La conclusión del encuentro estuvo en línea con el consenso de analistas y fue que la situación es incierta y que todos los escenarios son riesgosos: arreglar podría gatillar futuras contingencias asociadas a la cláusula RUFO y no arreglar y defaultear sería una mancha más en la reputación del país
En relación al esperado encuentro con los buitres del lunes próximo, Kicillof confirmó que se iniciarán conversaciones "preliminares" con Pollack, tal como se dio a conocer a principios de semana, pero minimizó la reunión.
Dentro de este contexto, la Universidad Torcuato Di Tella brindó ayer un seminario sobre los holdouts para analizar las opciones y consecuencias que enfrenta el país. La conclusión del encuentro estuvo en línea con el consenso de analistas y fue que la situación es incierta y que todos los escenarios son riesgosos: arreglar podría gatillar futuras contingencias asociadas a la cláusula RUFO y no arreglar y defaultear sería una mancha más en la reputación del país.
En el caso de que la probabilidad de que se gatille la cláusula RUFO fuera nula, entonces Argentina debería negociar y tratat de llegar al acuerdo que le permita pagar lo menos posible. De esto, ya habló Andrés Neumeyer días atrás, en una nota publicada por La Nación.
Lo que él -y otros economistas consultados- sugieren es una salida "a la Repsol": en lugar de hacer un pago cash y comprometer las reservas internacionales del BCRA, emitir nuevos bonos. En este escenario, la clave está en que el gobierno logre una negociación que incorpore el hecho de que luego del acuerdo, el riesgo de default desaparezca y los bonos argentinos, suban de precio.
Esto se podría lograr proponiendo un bono cuyo valor sea menor a los USD 1.330 millones que nos obliga a pagar, anticipando que casi inmediatamente después del arreglo el precio aumentará y se les habrá pagado el total de lo adeudado.
Respecto de si es baja la probabilidad de que se gatille la cláusula RUFO, la realidad es que no hay respuestas, dado que la misma corte que interpretó la cláusula pari passu de manera favorable para los acreedores buitre, podría darle infinidad de acepciones al término "negociación voluntaria" que activaría el fantasma de las RUFO.
De hecho, hay quienes especulan que el rally del bono par 2038 en dólares con legislación NY podría deberse a que futuros buitres estuvieron apostando a reclamer por las RUFO. "Tan o más importante que la eventual activación de esta cláusula, es el timing", sostienen desde Fundación Pensar, al tiempo que agregan: "los que toman las decisiones son políticos, no altruistas pensando en el largo plazo. Suponiendo que la probabilidad de que se gatille la cláusula es alta, pero un próximo gobierno tiene que pagar el costo, es probable que el gobierno de turno opte por patear la pelota y no pagar el costo de haber provocado un default".
Entonces, la pregunta es: ¿conviene defaultear hoy o arreglar y arriesgarse a que se gatille la RUFO, pateando para adelante la eventual decisión de un default? Por su parte, los más convencionales sugieren un "default táctico" hoy y, en simultáneo, sentarse en la mesa con el FMI como un interlocutor creíble y pedir crédito barato (al fin y al cabo, Argentina ya está acatando órdenes del FMI sin disfrutar de sus beneficios).
Esta alternativa daría seguridad respecto de que no hay riesgo de acumular futuras contingencias por eventuales nuevos "buitres RUFO", pero nuevamente habríamos defaulteado, con todo lo que eso implica para construir confianza y credibilidad. "En definitiva, no hay ninguna alternativa libre de riesgo y es cada vez más patente el costo de haber perdido años para tener que resolver ahora con una fecha límite de sólo 30 días", concluyen los analistas de Fundación Pensar.