Di Tella en los medios
iEco
12/09/10

Creer en la creatividad

Por Estanislao Bachrach

La creatividad se puede gestionar en forma intencional y sistemática. Para los líderes, promoverla ya no es optativo.

Por Estanislao Bachrach*
ESC. DE NEGOCIOS UNIV. DITELLA

Tradicionalmente, la creatividad era vista como un feliz accidente, tan fortuito como correr con una botella para atrapar un rayo. Pero la creatividad se puede gestionar, puede ser intencional y sistemática. Hace unos años, cuando ofrecí enseñar un curso sobre el arte y la disciplina de la creatividad en el mundo de los negocios, muchos distinguidos colegas se rieron: "No hay nada que enseñar y las personas del mundo empresarial no estarán interesadas". Las cosas cambiaron y hoy nadie rie. La capacitación sobre la creatividad y la innovación en las organizaciones no solo interesa a participantes con nada, poca o mucha experiencia en empresas, sino que les fascina. Y con buenas razones.

OBLIGATORIO

Para los managers, alimentar y promover la creatividad entre sus empleados dejó de ser "optativo". Es parte de su curricula obligatoria.

En la economía global actual, las mentes de los empleados talentosos es lo que diferencia a unas organizaciones de otras. Sin embargo, mentes aisladas, por más buenas ideas que tengan, no son nada sin procesos diseñados específicamente para traducir esas ideas en productos y servicios con mayor valor.

La creatividad es trabajar duro y gestionar la creatividad es aún más difícil. No tiene nada que ver con encontrar un lugar bonito para que la gente vaya a dejar fluir sus ideas.

Dos grandes desafíos son cómo movilizar la ventaja que nos ofrece la creatividad involucrando a todos los empleados, estimulando su imaginación y organizando los procesos; y cómo, dándoles a los empleados la oportunidad de usar su talento, podemos asegurar su fidelidad, dedicación y productividad. Estas habilidades de los managers conciernen a todos los aspectos de todo tipo de organización.

IMÁGENES

Con la última tecnología en imágenes cerebrales, hoy podemos comprobar que todos tenemos el poder, literalmente, de cambiar nuestro cerebro cambiando y entrenando nuestra mente.

Esto es lo que se conoce como neuroplasticidad: el poder del cerebro de cambiar su función y estructura mediante la experiencia y los pensamientos. Este nuevo conocimiento hoy tracciona al mundo de los negocios a que, además de su eterna y constante búsqueda por capital, materia prima y tecnología de los procesos, ahora piense en la creatividad de sus empleados como un mecanismo de ventaja competitiva.

Las empresas innovadoras capacitan a todos sus empleados para desarrollar su "lado creativo" (hemisferio derecho), el cual ha sido abandonado durante la educación primaria, secundaria e incluso universitaria donde el "lado lógico-analítico" es el que prima (hemisferio izquierdo).

Podemos pensar a la creatividad como un músculo que cuanto más se ejercita, mejor se desarrolla y mejor funciona. Además, es bueno recordar que la creatividad es una función natural de la mente como la digestión o la respiración lo son del cuerpo. Es decir, todos podemos ser (más) creativos y la primera condición para ello es creer en la creatividad.

MENTES A LA OBRA No hay dudas entonces de que el éxito de las empresas en este mundo hipercompetitivo dependerá de la habilidad de infundir, inducir e inculcar el respeto por creer en el poder de la creatividad a través de toda la organización.

Será inútil e hipócrita maravillar a la gente con la creatividad para luego conservar los procesos que atenúan la imaginación y el espíritu. Aquellos managers que envían de manera constante mensajes sobre el valor de la creatividad también deben trabajar asiduamente en crear un ambiente que encienda el entusiasmo.

Hay que deshacerse de procesos anticuados, normas de comportamiento, protocolos, imágenes de la marca limitadas, reglas y recuerdos venerados de viejos éxitos que obstruyen la creatividad.

Un liderazgo imaginativo debe sostener el entusiasmo con palabras que guíen e inspiren. Pocos managers hoy están preparados para todos estos desafíos. Quizás sea el momento de poner "mentes a la obra".

*PhD en Molecular Biology. Executive MBA. Director de la Lic. en Economía Empresarial.

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