Di Tella en los medios
iEco
18/04/10

Debate: las verdaderas causas de la inflación en la Argentina

Frenkel, Levy Yeyati, Sturzenegger. No se puede negar que existe un aumento general y sistemático de precios. Tres economistas discuten sobre sus causas.

Inflación o deslizamiento de precios? La pregunta no desvelaría a ningún Hamlet nativo. Más allá de la negativa oficial y de los dibujos del INDEC, el consenso unánime entre los economistas “no oficiales” y de quienes no son profesionales pero consumen bienes y servicios, es que el país asiste a un proceso inflacionario.

Para conocer cuáles podrían ser las causas de este fenómeno, iEco convocó a tres economistas con especial atención, y dedicación, al tema. La trayectoria profesional y la calidad académica de los invitados ofrece sobradas garantías sobre la solvencia de cada uno. Son, por orden alfabético, Roberto Frenkel, Eduardo Levy Yeyati y Federico Sturzenegger.

La mesa se sirvió

¿Hay o no inflación en la Argentina?, preguntó iEco.

Frenkel: Comencemos por la historia reciente de la inflación. Desde que se empezó a manipular las cifras del INDEC, a fines de 2006, aparecieron iniciativas para medir la inflación con canastas semejantes a las del Instituto oficial (IPC). Todas más o menos coinciden entre sí, con pequeñas diferencias no muy significativas. Entonces sabemos que el año pasado hubo una inflación de alrededor del 15%, que se aceleró hacia finales de año, que tuvo impacto el precio de la carne y otros alimentos y que ahora está acumulando alrededor del 7% en el primer trimestre de este año. Al margen del INDEC –que nadie cree ni siquiera los funcionarios del Gobierno que no usan en sus trabajos internos los datos del Instituto–, hay una estimación bastante consensual de la tasa de inflación que hubo de 2007 para acá. Da la impresión que el sector privado tiene grandes discrepancias en las mediciones, lo que no es cierto: en general son muy coincidentes. Segundo, nosotros tuvimos un proceso continuo de aceleración de la inflación del 2003 para acá, más o menos las tasas de inflación se fueron duplicando en los primeros años –aproximadamente 3% en el 2003, 6% en el 2004, 12% en el 2005 … Ahí empieza a operar la Secretaría de Comercio, con políticas de control de precios que desaceleraron el aumento de los precios, básicamente leche y carne, que es lo que nos cuesta hoy la reducción del stock ganadero que se expresa en el fuerte aumento del precio de la carne que hay ahora y que va a seguir probablemente en los próximos 3 años porque iniciamos una fase de retención en el ciclo ganadero. Hacia finales del 2006, la inflación fue del 10% aproximadamente, pero los precios que no estaban sujetos a control estaban en el 13/14% o estaban congelados como las tarifas de la energía o que no estaban sujetos a este control por parte de Comercio. Ahí el Gobierno cometió el principal error, que es empezar a manipular los datos del INDEC, lo que ha tenido una repercusión negativa sobre el proceso inflacionario. La inflación siguió acelerándose en 2007 y se llegó al máximo a mediados del 2008, cuando estuvo en el 27%, a tasa anualizada. Entonces empezó la desaceleración primero y luego la contracción de la actividad. El año pasado tuvimos una caída del nivel de actividad del orden del 3/4%, y con esa recesión, la inflación se desaceleró al 15%. Quiero marcar este punto porque con una caída del nivel de actividad con contracción de la demanda, tuvimos un 15% de inflación que se acelera desde finales del año pasado. Como no hay referencia creíble de la inflación pasada –los sindicatos dicen que usan la información del supermercado–, esa incertidumbre lleva en general a sobrestimar la inflación futura y los ajustes que hacen. Y entonces tenemos un problema bien complicado porque tenemos una inflación inercial sin reglas de indexación y sin información común. La indexación tiene una ventaja y una desventaja. La ventaja es que coordina las negociaciones, facilita y evita súbitas aceleraciones, porque la inflación pasada queda como una especie de ancla. La desventaja es que rigidiza mucho la inflación. Tenemos informalmente indexación sobre una inflación incierta. Eso lleva a los agentes a cubrirse y a exagerar sus aumentos de precios y salarios en previsión de inflación futura basada en una conjetura. Y un gobierno que está imposibilitado de hacer política antiinflacionaria porque niega que exista. Es una situación insólita, no conozco antecedentes mundiales ….

El ministro Amado Boudou dice que hay reacomodamiento o tensión de precios, que las tarifas no se mueven, el dólar está anclado y que no hay inflación. El Gobierno tiene otro diagnóstico. ¿O no?, interrumpió iEco.

Frenkel: Nadie lo ve así. De hecho esta última aceleración inflacionaria está asociada con un cambio de precios relativos impulsado por el precio de la carne. Eso es cierto pero eso se da con una inflación de arrastre, que en condiciones de recesión ya estaba en el 15%. El año pasado hubo 15% de inflación y este año los convenios se están firmando al 24%.


Levy Yeyati: El Gobierno viene hablando de precios relativos desde el inicio de la inflación, desde el 2004. Se insistió varia veces con los cambios en los precios relativos, la estructura de mercado, la existencia de cuellos de botella o de los monopolios que generaban fuentes autónomas de inflación … pero es muy difícil atribuir la inflación a estas fuentes. Hay algo mucho más básico. Si realmente fueran cambios en los precios relativos, debería verse una tendencia de los precios relativos a divergir. Pero si miramos los últimos tres años, la tendencia los precios relativos está continuamente empujando hacia arriba. Hay que separar lo que son fuentes autónomas o nuevas de inflación de los que es la consolidación de la inflación inercial que ha sido gradual y creciente. En 2004 teníamos la semilla de la inflación y una política monetaria, no diría fiscal pero monetaria sí, un tanto expansiva, pero teníamos un valor inercial de inflación muy bajo y se podría haber hablado de una meta indicativa, de un solo dígito y bajo. En 2005 y 2006 cuando la política expansiva del Gobierno empezó a generar esta discusión sobre si hay recalentamiento o no, el nivel de inflación fue creciendo y se fue generando una mayor propensión a remarcar. Es mucho más fácil remarcar en un régimen de alta inflación que en un régimen de baja inflación. Después vino el tema del INDEC …

¿Tanta importancia tiene la manipulación del INDEC?

Levy Yeyati: La gente siempre piensa que hay más inflación de la que hay. Si encima se manipula la información, se retroalimentan las expectativas de inflación que generalmente están sesgadas hacia el alza. En esa situación, con toda la inercia que se fue generando, cuando no hay termómetro o no hay ningún tipo de ancla, se puede pasar del 15% a 25% en la siguiente ronda de la discusión salarial. Lo mismo pasa en los mercados financieros: el que presta exige una tasa mucho mayor … Entonces el tema del INDEC agregó ruido y un sesgo hacia el alza de la inflación. Detrás de todo esto igual hay causas autónomas. El gobierno de los Kirchner ha hecho políticas expansivas en materia fiscal y monetaria en la mayoría de los años de sus dos períodos. El Gobierno apretó el acelerador y eso en cualquier lugar del mundo genera inflación …

¿Es por la ampliación de la asignación por hijo ….?

Levy Yeyati: Es difícil asignar a una sola causa en particular pero en verdad el gasto es dinero fungible. Prefiero toda la vida destinar el gasto a la asignación universal que a cierto tipo de subsidios o a gastos que no tienen un fin distributivo. Lo que sí es cierto es que hoy el gasto crece al 30% con un Producto que puede ahora estar creciendo en términos potenciales al 3%, 4%....La diferencia está alimentando la inflación.


Sturzenegger: Hoy hay reacomodamiento de precios e inflación. Siempre que hay inflación hay reacomodamiento de precios, pero pueden existir reacomodamientos sin inflación, lo que pasa en muchísimos países y pasó también en la Argentina. Los números indican que en 2003 hubo una inflación muy baja y en 5 años fue aumentando. En marzo de 2008 la tasa anualizada de inflación superaba el 40%. Ahí empieza un proceso de desaceleración. En julio de 2009 la inflación anualizada era el 7%, lo cual habla también que el tema del INDEC no puede ser la causal de la inflación, porque durante todo ese período el INDEC seguía distorsionando los números y sin embargo se desaceleró la inflación. La distorsión del INDEC, que me parece una aberración, dejó al Gobierno fuera del mercado de capitales y es cierto que nos confunde a todos, no nos da certeza de cómo son las cosas, pero no me parece que es la causal que no permite bajar la tasa de inflación. Y hoy la inflación de nuevo está anualizada en el 40%

Pero la inflación de 2009 fue en medio de una recesión cuando en realidad los precios deberían haber bajado. ¿O no?

Sturzenegger: Lo que quiero destacar es que ahora, en sólo 5 meses pasamos de un 7% anualizado a un 40% anualizado. La primera vez llevó 5 años pasar del 3 o 4% de 2003 al 40% de marzo de 2008. Ahora tardó apenas 5 meses. Y la sensación en la gente es que ante tal aumento en la tasa de inflación hay que salir a consumir. Empieza a “quemar” el dinero y como se cree que el dólar está planchado por los ingresos de la soja y los activos financieros indexados por inflación están “truchados” por el CER, entonces la gente se pasa a bienes, a propiedades o bienes de consumo. Eso es lo que está ocurriendo ahora: es el aumento del consumo para deshacerse de esos activos nominales. Después, hay tensión en algunos mecanismos de decisión económica. Por ejemplo, las paritarias, si se firman por 6 meses o un año por la inflación. Otro es el tema de la indexación. Hoy no tenemos indexación y eso es muy bueno, pero si la inflación persiste, la gente va a reclamar algún tipo de indexación. Y el último punto que quiero mencionar, el oligopolismo como un causante de la inflación no resiste el menor análisis porque en ese caso los 190 países del mundo deberían tener inflación porque oligopolio hay en todos lados. En la Argentina hubo períodos sin inflación y estaban los oligopolios. Lo que sí ocurre es que cuando hay un aumento muy grande de la inflación, el contenido informativo de los precios cae dramáticamente. La cadena comercial tiene incentivos a subir los precios porque como el consumidor está mucho más confundido es menos posible que ese consumidor deje de comprar o se vaya a la competencia ante la remarcación.

¿Cómo se ataca la inflación?

Frenkel: El que tiene que hacer política antiinflacionaria –parece una tautología– es el Gobierno. Pero el Gobierno está inhibido de hacer algo contra la inflación porque dice que no hay inflación. El Gobierno es quien debe fijar una meta de inflación y acompañar ese anuncio con medidas, en acuerdo con empresarios y sindicatos, para converger en esa meta. Y el tema del INDEC es importante porque si no tenemos una vara común, es difícil coordinar expectativas. Además hay que explicitar las medidas que se van a tomar porque no se puede hacer política antiinflacionaria, ni ortodoxa ni heterodoxa, en secreto. La inflación es un tema público, de expectativas, que requiere mostrar que es posible bajar la inflación y que el Gobierno va a contribuir con su política a que eso se haga. Los economistas dicen que hay que tomar medidas con la política fiscal o con la política monetaria. Podemos tener muchas opiniones, pero lo que haya que hacer hay que hacerlo en el contexto de una política antiinflacionaria liderada por el Gobierno. El principal problema de la inflación es que hay un Gobierno que cree que no existe.


Levy Yeyati: Dos precisiones. Si se aumentan los márgenes de ventas, eso aumenta el nivel de precios una vez. Eso no puede generar inflación. Lo que sí sucede es que en momentos de inflación moderada o alta inflación, cuando los precios suben del 2 al 5%, resulta fácil ajustar preventivamente los precios sin quedar fuera del mercado. Y eso genera indexación hacia atrás. Eso hace todo más volátil, cualquier shock se propaga más rápido y se producen remarcaciones preventivas. Y aquí entra el tema INDEC porque la falta de información, hace que el rango de remarcaciones sea más difuso y más ágil. Eso puede explicar por qué pasamos tan rápido del 7 al 40%. Segundo, toda esta discusión es para ver cómo se puede bajar la inflación sin afectar el crecimiento. Ese es el problema de la inflación inercial y significa que ahora hay una inflación muy dura. Sin embargo, no veo al Gobierno preocupado por la inflación porque le cree al INDEC. Para atacar la inflación, de origen autónomo, no se requiere un ajuste fiscal sino llevar el incremento del gasto y el programa monetario a niveles que sean compatibles con una meta de inflación realista. Y la inflación inercial no se ataca con políticas fiscales o monetarias solas, porque lo que hay que hacer es desarmar esta estructura mental de indexación que tiene la sociedad argentina. Aquí entra nuevamente el INDEC.


Sturzenegger: En el tema de las causas, no va a ser una sorpresa que voy a ser el más monetarista de los tres. Por necesidad, cuando la gente compra es porque hay una liquidez en la economía que lo permite. El gasto no es un problema porque si se financia con impuestos no es inflacionario. Tampoco ir a una política monetaria más estricta quiere decir “hagamos un ajuste”. Hoy estamos con una tasa de creación de dinero del 25%, cuando un año atrás era de cero. Y eso es por el déficit fiscal, adelantos y giro de utilidades del Banco Central al Tesoro. Ahora lo que está ocurriendo, ante este pico de inflación, es que el dinero le “quema” en las manos a la gente y anticipa compras. Para el control de la inflación es importante encontrar un ancla de referencia para la gente y eso se perdió totalmente.

Roberto Frenkel

Estudió Matemáticas, Economía y Econometría en la UBA y Economía y Sociología del Desarrollo en la Universidad Central de Venezuela. Doctor Honoris Causa de la UP y Premio Konex en Desarrollo Económico. Investigador titular del CEDES y docente de la UBA, Di Tella y Flacso. Fue subsecretario del Ministerio de Economía y director del Banco Provincia. Consultor macroeconómico de los gobiernos de Colombia, Uruguay, Bolivia y Venezuela.


Eduardo Levy Yeyati

Doctor en Economía de la Universidad de Pennsylvania. Director de la consultora Analytica y profesor de Economía y Finanzas de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella y asesor de estrategia global de Barclays Capital. Fue director de Estrategia de Mercados Emergentes y jefe de Investigación para América Latina de Barclays. También fue asesor financiero para América Latina del Banco Mundial y economista jefe del Banco Central.


Federico Sturzenegger

Actual presidente del Banco Ciudad y profesor en la Universidad Torcuato Di Tella. Es Ph.D. in Economics del Massachusetts Institute of Technology.
Fue profesor de Economía en la UCLA, economista jefe de YPF, Decano de la Escuela de Negocios en Di Tella, secretario de Política Económica y profesor visitante de Política Pública en la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard University. Escribió y editó siete libros.

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