Di Tella en los medios
El Cronista
23/02/9

Los posgrados, a salvo de la crisis

Pese a que hasta el momento hay más averiguaciones que inscriptos, las universidades anticipan que la demanda de maestrías de este año, seguirá en línea con la del 2008. Sí se prevé una menor financiación por parte de las empresas y una mayor selectividad por parte de los alumnos.

A la espera de que las empresas terminen de definir sus presupuestos 2009 y en consecuencia sus inversiones en capacitación, las universidades también están en una etapa de decisiones, pero en lo que refiere a los contenidos de sus cursos de posgrado, en los que prevén adaptar ciertas pautas en función de la crisis internacional. Precisamente, el descalabro financiero parece no estar impactando en la medida de lo esperado en la demanda de maestrías y especializaciones, al menos en virtud de las averiguaciones previas de las propias firmas y también de los particulares que autofinancian sus estudios, que lejos de la minoría de antaño hoy representan casi la mitad del total de inscriptos.

Inclusive, la debacle económica hasta podría incrementar el interés de algunos candidatos, tratándose de épocas en las que ante la baja de la actividad muchos eligen optimizar una capacitación varias veces postergada. De todos modos, en las casas de estudios hablan de una posible disminución en la cantidad de alumnos, aunque a la vez se refugian en la paciencia, ya que aún restan dos meses para cerrar inscripciones y programas, un tiempo que es breve pero en la Argentina representa casi una eternidad.

Como es habitual, hasta ahora las especializaciones en negocios y finanzas son las más demandadas, más aún entre los ejecutivos, que en algunos casos aguardan con impaciencia las decisiones acerca de costos totales o parciales de los estudios por parte de sus organizaciones. Asimismo, una de las características que parece no correr serios riesgos a pesar de la crisis es la cada vez más notoria presencia de alumnos del extranjero -latinoamericanos en su mayoría- en las aulas nacionales, lo que habla del buen posicionamiento de las escuelas locales en la región, que buscan conquistar con el encanto del MBA doméstico a ajenos pero sobre todo a propios.

Es que aún a varias leguas de distancia de la chapa que otorga un curso en una prestigiosa escuela americana o europea, cursar un máster fronteras adentro tiene también sus ventajas, entre las que se cuentan -además del menor costo- la posibilidad de mantener el puesto corporativo, la cercanía con los afectos, la nula erogación en alojamiento y gastos de traslado, y la posibilidad de incrementar sobremanera el portafolio de contactos.

Donde sí hay más preocupación entre los reclutadores académicos es en la posibilidad de que las organizaciones disminuyan su desembolso en los cursos in house, que de un tiempo a esta parte se convirtieron en un bastión del mercado. Pero más allá de todo, en líneas generales la perspectiva no es negativa, si se tiene en cuenta el contexto, aunque claramente varía según las universidades, tal vez debido a las diversas especializaciones y targets a los que apunta cada una. Pero -nuevamente-, vale aclarar que sólo se trata de pronósticos que se sustentan en las consultas previas y en el olfato de cada quien, ya que hasta el momento las concreciones no están a la orden del día.

“El mercado viene muy tranquilo. Hay una gran demanda de información, pero muchas menos concreciones, porque los candidatos están a la espera de ver cuál será la colaboración de la empresa en la que trabajan, y esto no se está definiendo aún. Sí se observa más decisión en los autofinanciados. De todos modos, creo que la admisión en marzo será menor a la del año pasado”, cree Carlos Rodríguez, rector de la UCEMA, que en su oferta de posgrados tiene a las Maestrías en Dirección de Empresas, Finanzas, Economía, Agronegocios, Evaluación de Proyectos y Ciencias del Estado, además de varios programas ejecutivos.

Rodríguez explica que cerca de la mitad de los alumnos de dicha institución se pagan sus propios cursos, en sintonía con el promedio del mercado, en una tendencia que viene en alza desde hace varios años, con particulares que encaran las especializaciones por iniciativa personal y como inversión a mediano y largo plazo. “Sería arriesgado anticipar porcentajes con respecto a 2008, pero no me sorprendería que la demanda disminuya incluso significativamente, dado lo que ya sabemos sobre otros rubros de gastos empresarios, como ser los ajustes en viajes, regalos, bonus, agasajos, publicidad e inversiones en general”, aclara Rodríguez.

Más allá de esta posible baja, lo que sí está claro es que nada hace temer un escenario como el de 2002, cuando la demanda bajó sin anestesia en ciertas escuelas. “Esperábamos un nuevo 2002 y, al menos por ahora, no es así. Da la impresión de que el mercado se hubiera achicado, pero eso no significa que la demanda disminuya en la misma proporción en todas las fuentes de oferta. Aunque es muy temprano para hacer predicciones, la cantidad de consultas y de inscripciones tempranas es similar a la del año último, y en algunos posgrados es superior”, dice Ernesto Gore, director del Departamento de Administración de la Universidad de San Andrés.

A la espera de definiciones

La UdeSA dicta una docena de maestrías (entre ellas las de Administración de Negocios, Economía, Estudios Organizacionales, Finanzas, y Marketing y Comunicación), y también anunció el lanzamiento de la segunda edición de su Senior Management Program, que dicta en conjunto con el IE Business School de Madrid. “No se percibe gran diferencia en la demanda relativa de los diferentes cursos, pero puede que sí exista entre institución e institución. Sospecho que la demanda se ha vuelto más selectiva”, agrega Gore.

Desde la Universidad de Belgrano ponen el foco en el tiempo que resta para el cierre de las anotaciones. “La definición de las inscripciones se da recién en abril, pero si comparamos los números de 2009 con los del año pasado diría que estamos casi en la misma situación. Igualmente creo que la crisis puede terminar potenciando la demanda de posgrados, ya que hay empresarios y emprendedores que la ven como una posibilidad de apostar por un año de formación, además de que por otro lado se genera una relación por la cual muchos terminan haciendo negocios entre ellos y brindándose un valor agregado mutuo”, argumenta Omar Socca, coordinador del Departamento de Estudios de Posgrados de la UB. Dicha casa de estudios dicta varios MBA’s (entre ellos el tradicional, uno full time y también uno para profesionales del interior de país) y también masters con orientaciones en Finanzas, Marketing, Agronegocios y Psicología Organizacional, por mencionar algunos.

En el caso del IAE ya tienen alguna precisión. Su máster a tiempo completo One Year MBA es el único programa que ya ha cerrado su inscripción, y registró 2% más de alumnos anotados que el año anterior. “En lo que se refiere al Executive MBA y los programas de Desarrollo Directivo y de Alta Dirección vemos distintas tendencias. En el caso del primero, muchas empresas que desde hace varios años ya no pagan el costo total del programa, ahora se dividen de común acuerdo con el participante. En los dos restantes, las empresas siguen haciéndose cargo del costo de los programas”, cuenta José María Corrales, director de Programas Ejecutivos y Masters del IAE Business School. Además, la escuela de negocios de la Universidad Austral ofrece sus Programas de Dirección de la Pequeña y Mediana Empresa, Finanzas, Recursos Humanos, Marketing y Gobierno para Líderes de Comunidades Locales.

Las palabras de Corrales ponen sobre la mesa el cuadro de situación que domina la escena: corporaciones que ya no sustentan los costos de cursos a granel y que por el contrario miden y analizan toda inversión en este sentido, de acuerdo a cada caso puntual. “Hoy se aceptan como razonables ayudas del orden del 50% del costo de los programas, lo que están en línea con una probabilidad de 50% de que el ejecutivo se vaya después de la capacitación. El problema principal de la formación radica en determinar para qué y para quién se hace: si se realiza para obtener un mejor ejecutivo para la propia empresa, entonces se debe estar seguro de contar con las oportunidades de progreso para el beneficiario”, sostiene Jorge Del Águila, rector de la UADE, que entre otras opciones ofrece los MBA Ejecutivo, Ejecutivo Intensivo e Internacional, además de maestrías varias.

“Lamentablemente, las marchas y contramarchas de la economía argentina han impedido a las empresas mantener una política coherente en materia de inversión en capital humano. Muchas han perdido a sus mejores hombres en manos de la competencia por no poder ofrecerles una posición mejor y la consecuencia ha sido una reducción substancial de la inversión”, prosigue Del Águila, que habla de una evolución positiva en lo que respecta a la demanda, con un enero de mayor actividad comparado con otros años, en el caso de la UADE.

Cuidando el prestigio ganado

Para Luis Vergani, director de la Escuela de Posgrado del ITBA, no se puede hablar demasiado de proyecciones. “Hay que ver qué sucede con las empresas que están terminando por estos días de armar sus presupuestos. Las firmas están a la expectativa, indecisas y se manejan con prudencia, pero creo que invertirán menos en capacitación. Pero faltan dos meses para el cierre de inscripciones, lo que en la Argentina es un tiempo largo”, asevera. La institución tiene varios posgrados orientados a la tecnología, las comunicaciones, la energía y el medio ambiente, aunque también algunos vinculados a los negocios.

El académico hace referencia a otro de los fenómenos que gana la escena local: la creciente oferta de extranjeros que cursa maestrías en el país. “Más allá de la crisis seguimos siendo un mercado atractivo para quienes vienen de afuera y hay mucha gente que se está viniendo a estudiar a la Argentina, porque estamos posicionados en cuanto a nivel y además somos económicos. En nuestro caso tenemos 10% de extranjeros, una cifra que igualmente es menor comparada con otras universidades”, especifica Vergani.

Karina Chrempacz, directora de Admisiones de Posgrado de la Universidad Torcuato Di Tella, también se focaliza en el respetable volumen de estudiantes de la región que eligen las aulas argentinas para seguir capacitándose. “Hoy el país tiene muy buen nivel académico, comparable al de varias universidades del exterior, lo que también se refleja en los variados convenios que existen con instituciones reconocidas del extranjero. Tanto es así que hay muchos estudiantes de afuera que vienen a estudiar aquí más allá de la conveniencia económica”, precisa.

La UTDT tiene maestrías en Derecho y Economía, Econometría, Economía, Estudios Internacionales, Finanzas y Dirección de Empresas, por citar algunas, además de un Executive MBA. “Por supuesto que en algunas áreas la crisis mundial se ve reflejada, por lo que se han reducido un poco los números de inscriptos al momento”, asegura.

Volviendo a la afluencia de ejecutivos y estudiantes del exterior, en algunos casos también se pueden apreciar casos de asistentes europeos, casi en su totalidad de países latinos. Además de una razón económica, uno de los factores que viene profundizando esta tendencia está dado en el cada vez más pronunciado alineamiento de los cursos ofrecidos internamente, con los que se dictan en otras latitudes. Según autoproclaman desde las propias casas de estudio, la oferta nativa actual viene creciendo no sólo en cantidad sino también en calidad. Y si bien cursar en el exterior tiene la ventaja de la experiencia intercultural, a la vez es muy oneroso.

“No me cabe ninguna duda de que todas las universidades de afuera son mejores que las nuestras, porque tienen más dinero y pueden contratar profesores full-time. Eso no se discute”, menciona Rodríguez, al tiempo que aclara que “más allá de esos dos aspectos, no creo que hoy en día tengan tanta diferencia con la Argentina”. En esa senda, son varias las casas de estudio que para internacionaliza sus cursos promueven cursos binacionales, que contemplan acuerdos con entidades de otros países, que a veces incluyen cursadas breves en dichas geografías.

Más allá del valor agregado que aporte o no cada opción, lo concreto es que -al menos desde las palabras-, todas las universidades aseguran que están actualizando sus planes de estudio, adaptando contenidos no sólo a la coyuntura sino a las nuevas tendencias. Y mientras tanto, esperan por una demanda que en principio no se vería muy afectada por ajustes económicos.
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